jueves. 28.03.2024

Diagnóstico: Aluminosis

El PP ha cimentado su organización política sostenida por ese combinado letal ebtre empresas constructoras y miembros del opus dei.

La aluminosis es un fenómeno que se asocia al hormigón, es una patología del mismo, una enfermedad por la que pierde parte de sus propiedades como material robusto eficaz para la construcción de estructuras que habrán de soportar el peso del edificio y el paso del tiempo. La aluminosis se produce por un uso indebido de técnicas que aceleran los elementos de forja y de fragua del hormigón, que si bien abaratan el ciclo constructor, suponen la inutilidad de dichas construcciones en un lapso de tiempo demasiado corto, su obsolescencia sobrevenida y el incremento del riesgo a que se expone por hundimiento de cuantos se hallan cobijados u obligados a convivir bajo la estructura debilitada.  

El caso es que analizando los efectos devastadores de la aluminosis y las causas que lo provocan, la evocación de estructuras no arquitectónicas viene rápidamente a la imaginación. El comportamiento del material constructivo enfermo se parece mucho al comportamiento observado en otras estructuras, no siempre edificantes.  Ya sé, lo estáis adivinando, pero es que es así. El auto del juez que lleva el caso de la financiación ilegal del partido popular y los resultados de la elecciones en Andalucía, semejan esas pústulas que llagan el hormigón ante las que los técnicos no tienen otra solución que dictaminar cierre y demolición. El partido popular está enfermo, infectado de una bacteria degradante que no tiene más tratamiento que la extinción del propio organismo. Operación probablemente en marcha con la sustitución del partido gangrenado por Ciudadanos, estructura de representación de la voluntad de la derecha pero, de momento al menos, a salvaguarda de los elementos disgregadores que han atacado ya sin remedio al partido popular.

El hormigón aluminoso fue muy utilizado en el primer boom de la construcción en los años 60 y 70, en los que los movimientos migratorios acelerados del campo a la ciudad generaron una necesidad de edificios residenciales y de servicios muy grande. Construir deprisa y hacerse rico antes, parecía una idea más que posible si se buscaba acortar caminos en la construcción y se aturdían los sentimientos conectados a la experiencia ética. Constructoras todavía hoy en activo (aunque algunas ya bajo otros nombres comerciales) y el Opus Dei como garante moral fueron las apuestas.  Barrios convertidos en guetos y edificios obsoletos por la aluminosis parte de los resultados.

Y, ¡qué casualidad hombre! El partido popular ha cimentado su organización política sostenida por ese combinado letal que forman empresas constructoras y miembros del opus dei. Y ya todos sabéis que no siempre son dos personas distintas que hayan de ponerse de acuerdo, en muchos casos es una y misma que de este modo se ahorra hasta la molestia de tener que persuadir o corromper a alguien.

Si, el diagnóstico sobre lo que ocurre en el partido popular es el de aluminosis no solo porque haya tratado de acortar los caminos de la influencia política utilizando aglutinantes efímeros como el nepotismo, la corrupción de las instituciones de control y vigilancia y la agresividad fiscal y policial con los otros. Todo ello ha ocurrido, basta acudir a la lista de implicados (y ya veréis lo que nos reserva el futuro) en casos de malversación, utilización indebida de fondos, otorgamientos de contratos…

Del mismo modo basta con analizar qué se ha hecho con las agencias de control de las actividades en los mercados, la agencia tributaria, la inteligencia policial… O se han desnaturalizado  revisando sus objetivos, o se han repoblado de familiares, amigos o donantes necesitados de la justa paz espiritual tan bien pagada, como se pretende con las oficinas de turismo en el exterior. Sobre la agresividad frente a los potenciales enemigos, en dos palabras se resume: Montoro y Cifuentes. Pero se ha aprobado legislación en materia de represión que estudian dictaduras bolivarianas y otras menos mediáticas. Y ello permite levantar un edifico en tiempo record, pero como los edificios afectados por aluminosis del hormigón, de caducidad inminente.

Si, lo que le ocurre al partido popular es aluminosis. Las causas y los efectos son los propios de esta irreversible enfermedad.  No es que lo sienta mucho, sólo me dan ganas de decirles sin acritud: Dejando el partido en manos de constructores desalmados y gente con el alma blindada del Opus ¿Qué esperabais?

Diagnóstico: Aluminosis