jueves. 28.03.2024

Organismos poco conocidos que regulan nuestras vidas en favor del “mercado”

El escándalo de la CNMC.

nmc

La CNMC es hija de la política neoliberal consistente en ir creando no solo en España, sino auspiciados por la UE e impulsados por los Tratados de Libre Comercio, de organismos de arbitraje con fuerza de tribunales, pero no compuestos por jueces y sometidos al poder judicial

Este verano de 2018 con una energía partidista fuera de toda duda, muchos sectores conscientes y reivindicativos de las clases populares y los ayuntamientos entre otros responsables de la cosa pública hemos descubierto de golpe, muchas y muchos, una cosa que se llama CNMC ósea Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Este órgano creado en 2013 es decir con la mayoría absoluta del PP mediante la ley 3/2013 es un organismo público, independiente del Gobierno que sin embargo lo nombra mediante decreto ley, pero que está sometido control parlamentario. Es seguro que la actual CNMC fue nombrada por el PP y todas y todos conocemos el carácter marcadamente conservador y neoliberal de todos los nombramientos del PP, todos ellos muy politizados en tribunales y cualquier instancia, por lo tanto en este caso y dados sus últimos informas escandalosamente parciales en favor de multinacionales y empresas defraudadoras o reventadoras del mercado español, el sesgo ideológico es claro.

El gobierno designa a diez personas “independientes” y con un “curriculum acreditado”, a la vista de sus actuaciones, ese curriculum lo han debido desarrollar siempre en sectores públicos o privados defendiendo intereses privados o al menos teorizando sobre supuestos de economía ortodoxa y neoliberal puesto que entre sus miembros hay ex cargos públicos de sesgo ultra liberal no solo del PP pues también CiU está presente.

Tras sus escandalosas actuaciones últimas, en asuntos como el daño que le hacen a la vivienda y sus precios los supuestos apartamentos turísticos y los fondos buitre o la destrucción de las leyes y ordenanzas municipales de movilidad por parte de las multinacionales virtuales de las VTC y las “uber” de todo signo y condición, deberían saltar todas las alarmas democráticas. Debemos recordar que una de sus acciones más clarificadoras es autorizar la introducción en España del fondo buitre Blakcstone.

Solo esto (lo de Blackstone) es toda una declaración de principios pues comenzaron metiéndonos a los fondos buitre que destrozan las expectativas de vida y vivienda de miles y miles de ciudadanas y ciudadanos españoles y arruinan a pequeñas empresas españolas y destruyen puestos de trabajo y luego a continuación, la CNMC les apoya con informes demoledoramente parciales y atentatorios contra el bien común y la democracia pues prohíben o intentan prohibir a los ayuntamientos desarrollar sus competencias constitucionales. 

Pero claro, la CNMC está sometida a control parlamentario, luego no podemos quejarnos solo, hay que exigir a parlamentarias y parlamentarios que demanden explicaciones y pidan ceses y cambios y al Gobierno de España que los haga.

La CNMC es un órgano dicen que independiente. Heredera del tribunal de la competencia, y tras este de la CNC que es su antecesor. La CNMC es hija de la política neoliberal consistente en ir creando no solo en España, sino auspiciados por la UE e impulsados por los Tratados de Libre Comercio, de organismos de arbitraje con fuerza de tribunales, pero no compuestos por jueces y sometidos al poder judicial, sino de carácter público-privado y ajenos a la disciplina de las leyes nacionales a “poca ropa” le afectan las leyes, pero a las grandes multinacionales no. En el caso de las VTC punta de lanza de la “uberización” laboral y económica, contra quienes se ganan la vida y pagan impuestos en España, violando la legislación de transporte público y las ordenanzas locales de movilidad sin embargo gozan del apoyo de la CNMC y similares ¿Luego cuál es su objetivo? Destruir toda normativa democrática, las leyes que defienden el empleo digno y hacer más difícil la vida a personas humildes en favor de multinacionales.

Son el fruto más directo de la globalización neoliberal. Pero recuerdo y exijo que los grupos parlamentarios progresistas hagan algo y ya. Lo pueden hacer. Que el gobierno cambie el consejo de la CNMC y la ley sea modificada. Que se frene la privatización de la justicia y que quienes impartan justicia puedan ser sometidos al imperio del soberano. En España el soberano, es el pueblo.

El mercado, incluso entre quienes lo defienden o se someten a él, necesita ser regulado y contenido. La competencia sin control solo beneficia a los fuertes, los buitres, los mafiosos. La ley debe proteger a la ciudadanía de la fuerza ilimitada de las poderosas multinacionales o todo es mentira. Sin mercado controlado y leyes protectoras de los derechos cívicos y las personas sin más medios que sus manos o su inteligencia no hay democracia. Decir que una “pyme” o una persona autónoma o inquilina, tienen las mismas posibilidades de competir que una multinacional es de una crueldad y una tendenciosidad mental alucínate, es tomarnos por estúpidos, es ser injustos. La CNMC está apostando por la ley del más fuerte y todos sus informes y demandas son ideológicos y políticos.      

Organismos poco conocidos que regulan nuestras vidas en favor del “mercado”