viernes. 29.03.2024

Pensamientos públicos

Pensamientos secretos es el título de un inteligente y divertido (como todos los suyos) libro de David Lodge.

Pensamientos secretos es el título de un inteligente y divertido (como todos los suyos) libro de David Lodge. El presente de la novela es el de finales de los años noventa, momento en que empezaba a generalizarse el uso doméstico de los ordenadores y donde las posibilidades del desarrollo tecnológico e informático y su influencia en nuestra forma de comunicarnos y relacionarnos con los demás eran tan solo una intuición de tintes futuristas. Uno de los temas que plantea la obra es el de esa dualidad que se da en todos nosotros entre lo que somos y pensamos privadamente (nuestra conciencia) y lo que dejamos translucir de ese yo secreto ante los demás, condicionados por todo tipo de intereses y convenciones en virtud de nuestra cultura, educación, etc. (nuestro yo social). La maestría narrativa de Lodge nos permite, por ejemplo, asistir a una escena donde observamos a los personajes, digamos, desde fuera, tal y como ocurriría en la realidad, sin que podamos saber de ellos (lo que piensan o cuáles son sus intenciones) nada más que lo que sus gestos, su conducta y sus palabras nos revelan, para, unas páginas más adelante, mostrarnos aquel mismo suceso visto o interpretado a través de la conciencia de cada uno de los protagonistas. Como se pueden imaginar, nada es lo que parece, y este conflicto permanente entre lo que se piensa y lo que en realidad se dice o se hace, no solo da pie a momentos de gran comicidad sino que refleja con agudeza y profundidad la complejidad de la naturaleza humana y de los códigos que rigen nuestras relaciones y el modo en que nos comunicamos con los demás.

En nuestros días, el uso que cada vez más gente hace de las redes sociales, muchas veces como una suerte de diario íntimo donde reflejar casi en tiempo real sentimientos, estados de ánimo e incluso los actos más intrascendentes y cotidianos, cuando no como mero registro del flujo de conciencia, es decir, de pensamientos espontáneos, ocurrencias poco o nada elaboradas que uno mejor haría guardándose para sí, parece romper definitivamente esta barrera entre lo privado y lo público, entre lo personal y lo social. Esto, a menudo lleva a situaciones casi más hilarantes que las planteadas por Lodge en su novela, aunque, por lo visto, otra de las particularidades de esta nueva forma de comunicación, a la vez personal y masiva, es la de anular por completo nuestro sentido del ridículo.

Pensamientos públicos