viernes. 19.04.2024

Jeremy Corbyn y el proceso de recuperación del socialismo para las izquierdas y las personas jóvenes

Lo que ha sucedido en el Partido Laborista de que un candidato de izquierda moderada venza en las elecciones a poderosos “aparatistas” neoliberales y socioliberales, es algo muy difícil de extrapolar al PSOE y tiene mucho que ver con la propia estructura del laborismo británico. Corbyn un socialdemócrata clásico y muy veterano, es capaz de derrotar al establishment británico de dentro y fuera del partido. Todo el socialiberalismo europeo tiene demasiados contactos y servidumbres con grupos empresariales, bancos y fundaciones liberales y anti socialistas. También el Laborismo, pero Corbyn lo ha sabido y podido romper.

Pero ¿Cómo y por qué? El Partido Laborista fue fundado por los sindicatos y es un partido obrero hasta que Tony Blair lo convierte en el partido de las clases medias beneficiadas por la “revolución conservadora” de Margaret Tatcher y transformando a él y a toda la ex socialdemocracia europea en un movimiento liberal-progresista y neoliberal. Pero el blairismo no logra romper con asuntos muy importantes, que siguen ligándolo a sectores populares, obreros y barrios empobrcidos. Veamos:

- Una red de locales en distritos populares, con líderes locales, que además ganan elecciones lo que permite personas de izquierda socialdemócrata en ciertos distritos, que garantizan las mayorías laboristas. Los diputados y diputadas son de distrito y el distrito hay que pateárselo y trabajarlo vecina a vecina. Esto facilita la existencia de una izquierda laborista que votó en muchas ocasiones contra el gobierno de Blair. En bastantes ocasiones hasta cincuenta parlamentarios británicos se enfrentaron con constancia y valentía a su gobierno neoliberal y belicista. Eso en el PSOE es imposible, máxime con listas provinciales llenas de listas y listos, aduladores y fieles a lo que se mande o no repiten, salvo honrosas, pero en ocasiones, discretas excepciones.

- Una tradicionalmente fuerte izquierda laborista cuyo máximo exponente fue durante muchos años Tony Benn que además mantuvo fuertes conexiones y complicidades con el movimiento social y altermundista, anti-guerras y sindical. Además el carácter transversal del laborismo posibilitó el voto desde la extrema izquierda a posiciones conservadoras. Se trata de un partido-movimiento que Blair no logró destruir en sus años de mandato. Así pues la existencia de veteranos militantes de izquierdas que han resistido han permitido conectar con jóvenes hartos de recortes y empobrecimiento.

- El fracaso de las políticas de austeridad y las constantes derrotas de direcciones liberales, a diferencia del PSOE han hecho emerger en el laborismo la idea de que derrotada su ala derecha, era necesario dar una oportunidad a su ala izquierda. También posibilita esto unas estructuras menos rígidas que las del PSOE y más participativas, menos burocráticas y con varias posibilidades diferentes de pertenecer al Laborismo. En el PSOE el ala derecha ya casi es total y siempre ha sido hegemónica y los diputados críticos nunca han constituido un bloque ni se les ha tolerado votar en contra de legislaciones y decisiones conservadoras del aparato liberal, habiéndolo pagado muy caro, los escasos diputados que se atrevieron ha hacerlo. Además el PSOE sufre desde hace años la asunción de políticas de contención, austeridad, recortes y privatizaciones sin que internamente se mueva un musculo salvo excepciones.

Es por eso que el instrumento que los veteranos que hemos resistido y pataleado podemos ofrecer a unos jóvenes hartos de traiciones, desengaños y desconfianza es otra herramienta diferente. Es gritar a los cuatro costados que se puede ser socialista democrático y luchar contra la precariedad, los contratos basura, los salarios de mierda y la eliminación de becas, precisamente desde las ideas e impulsos que las crearon y consiguieron. También legislaciones laborales avanzadas, ahora laminadas. Pero ir más allá y construir una nueva política, mediante una nueva forma de hacerla creando un partido nuevo y novedoso, nuestro, de nosotros, donde podamos ser felices construyendo otra realidad y nadie aunque tenga menos de treinta años nos venga dando la vara y la orden. Un partido que mire al futuro, un futuro, al que le metemos mano o nos será muy difícil vivir con dignidad y un partido en el que no nos ilusionen y luego nos engañen como a pardillos. Un partido que no se construya sobre jóvenes que dijeron unas cosas y terminaron haciendo pura y dura vieja política.   

Jeremy Corbyn y el proceso de recuperación del socialismo para las izquierdas y las...