jueves. 25.04.2024

Plan de modernización de la FP sin pena ni gloria

¿Quién se ha enterado de la aprobación del Plan de Modernización de la FP con 1500 millones de euros, presentado por el presidente del gobierno?

    “Esta cantidad podrá ser ampliada con fondos provenientes del plan de recuperación de la Unión Europea, que permitirá nuevas actuaciones formativas en el ámbito internacional

    La colaboración público-privada y el apoyo a las personas expulsadas del mercado laboral en esta crisis Covid-19 son dos de los principios que rigen el plan

    El Ejecutivo promoverá la creación de 200.000 nuevas plazas de FP hasta 2023 y diseñará nuevas titulaciones ligadas a la industria 4.0, Big Data, robótica o inteligencia artificial, entre otras

    Se va potenciar la FP dual y se incorporará a la pyme al ecosistema de formación profesional

    El Ministerio de Educación y FP impulsará, en colaboración con las Comunidades Autónomas, la acreditación de las competencias profesionales de más de tres millones de personas en los próximos cuatro años

Así lo presenta la web del Ministerio de Educación y Formación Profesional y podría destacar también la colaboración con los sectores productivos y con las organizaciones empresariales y sindicales, en varias de las líneas de actuación. No pretendo publicitar la acción de gobierno porque es cada vez más significativa la esquizofrenia social que sufrimos. Por un lado siempre se reclama la potenciación de la FP, con el modelo alemán por bandera, pero cuando existen nuevas políticas o novedades importantes, no resulta interesante. Otros temas se repiten hasta la extenuación, algunos por morbosos otros por el personaje, incluso por narcisismo periodístico (según Bordieu).

Si de una vez por todas no se asimila en profundidad en la sociedad española la relevancia de la formación profesional, a lo largo de toda la vida, inicial y continua, en desempleo o en activo, seguiremos repitiendo las carencias y las discriminaciones clasistas. Nuestro Sistema de las Cualificaciones y la Formación Profesional es mejorable pero cuenta con las bases necesarias para progresar en la formación o en el reconocimiento de las cualificaciones de la fuerza de trabajo.

Ya he cuestionado en otras publicaciones, algo que se plantea nada más y nada menos que en la “Misión” de este plan: el capital humano y el talento, conceptos muy peligrosos que pueden responder a modelos elitistas del desarrollo profesional o economicistas sobre las inversiones. Si somos capaces de adaptar ese vocabulario a modelos que no reproduzcan la ideología dominante donde manda el mercado, puede desarrollarse un sistema o una oferta de formación profesional a lo largo de la vida, que se corresponda con políticas públicas coherentes con las necesidades del sistema productivo en su conjunto, en función tanto de la demanda de las empresas como de la formación que necesitan los trabajadores y las trabajadoras.

Son correctos los ejes estratégicos seleccionados, aunque con diferencias en su desarrollo. Unos por el modelo que subyace, otros por algún desequilibrio que puede generarse y pretendo realizar una crítica constructiva, por una carencia tradicional que se repite aunque se haya avanzado, respecto al 10.

1. Reconocimiento y acreditación de las competencias básicas y profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral

2. Flexibilización y accesibilidad de la formación para un sistema único de la Formación Profesional

3. Digitalización y Formación Profesional

4. Innovación y Formación Profesional

5. Emprendimiento y Formación Profesional

6. Renovación del catálogo formativo. Definición de sectores estratégicos

7. Redimensionamiento de la oferta de Formación Profesional

8. Potenciación de la Formación Profesional dual

9. Centros de Formación Profesional como organizadores de tecnología aplicada. Redes de centros para la innovación y la creatividad aplicada en Formación Profesional. Estructuras de apoyo integral al sistema

10. Orientación profesional

11. Evaluación y calidad del sistema

Muy importante empezar por el reconocimiento de la experiencia (1) como fuente de cualificación pero es preocupante que se incorporen las competencias básicas, sin especificar opciones: se facilita la formación para obtener los requisitos académicos para conseguir la titulación o se promueve otra vía de reconocimiento de la cualificación, donde no sea un obstáculo el nivel en matemática o lengua. Es un debate sin duda, pero la flexibilidad y el desarrollo de las competencias profesionales, en muchas ocasiones no dependen  precisamente de los aprendizajes escolares. También es posible, no participar para obtener una titulación sin los requisitos, cuando existen otras opciones como los Certificados de Profesionalidad y otras acreditaciones específicas que pueden crearse (al estilo de carnets profesionales, requisitos de acceso, certificaciones de sector o de empresa, etc.). El título no puede ser la única opción de reconocimiento de las competencias profesionales.

Algunos ejemplos pueden ser útiles, como en el eje 2 donde la flexibilización y la oferta modular son una reivindicación histórica, para que existan mayores opciones para jóvenes y adultos que no han obtenido titulaciones en su edad escolar. Sin embargo, la unificación de los currículos presenta dificultades si predomina la perspectiva académica de las titulaciones. Un viejo debate, que significa una profunda reflexión sobre los orígenes de los aprendizajes que cualifican profesionalmente. También, la formación a la carta para las empresas, que puede ser de la mayor eficacia si se aplica para la innovación o un completo fraude si no se controla en qué y a quiénes se forma.

La digitalización(3) merece un capítulo específico que sería excesivo aquí, sólo señalar que el modelo y las acciones tienen que estar incardinados con la especificidad en cada sector, colectivo o áreas de trabajo. Ni equipando con las TIC solamente ni café para todos tienen ninguna eficacia. Las líneas propuestas son todas necesarias, bien desarrolladas, esperemos que se cumplan. Al igual que el eje 4 de Innovación, imprescindible si realmente la cultura empresarial cambia el modelo cortoplacista. Con el emprendimiento (5), la advertencia sería que no puede servir para el “sálvese quien pueda” ni para la individualización o precarización del empleo como autoempleo fraudulento.

Tanto la renovación del catálogo (6) como redimensionar la oferta (7) son esenciales, y en cuanto a la Potenciación de la FP dual (8) excelente medida la creación de un contrato específico, es una conquista de las reclamaciones de CCOO desde hace mucho. Pero resulta un tanto limitado reducirlo a los jóvenes de 16 a 20 años, relacionado con el abandono escolar. Sabemos las razones poderosas de los fondos europeos para el abandono escolar temprano y se debe garantizar esa contratación. Sin embargo, sería deseable una adaptación y mejora del contrato para formación y aprendizaje para el conjunto de la población trabajadora. Aunque ya no sería competencia de este Ministerio.

Las propuestas del punto 9 ya se han mencionado muchas veces, a ver cómo se concreta, con los riesgos de academicismo que ya advertimos si todo se centra en la FP inicial y todo parte de la experiencia y el conocimiento de las enseñanzas regladas. Las dificultades de adaptación a las enseñanzas no formales implican unos cambios radicales de modelos pedagógicos y contar con los profesionales de la formación para el empleo, se conectan dos mundos con grandes diferencias culturales y organizativas. Diferentes edades, diferentes contextos de aprendizaje, mayor o menor contacto con el sistema productivo y la organización del trabajo, diferentes intereses del alumnado, diferentes formas de reconocimiento de las competencias profesionales. No es fácil y los errores se pagan muy caros, porque además, hay que superar la titulitis, la escasez de formación didáctica, los modelos “escolares” e incluso la ausencia total de experiencia laboral, en demasiados profesionales de ambos mundos (porque nunca se ha exigido en la realidad). Merece atención especial.

Sin pena ni gloria la Orientación Profesional en el 10

"La orientación profesional a lo largo de la vida, valorada en su conjunto, en una de las inversiones más rentables que pueden hacer los responsables públicos. Una persona que tiene acceso a recursos de orientación de calidad tiene todos los elementos necesarios para una adecuada toma de decisiones y esta, a su vez, reduce notablemente el fracaso en los proyectos personales, el abandono educativo -en sentido amplio-, el desequilibrio social y las inequidades.”

Estas ideas se refuerzan aún más y produce una gran satisfacción verlo recogido:

“Aquellos países que tienen un potente sistema de orientación profesional tienen unas reducidas tasas de abandono educativo temprano y unas tasas también más bajas de abandono educativo en niveles postobligatorios.

Su importancia se acrecienta en circunstancias como las actuales, como servicio público de acompañamiento en el diseño de los nuevos itinerarios formativos y profesionales de cada persona.”

Era demasiado y llegamos a la misma decepción de siempre.

Sólo se plantean 2 medidas de ampliación de lo que existe: 10.1.ampliación de la plataforma de www.todofp.es explicando de qué se trata y sin nada de desarrollo y Línea 10.2. Módulo de formación sobre orientación profesional para los orientadores del sistema educativo. Al menos debería indicarse las fórmulas para la formación de esos profesionales, considerar las horas de dedicación a la orientación profesional, recursos e inversiones complementarias.¿Queréis saber dónde existe otra referencia a la orientación profesional? En la orientación profesional para el emprendimiento. Se confunde orientación con información o con inserción y no se aborda la absoluta descoordinación entre servicios en este tema.

Volvemos a lo mismo, se piensa en el sistema educativo, se declara y proclama sobre la orientación profesional a lo largo de la vida, pero esta modernización está amparada y estructurada para el sistema educativo. Debe hacerse, es un buen plan, son inversiones imprescindibles, pero hay elementos que son muy complicados de adaptar, cuando se manejan criterios “escolares”. La unificación de los subsistemas no puede resultar una homologación uniforme con los marcos de las instituciones educativas.

Si se entra en la espiral de considerar que el aprendizaje a lo largo de la vida tiene que estar legitimado por el sistema educativo, se perderán cualificaciones profesionales originadas en la experiencia y la formación no formal, no habrá adaptaciones ni flexibilidades para el conjunto de los trabajadores y trabajadoras de este país que necesitan formarse “para no quedarse atrás”. Las personas expulsadas del mercado laboral necesitan otro tipo de acciones formativas, ligadas a su historia profesional y vital, también académica, relacionada con sus motivaciones o intereses, por eso es relevante la orientación profesional a lo largo de la vida como política públicay unos itinerarios no condicionados por las enseñanzas regladas.

El broche final: En el presupuesto no existe.

La Ley Orgánica 5/2002 consagra como uno de los instrumentos y acciones: La información y orientación en materia de formación profesional y empleo y su Título III: Información y orientación profesional, se actualizó de forma ejemplar en 2011 con la Ley de Economía Sostenible y sigue vigente, pero al paso que vamos continuará siendo la asignatura pendiente con más retraso. Sería pesado transcribir todo pero sostiene que el gobierno “en cooperación con las Comunidades Autónomas”debe coordinar los servicios de todo tipo, las políticas de formación, empleo e inclusión social, su calidad lo preste quien lo preste, la adecuación y la formación de sus profesionales, El art.15 bis.2 finaliza con:

d) La accesibilidad de este servicio a todos los ciudadanos, independientemente de su condición social y profesional y de su ubicación geográfica, y de acuerdo con el principio de igualdad de oportunidades.

e) La prestación de servicios de atención singularizada a las empresas, especialmente pequeñas y medianas, así como a trabajadores autónomos, en tanto que recurso que permite optimizar su capital humano y diseñar itinerarios formativos ajustados a sus necesidades.

Lo único que se ha cumplido, también en varias regiones es la plataforma informática, cuya eficacia es cuestionable precisamente para las personas con mayores dificultades. En tiempos de incertidumbre, la orientación profesional es muy compleja, se necesita buena información, observatorios sectoriales, datosdel mercado de trabajo, disponibilidad de oferta formativa para construir itinerarios de formación gratuitos, pertinentes y de calidad. Con un sistema mucho más desregulado y privatizado que la sanidad o la educación, es una tarea que precisa determinación política, un modelo para la justicia social y un asesoramiento técnico de calidad, contando con el diálogo social.

¿Repetimos el modelo de segregación?

Si defendemos el prestigio de la Formación Profesional no podemos caer en convertirla en la receta para reducir el abandono escolar temprano, porque volverá a considerarse el itinerario de los que no quieren estudiar. El sistema educativo precisa de muchas otras medidas y cambios significativos para neutralizar el abandono escolar después de los 16 años.Por desgracia no se ha entendido que había que eliminar la FP Básica de la LOMCE o tienen demasiada influencia los fondos europeos. Las razones para el abandono están dentro de la enseñanza obligatoria y en la sociedad.Tiene que cambiar el modelo educativo, tiene que cambiar el modelo de formación, el tipo de empleos, el modelo de producción y de servicios, para incentivar a la juventud, para que la formación profesional cumpla la función de contribución al desarrollo económico, social y humano.[1]

En suma, un Plan de Modernización muy bueno, que habrá que vigilar y corregir, posiblemente desde otras medidas o inversiones, en el diálogo social y en las prácticas directas de algunas intervenciones, con cambios en el marco de referencia. El EuropeanQualification Framework en sus competencias claves para el aprendizaje permanente se aleja bastante de los conocimientos tradicionales y se expresa en términos de resultados de aprendizaje (conocimientos, destrezas y competencias), que no se dirimen con las normas y la cultura evaluativa del sistema educativo al uso.[2]


[1] Ver en la OIT Formación profesional y trabajo decente

 

Plan de modernización de la FP sin pena ni gloria