jueves. 28.03.2024

La izquierda dislocada. O hay reacción o vamos al modelo italiano

andalucia

El PSOE tiene su responsabilidad en las elecciones andaluzas, pero la del batacazo de Adelante Andalucía es propia

Las últimas elecciones autonómicas andaluzas han abierto el conflicto interno en el seno de las izquierdas. Sobre todo en el PSOE que es donde hay más discusión interna y núcleos de posible debate como son las agrupaciones locales que solo cerró Franco, a pesar de sus evidentes limitaciones. Incluso siendo este partido prisionero de una o dos cúpulas. Pues en el PSOE en realidad hay dos cúpulas, la oficial de Pedro Sánchez más la de Felipe González que hoy representa Susana Díaz y que es la voz del sistema y la corona en el PSOE, no sea que se escore a la izquierda. Cúpula que le está plantando cara a la de un desarbolado Pedro Sánchez al que le faltan ideas acorralado por PP-Cs-Torra-Podemos y el felipismo juntos y al que sin pudor ni vergüenza le achacan las y los susanistas sus malos resultados. Un Pedro Sánchez que incapaz de derogar ya toda la ley mordaza y la reforma laboral, puede conducir a una derrota sin paliativos del conjunto de las izquierdas si no planta cara.  En el colmo de la cara dura y la falta de autocrítica el Comité Director del PSOE-Andalucía se acabó echando la culpa de su derrota a Sánchez, obviando el desprestigio que al PSOE-A le está causando su red clientelar, sus miles de cargos de libre designación, muchas y muchos de ellos, sin preparación, experiencia, ideología ni oficio ni beneficio. Los ERES, las corrupciones en subvenciones, las fundaciones corruptas y las “IDEAs” inútiles y despilfarradoras que tamponan ya todo lo bueno que el PSOE-A ha podido hacer en materias muy sensibles como la mujer o la sanidad, ahora tocada. El PSOE va a ser abierto en canal por los herederos de Felipe González. Les da igual. Ellos con tal de mantener el “consenso constitucional” es decir el compadreo Corona-PP-Ciudadanos, los poderes financieros y las grandes fortunas, ya cumplen su misión.

IU también sufre sus crisis en silencio. Silencio de quienes no consienten disidencias. Alberto Garzón, Maillo y otros dirigentes han sacrificado IU en beneficio de Podemos y propio, así como del populismo “de izquierdas”. Imposible de reconstruir ya una fuerza similar a IU, está sufre una sangría sin precedentes o bien una “podemización” que disgusta y rebela a muchas y muchos de sus militantes. Además entra en la nada de las propuestas de cambio de sociedad. Populismo sin internacionalismo no frena jamás a las derechas, pues es engañoso. Si se puede, pero solo en la nación, no se puede. Se es una víctima más del neoliberalismo. Por otro lado las tentaciones de una reconstrucción comunista solo pueden llevar a más melancolía.

En Podemos nunca el debate ha sido su fuerte. Los círculos no funcionan en su mayoría y los inventos de plagiar o sustituir a los sindicatos de clase languidecen o en todo caso multiplican las presencias con distintas camisetas de sus inscritos favorenciendo la aparición de cada vez más espacios “unitarios”. Pues Podemos tiene inscritos, que por cierto muchos de ellos de facto ya no lo son, o el internet ha convertido a simples curiosos y curiosas en inscritos. Un partido de cambio, un partido que afirma partir del 15M no puede ser una cúpula central y unas cúpulas territoriales que organizan y dirigen sin preguntar o con las cartas marcadas. Hay personas muy válidas en Podemos, pero Podemos en Andalucía no ha servido para frenar al populismo en este caso de extrema derecha. Y el PSOE tiene su responsabilidad, pero la del batacazo de Adelante Andalucía, la responsabilidad es propia. Además Podemos debe entender y asumir que si otros son sujeto de críticas ellos también. La derecha española no sabe de respeto a las opiniones de los demás, pero en demasiadas ocasiones Podemos tampoco.

La izquierda española institucional se ha olvidado del capitalismo. Del poder injusto y cruel de los capitalistas que condicionan a la Unión Europea, mandan el Banco Central Europeo y el FMI, en la economía y dominan globalmente impidiendo la democracia con su chantaje y su amenaza de descapitalizar y empobrecer a quien ose simplemente a controlarlos o subirles los impuestos. El capitalismo es el mal que nos corroe, genera cambio climático con su modelo suicida e insostenible de producción y condena al hambre a más de medio mundo.

Pero es que el capitalismo posee muchas fórmulas de dominio y el propiciar el enfrentamiento entre pobres, entre obreros es una de ellas. El engañar a pobres propiciando populismos anti políticos de extrema derecha que insultan al enemigo de izquierdas, pero nunca critican al capital, a la propiedad, a las clases poseedoras.

El capitalismo está fomentando en todo el mundo un populismo ramplón, machista, ultra-conservador y ultra nacionalista que le facilita las cosas y le permite destruir cualquier atisbo de liberación social y cambio. Ultraconsevadurismo machista que representan Trup, Bolsonaro o fenómenos como VOX, el lepenismo o los gobiernos polaco y húngaro, entre otros, pasando por Macri o llegando a Salvini. Si la alternativa a esto es algo tipo M5 Estrellas, para ellos ya es el triunfo total.

El problema es que las izquierdas institucionales no venden un alfiler porque si lo que nos da carácter y garra es la UE de los mercaderes o la patria para todos, estamos perdidos.

Por eso hay que articular, no solo resistencia, sino alternativa y dar bríos diferentes. Con el post modernismo nos derrotan. La lucha de clases es algo real. Solo el camino del Socialismo puede generar ilusión: Sanders, Alexandria Ocazio y Corbyn nos iluminen, al menos para comenzar a andar.

La izquierda dislocada. O hay reacción o vamos al modelo italiano