viernes. 29.03.2024

El acuerdo del Eurogrupo concede un balón de oxígeno a Grecia

El acuerdo que el eurogrupo ha tomado con relación a la deuda griega proporciona un alivio a corto plazo a este país, pero no resuelve los problemas fundamentales.

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El acuerdo que el eurogrupo ha tomado con relación a la deuda griega proporciona un alivio a corto plazo a este país, pero no resuelve los problemas fundamentales de la economía. Es un balón de oxígeno que tiene un efecto momentáneo para que no se ahogue del todo la economía, pero no remedia la situación depresiva que se sufre. Los ministros de economía y finanzas de la Unión Europea se han apresurado a señalar, no sea que cunda el ejemplo, que no se trata de una quita ni de una reestructuración de la deuda, sino simplemente un alargamiento de los vencimientos de los plazos para efectuar los pagos y una bajada de los tipos de interés.

Este acuerdo tiene un fin y es el que Grecia pueda pagar a sus acreedores, que es lo que realmente se pretende, pero no resuelve en ningún caso el elevado endeudamiento griego ni permite establecer condiciones para el crecimiento y la generación de empleo. La medida tomada es una necesidad obligada por la posibilidad de que Grecia antes o después vaya a la suspensión de pagos, al tiempo que se ponen unas condiciones que obligan al gobierno a apretar más las tuercas a los trabajadores, con aumentos del IVA y disminución de salarios; reducción del Estado del bienestar; y bajada de las pensiones. Ni siquiera se ha llegado a la propuesta que hizo el Fondo Monetario Internacional (FMI) recientemente.

El FMI propuso aplazar los plazos del pago de la deuda a 2040 para que la economía griega no atosigada por los compromisos contraídos pueda restablecer condiciones que le permitan un crecimiento, que aseguren el pago de la deuda en el futuro, que, por otra parte, resulta impagable. Una propuesta mucho más generosa que la del eurogrupo. Se trataría de alguna manera de evitar el círculo vicioso en el que se ha caído desde el estallido de la crisis de la deuda griega en otoño de2009. Se ha dado dinero a Grecia para que pague sus deudas, al tiempo que se ponían condiciones que tenía que llevar a cabo, como la reducción del déficit público, la reforma del mercado laboral y disminución de las pensiones. Estas medidas debilitan aún más la demanda agregada por lo que se invierte menos y se genera más desempleo. Al crecer menos los ingresos de la hacienda pública disminuyen con lo que el déficit público, a pesar de los recortes realizados, apenas disminuye.

Las Normas de la Unión Europea que se han establecido son excesivamente rígidas, de manera que la situación se ha ido agravando con el paso del tiempo en lugar de encontrar recetas adecuadas que facilitasen la mejoría. Ahora se trata de enmendar parcialmente los errores cometidos. Sin embargo, con propuestas como esta no se abordan los problemas que atenazan a la economía griega que imposibilitan su crecimiento y sin que este se produzca es evidente que no se puede pagar la enorme deuda contraída. Los dirigentes europeos no reaccionan ante la tozudez de los hechos.

Desde el estallido de la crisis se ha tenido que rescatar a Grecia proporcionándole fondos de países pertenecientes a la UE y FMI. Un resumen muy detallado de todo este proceso se encuentra en el artículo de Christina Laskaridis en Bajo el yugo neoliberal cuyo editor es Tony Phillips (Editorial Akal, 2016). La autora expone las causas de la deuda griega, los sucesivos acuerdos a los que llega la Comisión europea con el gobierno griego en los rescates que ha habido que hacer y las consecuencias negativas derivadas de las condiciones impuestas con las políticas de austeridad.

Los sucesivos rescates han ido aumentando progresivamente el endeudamiento griego, la economía se ha debilitado, el crecimiento no se produce, ha crecido el paro, han bajado los salarios, ha aumentado el trabajo precario, se ha incrementado la desigualdad, la pobreza y la exclusión social. Como la autora antes mencionada concluye: “Tras fracasar por completo en mejorar la situación de la deuda pública -más bien al contrario-, los programas financieros griegos han resultado “exitosos” en la creación de nuevas normas dentro de Grecia, las cuales se caracterizan por su injusticia, por un entorno de desesperación y futuro incierto, picos de pobreza y deterioro de las condiciones sociales, aumento de la xenofobia y la violencia sexista en una cohesión social cada vez más frágil”.

Estas son muchas de las consecuencias negativas que se están generando en Grecia, aunque no solo sucede en este país. Se sigue insistiendo en políticas de austeridad que han demostrado su ineficacia y con costes sociales elevados…La cohesión social se encuentra en peligro, se condena cada vez más a estratos sociales de la población a la pobreza, mientras que otros que van aumentando están en riego de caer en la pobreza. Las políticas la UE basadas en la austeridad, apoyo a la globalización neoliberal y empeoramiento de las condiciones de trabajo, son causas que pueden ayudar a explicar el ascenso inquietante que la ultraderecha está teniendo en muchos países europeos. Las elites políticas y económicas europeas son en parte responsables de estos hechos.

El acuerdo del Eurogrupo concede un balón de oxígeno a Grecia