viernes. 26.04.2024

La confusión política y la política de la confusión

La política es una noble actividad humana, que consiste en la actividad humana de tomar decisiones colectivas o no en pos de seguir viviendo y transformar el mundo.

La mayoría social existe ya, solo hay que ser capaces de aglutinarla en torno a un proyecto y unas ideas

La política es una noble actividad humana, que consiste en la actividad humana de tomar decisiones colectivas o no en pos de seguir viviendo, debatir sobre las reglas de convivencia y transformar el mundo. Hacerlo claro, para bien o para mal. Pero a pasar de que no todo en la política es digno y honesto, está tiene fuertes enemigos como el fascismo, el sistema capitalista neoliberal, varios tipos de autoritarismos y la incultura. Honestamente el anarquismo la cuestiona, pero no vienen precisamente de los ácratas la mayoría de las críticas a la acción política.

Decir que todos los médicos son unos sinvergüenzas porque varios o no sé si algunos, desvían a pacientes del sistema público a sus consultas privadas, sería injusto. Afirmar que todos los carpinteros son borrachos y pendencieros porque dos que conocemos lo son, es incierto. Afirmar que todos los curas son pederastas porque demasiados los son, es una falsedad o que todos los portuarios son unos mafiosos porque hace unos años vimos la magnífica película película “La ley del silencio” una solemne estupidez. Afirmar que todas las personas que están en política son unos ladrones es fascista y falso. Pero le hace un gran favor a los enemigos de la política, como los capitalistas neoliberales, los ultra-derechistas y los poderes económicos y grandes fortunas, pues saben que cuanta más lejanía del pueblo de la política exista, más resignación y más posibilidades de dominar todo, por medios ajenos a la democracia, tal y como está ya ocurriendo, por parte de las grandes corporaciones privadas. Silenciar que la mayor parte de la deuda pública la han generado grandes empresas de IBEX y otras instancias financieras privadas, es simplemente, traición.

La confusión política es pues muy útil para los poderosos. Se habla mucho de las puertas giratorias y con razón, pero nunca se habla de las puertas giratorias en el sentido inverso y por cierto con el ejemplo de Rodrigo Rato, esto viene al pelo. Expliquemos, hay políticos de derechas, de izquierdas, de centro-izquierda, liberales en varias de sus facetas, desde los ex socialistas del PSOE y ex socialdemócratas de la Internacional Socialista, a los liberales de partidos de Centro, de derechas y de derechas novedosas como Ciudadanos. Hay políticos pues, que defienden las causas populares y de la clase trabajadora y otros los de los intereses empresariales, el poder financiero o con una visión darwiniana es decir la ley del más fuerte social y económicamente. Todas las políticas tienen un posicionamiento de clase. Se está con la oligarquía o con las clases populares y obreras. Así de simple. Independientemente de las dificultadas y etapas en el tránsito hacía una sociedad más justa y sin clases.

El problema no es de castas. Eso es una falacia y además beneficia al sistema. El problema es de las clases, la lucha de clases -que ya no es igual que en el siglo XIX- por lo que trasladado a la política podemos ver que hay personas en esta actividad siempre temporal y limitada, que defienden los intereses de una u otra. Pero dicho esto, podemos afirmar que las personas humanas tenemos fallos, vicios aunque sean pequeños, errores, miedos y miserias y nunca el total de nuestra vida es un dechado de virtud. Luego hay que señalar que la ambición en la política juega un importante papel. Claro también entre muchas actividades privadas y profesionales liberales o artísticas. Sin ambición, es difícil en muchas ocasiones conseguir ciertas metas. No digamos entre los capitalistas y grandes tiburones de la industria privada.

Luego querer que en la acción política todas las personas sean santos, místicos, ascetas y generosos hasta el sectarismo, no es real. Da siempre argumentos a los enemigos de la democracia real. Lo que hay que hacer es lo que indicaba aquel santo laico que si fue Pablo Iglesias que decía que a los representes políticos socialistas, había que someterlos a rígidos controles. Control, limitación de mandatos y revocación de mandatos es la mejor medicina, contra la constitución de una oligarquía política.

Es por ello que hay personas que aún comprometidos con ideas de cambio y transformadoras pueden cometer errores o hacer cosas mal. Últimamente hemos tenido varios sonados casos en personas teóricamente muy comprometidas por el cambio, que a pesar de las cortinas de humo y defensa visceral de sus fans han cometido equivocaciones dignas de reprobación. Así pues férreo control como decía, insisto, Pablo Iglesias. Claro que en política lo de las dos varas de medir está muy extendido y de eso no se libra ni dios. Nadie.

Así pues, creo que al objeto de clarificar el panorama debemos apreciar ciertas cosas. La primera es que la política la hacemos personas humanas, por lo que no solo hemos de ser transparentes sino estar obligados a la transparencia y ser controlables. Lo segundo es que hay políticos de derechas, de izquierdas y/o que defienden o no la causa de las oligarquías y los ricos o la de las clases trabajadoras, los oprimidos y los pobres. Que por tanto, no todos somos iguales, ni pensamos lo mismo, ni actuamos llevados por los mismos motivos.

Por cierto las derechas y los medios de las derechas y el sistema, siempre acusan a las izquierdas de corrupción, nepotismo y gestionar mal allá donde sea del globo que lo hagan. Lo hacen porque según sus ideas, la riqueza es de ellos. Solo puede ser de ellos y tan solo ellos los capitalistas, -no confundir jamás con autónomos y empresarios familiares- los que la crean. Luego la pueden manejar y beneficiarse del tesoro y los bienes públicos. La Oligarquía rentista española, se cree con derecho a beneficiarse del Estado, pues creen -que el estado- son ellos. Denuncian pues a quién del pueblo o salido del pueblo obrero actué mal, se equivoque o defraude, pero para ellos es habitual, correcto, pues trabajan mucho y crean la riqueza.

Esto explica personajes como Rato, entre muchos. Pero es que además Rodrigo Rato, viene de cuna de la oligarquía y es de familia de banqueros. Muchos de los dirigentes del PP están vinculados a grandes empresas o grupos industriales o son ricos, otros no, pero todos ellos poseen intereses en la permanencia del status. Si el satatus o el stablhisment entienden que las clases trabajadoras y populares tienen capacidad de poner en peligro sus privilegios y los partidos tapón y de contención de la lucha de clases fallan, en ese caso siempre hay soluciones nuevas o aparentemente nuevas. Estas propuestas novedosas en apariencia, insisto, confunden e introducen elementos de confusión y de cambio al objeto de que nada cambie. Hay más de un ejemplo, pero el más nítido –entre otros- en la situación actual del estado español, con una crisis de régimen acelerada es el del partido atrápalo todo, pero en realidad ultra liberal y derechista Ciudadanos. Ciudadanos es el gran adversario político de las izquierdas transformadoras y socialistas republicanas. Es el gran enemigo del socialismo democrático y transformador. Al PP ya le conocemos y a las cúpulas del PSOE también, pero a otros, no.

Por tanto lo de las castas además de falso es desmovilizador y nos resigna lejos de la movilización social. Además se aplica el concepto con dureza, no contra banqueros o grandes directivos de fondos financieros y transnacionales, sino a los políticos, que no son por regla general-me refiero a liberales y neoliberales de las diferentes corrientes de pensamiento sistémico- sino los capataces de los anteriores y más en el caso de las derechas y las cúpulas social-liberales.

Por tanto en un Reino de España, dominado por oligarcas entre los que Rodrigo Rato es un ejemplo, pues ya era millonario antes de entrar en política, los oligarcas, repito, en uno u otro lado de la puerta nos gobiernan. Hace falta pues una opción política anti-oligárquica y por el reparto de la riqueza. No anti política. Llama la atención en sobre manera como fruto de esta moda inducida por el sistema y sus medios de comunicación, los ataques de mucha gente van dirigidos contra los políticos, pero nadie ataca ya a banqueros o a dueños y altos directivos de multinacionales y como los fraudes de las empresas grandes fundamentalmente las de IBEX las mayores defraudadoras excepto honrosas excepciones, nadie se lo hecha ya en cara o incluso como vemos como Patricia Botín a fuer de discreta pasa desapercibida, cuando es la mayor o al menos la más influyente oligarca de España y sin embargo en un programa televisivo conducido por Ana Pastor un dirigente de la cúpula de Podemos no la calificó de casta. Y en este caso de casta de banqueros es.

El control político neoliberal, se base en un dominio de los poderes económicos y una sumisión de la política, conservadora o liberal, al sistema.

Por eso hace falta poner en práctica muchas yo diría todas, las propuestas de Attac y del movimiento ecologista y desde una posición política socialista democrática impulsar e implementar en un principio medidas de justicia fiscal y de apoyo al gobierno griego en su desigual y dura lucha frente a la antidemocrática Troika, de la que por cierto ya no se habla. No se sabe si la Troika existe ya o no, pero sus componentes, sus imposiciones, sus atracos contra los derechos de los pueblos y su herencia sí.

Por tanto hay que sacar conclusiones y hacer apuestas valientes desde la izquierda mosaico, que no renuncia a ser izquierda y por tanto es anti-oligárquica. Entender que la clave de bóveda del régimen está en la monarquía y saber y ser consciente de que las propuestas socialdemócratas consecuentes y veraces hoy son revolucionarias.

La confusión en él ni de derecha ni de izquierdas, no es por unir espacio popular. Unir espacios sería construir pueblo de izquierdas y en todo caso hacer una labor pedagógica que se ha renunciado a hacer.

Las personas que desde el socialismo democrático y el altermundismo no estamos en Izquierda Unida, pero tampoco en Podemos estamos contemplando una lucha cainita en la que Podemos áfila las navajas barberas e IU es incapaz de unirse y sobre todo de modernizarse y actualizarse, lo cual no quiere decir renunciar a su tradición comunista y de lucha por la democracia en el estado español. Por eso por el fin de la confusión le pido que mire a sus compañeros y nuestros también de Die Linke. Es la hora del socialismo democrático.

No es cuestión de hacer renuncias por crear mayorías sociales. La mayoría social existe ya, solo hay que ser capaces de aglutinarla en torno a un proyecto y unas ideas. Para empezar, Marx definió al gobierno dictatorial francés de Napoleón II como el gobierno de los grandes consejos de administración repartiéndose el poder y el dinero de Francia. El gobierno del PP es el gobierno de la oligarquía española y está a su disposición. Pero la oligarquía es inteligente y ya tiene recambios. Ciudadanos es uno, la división de las izquierdas transformadoras es otro. Por eso pienso que aquí y ahora es imprescindible nuevamente la aparición con fuerza del socialismo democrático, que por cierto el socioliberalismo frustró a partir de 1982 y que sus herederos no representan. Ellos ya no tienen credibilidad. Hay pues que iniciar un nuevo camino de propuestas y de alternativas y avanzar en la unidad de las izquierdas. Tal vez en eso estemos ya.

La confusión política y la política de la confusión