viernes. 29.03.2024

Andalucía, movimientos sociales, marchas y movilizaciones

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Lo cierto es que la Unión Europea bajo control alemán ha destinado Andalucía a sol y ladrillo. Ello a pesar de ser una potencia europea en la industria aeronáutica, pero eso es una isla en Sevilla

Andalucía es la segunda economía de España y el territorio más poblado, además no pierde población a diferencia de otras comunidades. De todos es conocido el gran peso político de Andalucía por tener ocho circunscripciones electorales y provincias muy pobladas. Pero Andalucía, también es una de las zonas con mayor paro del estado y el índice de renta per cápita más bajo.

Arrastra graves problemas estructurales desde al menos el siglo XVII pero tampoco unas décadas de gobierno PSOE la han convertido en la California de Europa, ni mucho menos. La Unión Europea ha invertido dinero en planes de desarrollo rural, es cierto, pero dirigidos a crear una economía dependiente del turismo en todas sus facetas incluida la alimentaria. Es más una potente agricultura, de carácter industrial en muchas ocasiones, se ha desarrollado a pesar de la UE, que no con su apoyo. De forma positiva hay que hablar de su fuerte movimiento cooperativo apoyado de forma dispersa y a veces clientelar por la administración andaluza, pero ejemplar en su conjunto.

Lo cierto es que la Unión Europea bajo control alemán ha destinado Andalucía a sol y ladrillo (autovías y aeropuertos para traer turistas y productos manufacturados en Alemania). Ello a pesar de ser una potencia europea en la industria aeronáutica, pero eso es una isla en Sevilla.

El PSOE en estas décadas ha logrado lo mejor y lo peor. Políticas muy acertadas en materia de mujer, servicios sociales que fueron novedosos pero que se están precarizando, al igual que lo que fue una potente sanidad y que ahora sufre un deterioro alarmante y también se está precarizando. Igualmente con una gran expansión de la formación universitaria con una red de más de diez universidades públicas. Es cierto que ha habido menos recortes que donde ha gobernado el PP, pero que en ocasiones por agresiones contra Andalucía del gobierno central derechista y otras por errores de la administración andaluza, que es muy errática, poco eficaz y pesada, los desastres y retrasos se amontonan. A pesar de ello, Andalucía tiene autogobierno y más competencias que por ejemplo Cataluña. Otra cosa es la capacidad de gestión de un PSOE lastrado por la falta de ideas socialistas, la modorra institucional y la red clientelar que lo sustenta dentro y hacía fuera. En otro artículo analizaremos a fondo lo que ocurre en Andalucía, pero también es cierto que la conexión entre PSOE y pueblo andaluz sigue siendo fuerte y tiene sus motivos, más que lo que las oposiciones sociales y políticas desearían. El problema es que la oposición de izquierda, las corrientes críticas, ni saben ni quieren analizar de verdad que pasa en Andalucía y en lugar de ello, construyen un imaginario inventado e irreal. 

Lo malo es que toda la oposición en su fuero y reuniones internas, si sabe lo que ocurre. Pero luego no lo ponen en común. Las Marchas de la Dignidad en Andalucía, muy potentes en comparación con otros territorios del estado, viven ahora una crisis profunda. Veamos este ejemplo; así que tratemos de ver qué ocurre, pues las Marchas han sido el movimiento social más potente de estos últimos años.

Las Marchas andaluzas además de otros movimientos y partidos tienen dos sujetos muy importantes, el PCE con sus organizaciones y movimientos afines y el SAT o sindicato andaluz de trabajadores que procede del mítico SOC y ambos están en crisis. La CGT y USTEA son otros de sus actores principales, pero siendo importantes, no alcanzan la implicación pasada del SAT. Ahora todo está en cuestión y el SAT protagoniza otro debate en el que no es ajeno PODEMOS. Igualmente este “nuevo” partido transversal y sus movimientos afines, sobre todo el NO+PRECARIEDAD que dicho sea de paso tampoco ni ha podido sustituir a las marchas, ni enganchar a excesivos sectores del precariado sufre crisis de identidad y crecimiento. También dicho sea de paso la crisis de PODEMOS en Andalucía no le ayuda.

Hay sin embargo tres movimientos sociales muy fuertes en estos momentos y por orden de implantación en todo el territorio andaluz. Serían el de las mujeres, que es el más poderoso y además unitario. Desde al PSOE hasta el PCE pasando por las Sindicatos y muchas plataformas, ellas han alcanzo el acuerdo a pesar de algunas disensiones y de desacuerdos, son capaces, las únicas, de llenar calles en horas con reivindicaciones muy potentes siempre. 

El otro es el movimiento pensionista, que a pesar de la ruptura entre los sindicatos mayoritarios de un lado y la Coordinadora de otro, ha sido capaz de movilizar y llenar plazas y en cualquier momento se puede reactivar. 

Hay un tercero que es el sanitario, al que le sobran motivos y le falta cabeza seria y clara a su frente, pues con liderazgos más que discutibles ha sido capaz de grandes movilizaciones pues la alarma sanitaria existe.

¿Cuál es pues el problema de las Marchas de la Dignidad y otros movimientos similares? En primer lugar las crisis de la otra izquierda o progresismo alternativo. Desde el SAT a IU y Podemos la realidad es bastante difícil. En segundo lugar la “política” en el sentido más sectario de la palabra que no en su noble significado. La voluntad de PODEMOS de controlar todo lo que se mueve y pensar que los réditos electorales serían inmediatos. Andalucía está llena de indignados e indignadas de la izquierda que a la hora de la verdad, le votan al PSOE.

El no buscar la unidad real de la clase trabajadora y de los movimientos obreros sino el vivir en un cainismo feroz en el que el PSOE tampoco es ajeno.

Andalucía necesita de la unidad social y política de la izquierda, pues la alternativa al PSOE, no es ni IU, ni Podemos, es el PP/Cs y eso lo sabe la gente. Mucha de esa gente sufrió a los señoritos, emigró a Cataluña o Suiza y sufrió y ahora ellos y sus hijos, afortunadamente no olvidan. Por eso el PP lo tiene difícil, aunque los otros (la izquierda alternativa) “no llegan”.

Hay pues que crear un amplio y unitario movimiento de resistencia popular y tal vez la solución es imitar a las mujeres y sus plataformas. El problema es que el parlamentarismo electoralista ha sido infiltrado en el las Marchas, el SAT, en todo lo que se mueve y si la disputa en el fondo es por votos, no hay solidaridad de clase posible. Por eso los fundadores del SOC tuvieron muy clara su independencia política, lo cual no desdecía de su lucha y su radicalidad. El problema comienza cuando un partido parlamentario mantiene liberados a cierto sindicato que desea controlar o una administración lo hace, que también ocurre y si no veamos ciertas actitudes de los sindicatos mayoritarios, excesivamente complacientes. 

La solución es política, solidaridad y acción. También muchas y muchos pensamos que recuperar el socialismo en la izquierda y para las clases populares.    

Andalucía, movimientos sociales, marchas y movilizaciones