martes. 19.03.2024

El 'no a la guerra' en el horizonte o la recuperación del capitalismo

Es curioso cómo se condena el terrorismo yihadista cuando atenta en Londres o Paris y luego en Siria se apoya al ISIS ya sea directa o indirectamente o muy directamente a milicias vinculadas a Al Quaeda

La inmediatez de la cosa política en el Reino de España, debido a la mezcla del fracaso al que nos conduce la nueva política espectáculo, la corrupción del régimen de la corona, los recortes y la austeridad Troika impuesta, nos hacen vivir un día a día tan frenético como carente de análisis y por tanto de perspectivas. Pero sobre todo nos aparta la mirada del mundo y nos hace perder sentido internacionalista, lo cual para y desde la izquierda es muy grave y sobre todo estéril.

Desde que la crisis capitalista se reprodujo con más intensidad en 2001-2008 se señaló por parte de Wallerstein y de economistas muy prestigiosos así como Ignacio Ramonet… Que una de las formas de superar la crisis capitalista, nada novedosa es la guerra. Si el ejemplo paradigmático de crisis capitalista contemporánea es la de 1929, no es menos su superación es decir, la II Guerra Mundial.

2008 nos trae desde hace unos pocos años la aparición de una nueva guerra mundial solo que esta ocasión en pequeños o medianos conflictos y se combate siempre en frentes remotos en países pobres o alejados de occidente o pequeñas guerras larvadas aunque más cercanas. Ucrania, Libia, Siria, otros estados de Oriente próximo como Yemen, Irak… pueden ser ejemplo de varios conflictos localizados pero muy peligrosos, a los que se une la constante tensión. Al objeto de que los imperios del mundo, el que encabeza los EE.UU con la UE como fuerza auxiliar, más Israel, Arabia Saudita o Turquía y de otra parte Rusia post-soviética y sus aliados o amigos como China entre otros se disputen el dominio mundial y los mercados mundiales.

Conflictos limitados pero que consumen armas, municiones o justifican el incremento de los arsenales de guerra y la construcción continua de armas muy sofisticadas así como la aparición de todo tipo de ejércitos privados y compañías de mercenarios que son empresas transnacionales que evitan que los hijos de las clases altas y medias del Norte mueran en las guerras y por tanto el mundo asuma la escalada bélica como si eso no fuera con ellos. Es la vuelta a la guerra medieval, con condotieros privados y mercenarios de los estados, pero con fusiles de asalto con visores nocturnos, misiles muy sofisticados y todo tipo de medios aéreos de destrucción masiva que no deben ser tan inteligentes pues al final tan solo acaban asesinando a civiles sin posibilidad de nada, como no sea huir, eso si no se les impide.

Estamos ante una operación de reposicionamiento mundial y control del comercio y la energía así como de acumulación capitalista por medio de la guerra. Con una globalización, más que en crisis, resurgen con fuerza capitalismos nacionalistas que se disputan las rutas. Ha regresado la política de las cañoneras, solo que ahora son fragatas o portaviones con misiles.

Frente a esto y el último incidente Sirio, pocas voces se han levantado pidiendo la paz con energía y desmarcándose del negocio. Corbyn y su laborismo de izquierda, han sido de las pocas voces que desde los parlamentos de Europa han pedido paz y denunciado el uso de las bombas, así como señalado la doble vara de medir ante Arabia Saudita que también utiliza armas químicas en Yemen y son sus palabras textuales.

Es curioso cómo se condena el terrorismo yihadista cuando atenta en Londres o Paris y luego en Siria se apoya al ISIS ya sea directa o indirectamente o muy directamente a milicias vinculadas a Al Quaeda. No es que sean hipócritas, no, lo hacen sin disimulo. Sería bueno para el capitalismo y poder occidental saber por ejemplo que piensan los cristianos sirios de su conflicto nacional.

El NO A LA GUERRA debe resurgir y lo debe hacer porque es otra excusa más para tenernos entretenidos, de paso atemorizadas y atemorizados, pero siempre calladas, callados y sobre todo penetrados y cooptados por su cultura neoliberal.

Corbyn debe jugar un papel en este tablero que es internacional. Al menos es el demócrata con más solidez y posición favorable que puede encabezar este movimiento.

Luchar por la paz hoy, también es luchar contra la austeridad Troika/Unión Europea. Es pedir pensiones dignas en lugar de misiles, hospitales en lugar de bombarderos y enseñanza pública en lugar de mercenarios. Por ejemplo, en los presupuestos generales del estado tan aberrantes que los talibanes del PP que nos dominan tratan de imponer, el incremento de los gastos en defensa es muy alto, pero es que camuflan gastos en otras partidas, como por ejemplo en ¡enseñanza! Que en realidad son gasto militar.

La lucha del socialismo por la paz es imprescindible y cuando el socialismo claudica ante posiciones belicistas como ocurrió en muchos estados europeos en 1914 el desastre está servido. Pablo Iglesias lo tuvo muy claro y resistió con fuerza al igual que contra la guerra de Marruecos. Ahora le pedimos a Corbyn que siga, condene y profundice su posición y como en el Reino de España esto se silencia o al menos se disimula, informamos y llamamos a la esperanza y la acción.      

El 'no a la guerra' en el horizonte o la recuperación del capitalismo