sábado. 20.04.2024

La respuesta sigue en el aire

Impera el mundo de las imágenes.

Es más fácil ver.

Se reacciona ante una foto antes que ante ningún conjunto de palabras más o menos bien ordenadas.

Dicen, y lo digo con tristeza, que “una imagen vale más que mil palabras”.

Cuando un texto, por mediocre que sea, se acompaña de una foto real (no de esas de archivo); la respuesta es “mayor… y más grande”.

Se está obligando a vivir demasiado rápido, a hacerlo todo demasiado rápido; hasta pensar; y pensar rápido, machaca el cerebro.

La gente se muere corriendo en una media maratón.

El mundo se ha acelerado tanto que parece que, ya, no va a dejar rastro.

No existen las fotos en cartulina que se guardaban en una caja de zapatos.

La música la hacen las máquinas, y pronto, no habrá libros… ni periódicos.

Se mira sin ver, se escucha sin oír, se desea sin querer, se acaricia sin sentir… y se ama… sin amar.

Puede que el mundo siga acelerado hasta que nadie pueda vivir su locura.

Puede que el tiempo se curve;

que el horizonte se llegue a alcanzar con la mano;

que las montañas azules se tornen grises;

que la mar siempre esté llana;

que el Sol no abrase y la Luna deje de ser de palta…

Pero…

mientras el mundo sea mundo,

y siga girando en la nada,

a las palabras se las seguirá llevando el viento,

y volaran y volaran,

dando vueltas y más vueltas

por todo el universo

con la Respuesta escrita en el Aire

La respuesta sigue en el aire