La actualidad me pedía hacer alguna referencia a las recientes reelecciones generales, pero ¡por qué escribir sobre cosas tristes! Nada como un buen libro para escapar de las habituales decepciones de la realidad. Ahora que parecemos estancados en tiempos oscuros, que retrocedemos en lugar de avanzar (¡y no me refiero a la economía, que parece la única preocupación de nuestros gobernantes!), leer Del color de la leche (Ed. Sexto Piso), de la inglesa Nell Leyshon, nos ayuda a poner en perspectiva el camino recorrido hasta aquí, reflexionar sobre ciertas (oscuras) constantes en la evolución de nuestras sociedades. Con una prosa y un estilo, diría que luminosos, Leyshon da voz a una granjera inglesa del siglo XIX atrapada en el infranqueable círculo de brutalidad de su época y de su condición social. No obstante, uno de los aciertos de esta historia es que la injusticia última que nos relata, en apariencia vinculada a aquellos tiempos tan alejados de nuestra modernidad de derechos sociales y universales, resulta monstruosamente contemporánea.
Del color de la leche es uno de esos libros fascinantes que aparecen de vez en cuando en el océano de novedades editoriales y que, de la forma más inesperada, consiguen despuntar entre otros títulos y autores más llamativos o instalados en un orden superior de la jerarquía literaria, y correr de boca en boca y hacerse un hueco para siempre en el corazón generoso de los lectores. Me recuerda, no por el estilo ni por la historia que cuenta, ya digo, sino por esa singularidad de la que hablo (una suerte de belleza intrínseca, una voz narradora con una sensibilidad y un ritmo muy especiales), a libros como Sostiene Pereira, El pianista del gueto de Varsovia, La lluvia amarilla…
Cosas que pasan cuando trasteas por las librerías y preguntas al librero o entablas conversación con otros clientes que también rebuscan en las estanterías o se beben una cerveza en la barra de una de esas librerías donde los lectores sedientos vemos colmadas, en un mismo espacio, dos de nuestras necesidades más íntimas… Es justo agradecer las buenas recomendaciones y fue Javier Pintor quien, una tarde en la librería Berbiriana, me habló de esta novela y me incitó a leerla.
Nell Leyshon acaba de publicar un nuevo libro, El show de Gary. Habrá que seguir leyéndola. Esta autora se ha ganado a pulso un hueco, también, en el corazón de mi biblioteca.