viernes. 29.03.2024

La hora de la gente

Atendiendo a los intereses generales de la mayoría social, lo más urgente y necesario es desalojar al PP del Gobierno de la nación.

Tras la rueda de prensa del líder de Podemos el viernes 8 de abril, en la que se certifica el desacuerdo para explorar un Gobierno a tres bandas con PSOE y Ciudadanos, Pablo Iglesias cumple su palabra de consultar a las bases de Podemos sobre qué opción prefieren sus inscritos, si apoyar con la abstención parlamentaria el Gobierno de  Rivera presidido por Sánchez –según terminología de Iglesias- o rechazarlo con el voto en contra de Podemos, que persistiría en su apuesta por un Gobierno del PSOE con Podemos y las confluencias. Esta última opción abocaría sin remedio a la celebración de unas nuevas elecciones, pues tanto PSOE como Ciudadanos han confirmado la solidez inamovible de su pacto, en el que ni cabría una inclusión de Podemos en el Gobierno –según exigencia de Ciudadanos- ni cabría cesión alguna a las propuestas más conflictivas del partido morado. En este sentido, Pablo Iglesias ha remarcado en su rueda de prensa la doble negativa con la que se encontró en la reunión tripartita celebrada el jueves 7 de abril: ni PSOE va a romper el pacto con Ciudadanos ni éste va a aceptar compartir con Podemos un hipotético Gobierno.

Llegados a este punto del camino, Podemos convocará a sus bases para hacerles dos preguntas y, en función de las respuestas mayoritarias, actuar en consecuencia, aunque Pablo Iglesias no haya aclarado qué tipo de responsabilidades políticas se asumirían por parte de la dirección de Podemos en el caso de que sus inscritos se inclinaran por facilitar un Gobierno PSOE-Ciudadanos. El líder de Podemos sólo ha dicho que se asumirían dichas responsabilidades, sin aclarar si eso supondría acatar sin más el mandato de las bases y abstenerse en la investidura de Sánchez, o si dicho mandato de las bases se interpretaría como una desautorización a la dirección de Podemos y, en particular, a su líder, Pablo Iglesias, lo que podría conllevar la dimisión de éste o de toda la dirección. Por otro lado, Iglesias sólo se ha comprometido a “explorar” ese mandato de las bases, lo cual también se puede interpretar como que dicho mandato no sería vinculante para la dirección de Podemos. Ya veremos qué ocurre el 18 de abril cuando se haga público el resultado de la consulta a los inscritos en el partido morado.

Yo voy a dar mi opinión, aunque de entrada ya manifiesto mi desacuerdo con el redactado de las dos preguntas que va a plantear Podemos a sus bases, pues son preguntas muy genéricas que requieren de una previa aclaración. Entiendo que a la mayoría de los inscritos en Podemos, así en general, le saldría de las entrañas votar no a la primera pregunta (“¿Quieres un Gobierno basado en el pacto Rivera-Sánchez?”) y sí a la segunda (“¿Estás de acuerdo con la propuesta de Gobierno de cambio que defiende Podemos, En Comú Podem y En Marea?”). Sin embargo, creo que la pregunta correcta debería ser una sola, redactada más o menos de la siguiente manera: “Tras el resultado de la reunión del jueves 7 de abril entre PSOE, Podemos y Ciudadanos, ¿quieres que Podemos facilite con su abstención un Gobierno presidido por Pedro Sánchez con el apoyo de PSOE y Ciudadanos?” Un sí mayoritario como respuesta a esa pregunta podría facilitar una negociación con Sánchez y Rivera para dicha abstención -con alguna concesión a Podemos- o también todo lo contrario, una abstención sin condiciones. Un no mayoritario como respuesta a esa pregunta supondría un nuevo voto en contra de Podemos a la investidura de Sánchez. Y, llegados a este punto del camino, habría que reflexionar sobre las ventajas y desventajas de ambas opciones.

Yo las voy a sintetizar, haciendo público mi voto a favor de una abstención de Podemos para la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno con el voto a favor de PSOE y Ciudadanos, y exponiendo los motivos de dicha posición.

Atendiendo a los intereses generales de la mayoría social, lo más urgente y necesario es desalojar al PP del Gobierno de la nación. Podemos reduciría, así, considerablemente su percepción de partido radical por algunos sectores de la ciudadanía, demostrando ser el partido que más habría cedido para facilitar un “Gobierno de las fuerzas del cambio” (Sánchez dixit), que no sería lo mismo que un “Gobierno de progreso” (Iglesias dixit). Así también, Podemos podría recordar una y otra vez a Sánchez que él ejercería su Presidencia gracias al partido morado, lo que a éste le podría venir muy bien para la tramitación de las leyes en el Congreso.

Atendiendo a los intereses particulares de Podemos, un Gobierno PSOE-Ciudadanos convertiría al partido morado en el referente de la oposición de izquierdas, sin desgastarse en un Gobierno que tendría las manos atadas por Ciudadanos, el IBEX 35, los mercados y la Unión Europea. De ahí la expresión de Iglesias refiriéndose al “Gobierno de Rivera presidido por Sánchez”. Podemos, en la oposición, podría condicionar algunas leyes y, al mismo tiempo, incrementar su apoyo ciudadano como referente de la izquierda y, suponiendo que ese Gobierno sufriera un acusado desgaste o que la legislatura se acortara, el partido morado podría aumentar su representación parlamentaria en unas siguientes elecciones, pudiendo incluso sobrepasar al PSOE.

Si, por el contrario, la mayoría de los inscritos en Podemos rechazan ese Gobierno PSOE-Ciudadanos, abocando a los españoles a unas nuevas elecciones generales, porque tampoco fuera viable la gran coalición que sueñan Rajoy y Rivera, Podemos tendría que enfrentarse a dos situaciones adversas en ese escenario: las encuestas que reducen su apoyo electoral y la campaña devastadora que PSOE y Ciudadanos harían en contra de Podemos, acusándolo de haber impedido un “Gobierno de las fuerzas del cambio”, campaña que ya han iniciado con toda crudeza.

Ante la confusión del enunciado de las dos preguntas que hará Podemos a sus bases, quienes piensen como yo tendrían que votar “sí” a la primera y “no” a la segunda, aunque ninguna de las dos respuestas serían del todo exactas, pero sí las más aproximadas a la intencionalidad básica que se buscaría con ellas, que sería dejar que gobierne el PSOE con Ciudadanos, ya que para estar en ese Gobierno “Podemos tendría que dejar de ser Podemos”, e ir a unas nuevas elecciones aumentaría considerablemente el riesgo de perder representación parlamentaria. 

La hora de la gente