sábado. 20.04.2024

Los recursos humanos en lo público

En la Administración Pública, todo el personal está catalogado, reglado y estamentizado.

Mi ocupación anterior de Director Gerente del Instituto Navarro de Administración Pública (INAP) me ha hecho aficionado a las relaciones laborales en la función pública. Desde mi punto de vista, la más importante de las reformas en la administración pública es la gestión de sus recursos humanos para potenciar el sector público.

En la Administración Pública, todo el personal está catalogado, reglado y estamentizado. Todo ello, desde el principio de que lo que no es de mi competencia no es de mi incumbencia. Hay que cambiar ese principio para tener una cultura diferente, donde el empleado público tenga autonomía, polivalencia, flexibilidad en su tarea. Junto con ello, es preciso establecer mecanismos de participación de los trabajadores públicos en la gestión para favorecer la innovación y la motivación. Los recursos humanos en el sector público son potentísimos en cuánto a nivel de instrucción, dedicación y experiencia pero se encuentran claramente infrautilizados y desmotivados. Y no sólo por cuestiones dinerarias.

Por otra parte, en esa gestión de los recursos humanos se hace preciso que los directivos estén imbuidos de principios de gestión organizativa y de valores de ciudadanía. Deben asumir las funciones de promover la productividad desde la evaluación de desempeño de las tareas,  basándose en indicadores objetivos. Debe saber trabajar y fomentar equipos desde el liderazgo. Al ser gestión pública deben asumir los principios de apertura, participación, responsabilidad, eficacia y coherencia que representa el Buen Gobierno-Gobernanza, tal como establece la Unión Europea. Por ello, es preciso fomentar una dirección pública formada y preparada que lideren procesos. Tanto, trabajadores como directivos deben desarrollar una importante labor formativa que sirva para adaptarse a los nuevos tiempos.

Otro de los retos es la asunción del componente tecnológico, e-Administración. Las Técnicas de Información y Comunicación (TIC) abren un potencial ilimitado tanto en la prestación de servicios a la ciudadanía como en el cambio organizacional. Cada vez más, surge un amplio catalogo de servicios on-line para la ciudadanía.  Y en el interno, la comunicación en red puede romper la tendencia a trabajar en compartimentos estancos.  

La cultura de la Evaluación en el sector público es otro importante reto que se debe llevar a cabo. Es preciso conocer, para mejorar, los efectos sociales, el impacto de las políticas y programas públicos; promover la optimización de los recursos mediante balances; rendir cuentas a la ciudanía y observar otros diseños públicos. A la  cultura evaluadora  se le debe unir el  principio de Transparencia como elemento indisoluble de Calidad Democrática. No sólo en el nivel político de la administración, sino también en el técnico. En su web oficial, podemos encontrar un listado de todos los empleados públicos de la Casa Blanca, así como su sueldo y el cargo que desempeñan.

Por último, la administración pública debe dialogar con la sociedad. Habría que revisar la relación público-privado en el sentido de priorizar por parte de lo público a lo más social del ámbito privado. Lo que llamamos Tercer Sector. De hecho, ya se hace con reservas de contrataciones públicas  a determinadas empresas sociales. En fin, desde lo público incentivar lo más social.

En definitiva, merece la pena reflexionar sobre la Administración Pública con ánimo innovador y afán de cambio. 

Los recursos humanos en lo público