martes. 23.04.2024

Díaz Ayuso la Presidenta de la infamia

El acto de cierre del hospital de campaña del IFEMA ha sido un  ejemplar prístino de la infamia de la derecha española. La búsqueda de protagonismo político a costa de las víctimas, la ausencia de reconocimiento a la Unidad Militar de Emergencia que puso en marcha las instalaciones en un tiempo record, las falsedades acerca de la gestión sanitaria del PP en la Comunidad de Madrid o sus chulescos ataques al Gobierno de España… por no hablar del ambiente festivo y verbenero del acto con “bocatas de calamares” incluidos, no son nada al lado de el despido del personal sanitario sumado de urgencia para hacer frente a la pandemia.

Sin embargo este tinglado  de política basura montado por políticos basura detrás del que puede olfatearse la mano de Miguel Ángel Rodríguez, experto manipulador de la verdad, provocador profesional y maestro de la miseria moral, justo el día antes del comienzo de la aplicación de medidas de alivio del confinamiento no es ingenuo. 

El acto del IFEMA pone de manifiesto que no hay cambios en la actitud de las derechas, que siguen buscando el daño por encima de todo, pareciera que un rebrote de la pandemia entra dentro de sus cálculos políticos para alcanzar el poder

El acto celebrado en el IFEMA marca la pauta para un incumplimiento generalizado de las medidas de protección. Busca convertir Madrid en el territorio rebelde frente a las normas del Gobierno. Ejemplifica el comportamiento que se espera de las huestes de la derecha en las calles de Madrid con el objetivo de provocar el retraso del alivio en nuestra comunidad y favorecer el victimismo. Pone de manifiesto que el Gobierno Regional no tiene intención de fortalecer el sistema madrileño de salud y sigue burlándose de los profesionales sanitarios como llevan haciendo desde hace años, aun están en nuestra memoria las risitas y chanzas de Aguirre ante las reivindicaciones de sanidad pública.

En el fondo se busca provocar en Madrid una batalla entre cumplidores e incumplidores, entre solidarios e insolidarios que contribuya al clima guerracivilista que la derecha busca. Viven políticamente del enfrentamiento y solo mediante el enfrentamiento  aspiran a alcanzar el poder sin importarles ni la vida ni la salud de sus conciudadanos. Se pretende el enfrentamiento de unos con otros, el choque social, único caldo de cultivo en el que saben vivir y reproducirse.

Tenemos que hacer memoria

La derecha utilizó los atentados del 11-M para buscar la confrontación de unos españoles con otros en un alarde de antipatriotismo sin parangón. No consintieron que pudiéramos llorar juntos a los muertos. La necesaria unión frente al terrorismo se intentó transformar en confrontación entre españoles “buenos y malos”. Todos nos acordamos.

 No pudimos celebrar juntos el final de ETA porque llevaron la confrontación a límites insufribles… no podían aceptar que un gobierno socialista diera la puntilla a la banda. Pareciera como si nuestra incivil derecha estuviera más contenta con ETA matando que con ETA rendida. Como ahora prefiere al virus matando. A fin de cuentas, como se ve de nuevo, viven de los muertos, de alimentar el miedo y la desesperanza.

Negar el cambio climático o la violencia de género son ejemplos de lo mismo… recordemos la actitud ante Madrid Central. La derecha no soporta reconocer situaciones que nos deberían unir a todos porque necesita el  odio y la confrontación como forma de existencia. Es la competencia y no la cooperación lo que desde el ideario liberal establece el orden social.

El acto del IFEMA pone de manifiesto que no hay cambios en la actitud de las derechas, que siguen buscando el daño por encima de todo, pareciera que un rebrote de la pandemia entra dentro de sus cálculos políticos para alcanzar el poder.

No se puede condescender con esta provocación. Los comportamientos exhibidos este primero de Mayo por la Presidenta de la Comunidad y el Alcalde de la Ciudad de Madrid deben ser castigados. Debe ejemplificarse que la ley es igual para todos. Sería un error que no se hiciera así por miedo a un choque político: mucho más temible sería un choque social entre la ciudadanía. Nuestra Constitución contiene mecanismos para actuar frente a los irresponsables. El Gobierno de España tiene la obligación de intervenir con contundencia.

Díaz Ayuso la Presidenta de la infamia