miércoles. 24.04.2024

¡Casado, por dios! sal de tu zona de confort

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Y mira que a mí me da igual el futuro del líder del partido popular, pero es que verlo empequeñecido me da como fatiga. No sé si será porque en el master a distancia, a mucha distancia, que siguió en Harvard no le advirtieron o es que directamente el trimestre dedicado a la materia no asistió a las lecciones, pero es de primero de cualquier curso de mejora personal o profesional el abandonar el espacio de confort. Te lo dice el monitor de coaching menos bragado y te lo dice el más sesudo adviser senior de desarrollo, innovación, motivación y dos huevos duros: abandona tu zona de confort para progresar, záfate de la situación cómoda que no va permitirte más que orbitar en el vacío hasta caer en la más triste de las melancolías ¡Sal de la zona de confort!

Y usted nada, erre que erre enclaustrado y sin salir de su cuartito calentito que limita al norte con Cataluña, al sur con Venezuela, al este con los tribunales de justicia y al oeste con ese partido del que usted me habla y del que yo apenas se lo que dice la prensa

Y usted nada, erre que erre enclaustrado y sin salir de su cuartito calentito que limita al norte con Cataluña, al sur con Venezuela, al este con los tribunales de justicia y al oeste con ese partido del que usted me habla y del que yo apenas se lo que dice la prensa. Una zona aparentemente confortable que puede deshacerse como un azucarillo. Cataluña va a dejar de ser un problema letal enquistado para convertirse en una dolencia crónica. Venezuela no da para definir claves de política exterior y de diplomacia. Los tribunales, sus queridos tribunales, ya no aguantan más sonrojo inducido por años de monopolización del entramado de la justicia. El partido del que usted me habla del que, haga memoria, fue un actor relevante, no solo se refundó para ser convertido en máquina de absorber recursos públicos y privados, lo hizo una persona que le echa el brazo por la espalda y le susurra los nombres de sus colaboradores, y le digo a usted que le va colar una colección de mangutas [1], que no va tener tiempo de mandarlos a ese pasado que usted cree haber olvidado.

Así es que de verdad, déjelo, deje de hacer política a través de los tribunales, ya no dan para más, va a ir cosechando un archivo de causa tras otro, va llegar el día en que la secretaría del juzgado no se va a molestar en recoger la denuncia para satisfacer la prensa amiga, van a ser los bedeles quienes, de modo humilde pero respetuoso, van a recoger sus denuncias y desecharlas directamente en el cuarto de papel para reciclar. Y eso es triste, incluso para mí, Ver a personas adultas hacer el ridículo siempre me ha abochornado, no puedo con ello.

Y lo más grande es que usted tiene mucho que hacer, póngase a ello. Podría comenzar por definir una línea política propia, no propia de usted, sino una línea política en sentido propio, en la que queden reflejados cuáles son los objetivos que su formación persigue y cómo podríamos el resto de los españoles conectarnos a su propuesta, en lugar de presentarnos como programa de su plataforma política una sarta de reclamaciones destartaladas que remiten a la postura del mal perdedor. A estas alturas usted ya debe haber advertido que las propuestas políticas establecidas como reverso de la acción de otros, no van muy lejos. Ni en el caso de Trump con su obsesión por lo logrado por Obama, ni en el caso Bolsonaro endemoniado por el anticristo Lula que tentó a la gracia divina con comedores sociales, ni el carapo, digo el alcalde Almeida y su edípica fascinación por Carmena, han llevado a buen puerto ninguna estrategia, antes al contrario han conseguido crear un caos en su entorno del que ya no pueden prescindir. Así es que póngase a ello y olvide a Sánchez, se lo digo por su bien y el de todos nosotros (oírle berrear y patalear, ya le digo que resulta vergonzante) 

Una vez defina con claridad su ruta, dedique tiempo a organizar su partido del modo que le parezca más oportuno. No deje que vengan otros a aprovechar su estado de ceguera irritativa. Va a tener candidatos aprovechados que le traicionarán en cuanto se descuide, no olvide que habita un partido con una historia de familias organizadas y de advenedizos de oportunidad que ni Ciudadanos. Respecto de la organización, de verdad, cójasela con papel de fumar. Hay una cola de juristas y exdirectivos de empresa pública represaliados por los malditos comunistas que ni te cuento.  Al turrón, con extrema cautela póngase a ello que hay tela que cortar.

Y cuando acabe con esto, le sugiero que comience a construir las murallas de autoprotección que toda organización necesita. Antes no las necesitaba, el partido popular no tenía depredadores, pero la cosa ha cambiado, o protege el cotarro o se lo meriendan. Se acabó el dormir a pierna suelta sabiendo que pasara lo que pasara, el Ibex y el Vaticano siempre apostarían por Génova. Eso se acabó. La Iglesia, tan dividida como su partido, ya no es esa institución infalible, que infaliblemente apostaba por vos. El Ibex, quieras que no, son gente codiciosa, digo pragmática. Su conducta es como la de esos volubles adolescentes que te acusan por menos de nada de que tú ante molabas pero ahora ya no. Si te ven desnortado te dirán que ellos tienen sus principios, pero si no te gustan tienen otros de recambio.

En fin, que como digo, yo veo mucho por hacer, una ingente tarea que se dice. Hay que ponerse las pilas, pero mientras se cobije en su mullido nicho calentito, mientras siga instalado en su zona relajante nada se puede esperar, perdone que se lo diga de esta manera, en beneficio de todos ¡salga ya de su zona de confort!


[1] Impresentable en cheli

¡Casado, por dios! sal de tu zona de confort