sábado. 20.04.2024

Diálogo social europeo

La reunión de CCOO y UGT con la Presidenta del Gobierno de Alemania, que se produjo a primeros de julio, ha pasado un tanto desapercibida. Sin embargo, más allá del contenido y de los resultados, tiene un significativo valor. El valor de Europa y de la Globalización; y también del Diálogo Social.

La reunión de CCOO y UGT con la Presidenta del Gobierno de Alemania, que se produjo a primeros de julio, ha pasado un tanto desapercibida. Sin embargo, más allá del contenido y de los resultados, tiene un significativo valor. El valor de Europa y de la Globalización; y también del Diálogo Social. El hecho de que el sindicalismo español tome la iniciativa de propiciar ese encuentro da muestras de las convicciones europeas de estas organizaciones sociales. Más allá de la asimetría en la construcción europea y del protagonismo de Alemania.

Los dos sindicatos están convencidos de que el modelo social europeo es la salida y la oportunidad. Y no caben procesos políticos ni sociales de renacionalización. Tampoco de desmantelamiento institucional, ni de deslegitimación de nuestra democracia.

La Estrategia de la UE para “Un crecimiento inteligente, sostenible e integrador”, heredera del Tratado de Lisboa, apuesta por una Europa abierta al mundo que seguirá siendo un mode­lo para los demás, difundiendo sus valores y favorecien­do la adopción de normas más estrictas en los ámbitos del trabajo, el medio ambiente y la seguridad en todo el mundo(sic). Quizás, en estos momentos, sea una quimera, pero a perseguir.

En definitiva, el Diálogo Social, también en el ámbito de Europa, es algo que no debemos olvidar. No es que sea la síntesis superadora de la lucha de clase. Es, ni más ni menos, una herramienta de los trabajadores para la construcción de modelos sociales sostenibles.

Por otra parte, el Gobierno de España y el PP se han visto sorprendidos con este movimiento. Que la señora Merckel reciba a Toxo (CCOO) y Méndez (UGT) cuando Rajoy ha intentado ningunearlos es algo que les ha supuesto un bofetón. Quizás desconozcan, a menos ocultan,  que en ese modelo alemán, tan ansiado y envidiado, de crecimiento los sindicatos juegan un papel. En muchos sectores económicos, la cogestión sindical en procesos productivos es una realidad.

Una cosa es que el populismo, que prende como la yesca en esta crisis, intente quemar al sindicalismo español y otra, que el sindicalismo sucumba. Estamos en un contexto en que la crisis va adquiriendo un tinte ideológico populista y peligroso, en términos democráticos. Si la crisis empezó más como un problema económico derivado de un modelo de desarrollo especulativo; hoy la crisis se está convirtiendo en mera ideología. En una ideología que plantea modelos sectarios, exclusivos, excluyentes e intolerantes. Por lo tanto, la batalla contra la crisis, además de centrarse en la creación de empleo y de modelos sociales, se debe centrar en luchar contra las ideas antidemocráticas.

Por ello, el nihilismo no es la mejor herramienta. Es preciso, proponer, construir y reforzar socialmente iniciativas alternativas viables. Propuesta y protesta. Porque tal como se le atribuye a Azaña: Nosotros somos gente de orden, pero de otro orden.

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