viernes. 29.03.2024

26M: Madrid y Europa, un futuro común

Bandera de la Union Europea en la Fachada de Sol  Foto: D.Sinova / Comunidad de Madrid

La Comunidad de Madrid debe implicarse a fondo en el nuevo ciclo político europeo que abrirán las elecciones a la Eurocámara

La coincidencia entre las elecciones europeas y autonómicas del 26 de mayo no es solo de calendario sino, ante todo, política y cultural, teniendo en cuenta tanto el momento que vive la UE como la estructura autonómica de España.

La UE afronta unos comicios en los que, por primera vez en los cuarenta años desde que el Parlamento de Estrasburgo se elige por sufragio universal, la disyuntiva estará situada entre continuar construyendo la unidad europea sobre los valores de la libertad, la igualdad y la solidaridad o frenarla abriendo la puerta al autoritarismo, el nacionalismo y la discriminación.

Y está cada vez más claro que solo una UE cercana a la ciudadanía, capaz de responder a sus aspiraciones de forma concreta y descentralizada, estará en condiciones de demostrar con la prueba de la práctica que el discurso populista antieuropeo no es ninguna solución, sino un paso para convertir los desafíos en situaciones irresolubles.

El papel de las regiones es, en ese sentido, clave para que la UE siga siendo el espacio más avanzado en lo político, lo económico y lo social del Planeta, profundizar y culminar la unión política y recuperar el apoyo ciudadano aportando soluciones a los problemas cotidianos de la gente, dejando sin argumentos y en minoría al populismo de extrema derecha.

La Comunidad de Madrid debe implicarse a fondo en el nuevo ciclo político europeo que abrirán las elecciones a la Eurocámara. Lo tiene que hacer porque los valores de la UE que hay que defender son los suyos y porque únicamente en una Europa cada vez más unida le será posible desarrollar plenamente su proyecto de futuro.

Por eso resulta tan incomprensible que los sucesivos gobiernos del PP en la Comunidad de Madrid hayan carecido de una política europea articulada, algo ejemplarizado en su clamorosa ausencia en el Comité de las Regiones. Todo ello ha impedido que el peso político y económico de la región se notara en Bruselas, que Madrid protagonizara el papel que le corresponde en Europa en base a su capacidad y al europeísmo de su ciudadanía y que, en fin, se perdieran múltiples oportunidades para su desarrollo.

Frente a ello, es prioritario dotar a la Comunidad de Madrid de una política europea basada en el consenso de los grupos parlamentarios, los ayuntamientos y los agentes económicos y sociales para que, como región europea con poderes legislativos y junto con las de su categoría, juegue a fondo el papel que tiene definido en el marco del Tratado de la UE y consiga los recursos presupuestarios necesarios para promover en favor de la cohesión económica, social y territorial de nuestra región.

El 26 de mayo habrá una coincidencia política y cultural entre las europeas y las autonómicas. Por eso, cuando se vote ese día hay que hacer coincidir programáticamente las papeletas de ambos comicios apostando simultáneamente por una UE y una Comunidad de Madrid de valores y derechos, de políticas de progreso, de mayorías capaces de llevar adelante un proyecto de cambio en todos los niveles.   


Carlos Carnero es miembro de la Comisión Ejecutiva Regional del PSOE

26M: Madrid y Europa, un futuro común