jueves. 28.03.2024

La importancia de la política

La política es un concepto que abarca la actividad desarrollada por el hombre de forma interesada, con una justificación ideológica y con unos objetivos que deben ser conseguidos.

En este país siempre ha habido una gran tradición de crítica hacia la política. Uno de los factores históricos que explica este rechazo tiene que ver con el franquismo y su visión de la misma como algo nefasto para España, según su interpretación de lo que había ocurrido en la República. Eso sí, el franquismo soslayó contarnos que lo que hacía cada día, después de haber ganado una guerra y reprimido sin cuartel, era política, autoritaria y dictatorial, pero política al fin y al cabo. La falta de una profunda tradición práctica democrática tiene mucho que ver, pues, con ese odio casi visceral e interesado hacia la política. Pero, indudablemente, no podemos achacar toda la responsabilidad a una dictadura que nunca tuvo ningún interés en el fomento del servicio público ni en la defensa de valores de tolerancia, respeto, diálogo y civilizada convivencia, elementos todos ellos de otra forma de hacer política. Existe otra responsabilidad y se encuentra en la constatación de que una parte de los políticos de nuestra democracia han convertido el ejercicio político en un lodazal de corrupción. No son todos, ni tampoco la mayoría por mucho que algunos se empeñen, pero sí los suficientes para provocar un rechazo hacia la política, y que tendría otra raíz histórica distinta a la franquista. Nos referimos al poso anarquista, tan importante en la historia contemporánea española, y que podría haberse reelaborado en muchos movimientos de calle, en el 15-M, salvando la distancia temporal.

El objetivo de este artículo es hacer un repaso sobre lo qué es la política para intentar demostrar que sin ella es imposible vivir en una sociedad, especialmente en los tiempos que vivimos donde el electorado español ha decidido que hay que hablar, escuchar y pactar, alejando las mayorías absolutas por las terribles consecuencias que acarrean.

La política es un concepto que abarca de forma genérica la actividad desarrollada por el hombre de forma interesada, con una justificación ideológica, y con unos objetivos que deben ser conseguidos y válidos para la comunidad. Pero esta definición es muy vaga y hay muchas otros significados.

Una primera perspectiva vincula la política con el conflicto. En este sentido, se hablaría de un juego de amigo-enemigo, o como lucha o combate entre individuos y grupos para conquistar el poder y, una vez conseguido, usarlo en beneficio propio y en perjuicio de los vencidos. Un ser político sería la persona que ha sabido desarrollar una serie de argucias, así como saber emplearlas para conseguir el mejor resultado en el enfrentamiento. En realidad, esta sería la política que ejerció el franquismo, y con evidentes herencias en la democracia actual.

La segunda visión considera la política desde una dimensión ética. Sería la disposición a obrar en la comunidad influyendo o utilizando el poder para lograr el bien común. Las acciones políticamente correctas serían aquellas actitudes y decisiones que tienen presente la dignidad de las personas o los derechos y libertades de personas y/o grupos. Esta sería la forma de hacer política en una democracia. Otra cuestión es que cada uno opinemos de diversa forma sobre qué partidos y políticos hacen esto y quiénes no.

Pero la política también puede ser entendida como el colectivo de individuos que ocupan cargos durante un tiempo. Se habla, pues, de clase política, como un grupo cohesionado que pretende, independientemente de las ideas, su autoperpetuación. En nuestro momento presente esta visión tiene un gran éxito por lo comentado al principio. El discurso de la “casta”, independientemente de la opinión que tengamos sobre el mismo, sobre su adecuación a la realidad presente o sobre su exageración, tiene mucho que ver con esta idea.

Como se comprueba, estamos tratando con un término o concepto complicado. Al principio, por política se designó el arte o ciencia del gobierno, naciendo en la polis griega. Tenemos que tener en cuenta que el término viene de polis; sería el gobierno de la polis. Este concepto se relaciona con el del estudio de cómo emplea el Estado sus recursos para tomar decisiones políticas. Sería la policy anglosajona. El problema de esta acepción es que alude más al resultado de la política que a la política en sí.

Hoy en día se considera la política como la interacción entre los distintos actores que, al tener intereses encontrados, luchan para acceder o influir sobre el poder público. El poder, ya sea por consenso o por imposición, genera y transforma las normas que regulan la convivencia con el fin de resolver los conflictos. Sería el concepto anglosajón politics, es decir, el juego o juegos y las relaciones de poder en relación con las deliberaciones y desacuerdos que antecederían a la toma de decisiones. El concepto, pues, sí que trata de la política en sí, no del resultado de la misma, como en el anterior concepto de policy.

La importancia de la política