jueves. 28.03.2024

20D: Retorno a la decencia e igualdad

A lo largo de la legislatura que ahora concluye la corrupción ha sido compañera permanente de viaje de la gestión de gobierno del PP.

El próximo día 20 los españoles estamos convocados a las urnas para dilucidar mediante nuestro voto quienes gobernarán nuestro país los próximos cuatro años. Los españoles conformamos hoy una sociedad mucho más desigual, más pobre y más contaminada por la corrupción que en ningún otro momento de nuestra reciente historia democrática y por ello, en mi opinión, ante la cita electoral estamos obligados a reflexionar con rigor sobre el sentido de nuestro voto, tratando de aislarnos del ambiente festivo navideño que la fecha elegida ha buscado deliberadamente. Nada mejor para ayudar a esa reflexión que efectuar un fácil, que no agradable, ejercicio de memoria. Veamos:

La legislatura que ahora concluye nos permite constatar que una inmensa mayoría de españoles han soportado con enorme dignidad una salvaje política de austeridad puesta en marcha por el gobierno del Sr. Rajoy, que bajo la excusa de la crisis, ha puesto en gran peligro nuestro Estado de Bienestar agrediendo de manera brutal nuestra Sanidad Pública, dejando bajo mínimos nuestro sistema educativo público. La llamada Ley Wert, imponiendo un criterio ideológico sectario, ha generado el rechazo en pleno  de toda la oposición política y también de toda la comunidad educativa. Asimismo,  practicando una agresiva actuación hacia los más vulnerables, el gobierno ha desmantelado en la practica la ley de dependencia. Una política antisocial que ha destrozado las bases del Derecho laboral mediante una reforma que ha hecho del despido barato ( prácticamente libre), la precariedad y los salarios de miseria sus señas de identidad, todo un ejemplo de patriotismo y de respeto hacia su pueblo por parte del Sr. Rajoy y su gobierno.

A lo largo de la legislatura que ahora concluye la corrupción ha sido compañera permanente de viaje de la gestión de gobierno del PP; este partido ha acaparado la inmensa mayoría de casos conocidos que además han sido de enorme gravedad porque con frecuencia habían colonizado las Instituciones Públicas allí donde gobernaban. La trama Gürtel y la trama Púnica han mostrado a los españoles como se estructuraron tramas organizadas delictivas que penetraban en la administración pública, obtenían de forma ilegal contratos públicos y a su vez organizaban e indiciariamente financiaban actividades del Partido Popular;  Madrid y Valencia han sido paradigmáticas en relación a la actuación de estas tramas mafiosas. Los papeles de Bárcenas , el pago de sobres, la existencia de contabilidad b en el partido, el pago en negro de las obras de la sede central de la calle Génova son otros casos más de anidamiento de la corrupción en el entorno del P.P y algunos de sus gobiernos autónomos y municipales.

Este es el balance real y no otro de la ESPAÑA EN SERIO que el Sr. Rajoy nos quiere presentar ahora  de su gestión al frente del gobierno de España y también de su gestión como presidente del Partido Popular; los españoles lo hemos vivido, lo sabemos, por más que medios de comunicación afines y tertulianos frívolos y cínicos intenten intoxicarnos tergiversando la realidad.

Lo cierto es que tanto la gestión política del gobierno Rajoy como la corrupción que corroe a su partido transmiten una foto de INDECENCIA que de alguna forma nos contamina a todos; un comportamiento indecente que a pesar de la postura negacionista del Presidente Rajoy vuelve a hacerse presente en plena campaña electoral con los conocidos casos del actual embajador en India y el candidato al congreso por Segovia. Sinceramente parece lógico pensar que ha habido tantos comportamientos irregulares, indecentes y en bastantes casos corruptos que posiblemente aún aparezcan más.

Es muy difícil imaginar en cualquier país de nuestro entorno que un Presidente de Gobierno pudiera seguir en su puesto si el partido que lo sustenta hubiese protagonizado casos de corrupción como en España lo ha hecho el Partido Popular.

Hoy se hace necesario que los españoles protagonicemos una imprescindible INSURRECCIÓN ÉTICA, mostrando que somos un pueblo honesto que se posiciona contra los comportamientos políticos corruptos, tanto si suponen acciones delictivas con el correspondiente reproche penal o civil, como también contra las diferentes formas de corrupción que aún siendo legales comportan unas prácticas indecentes exentas de la exigible ética pública. Esos valores como pueblo sólo serán ratificados si democráticamente, mediante nuestro voto, mandamos a estos señores fuera de nuestras instituciones como condición sine qua non para la regeneración de nuestra democracia.

Podemos convenir que por todo lo expuesto estas elecciones generales tienen una importancia especial y en virtud de ello creo se hace necesario actuemos con madurez democrática, analicemos los programas electorales, recordemos quienes han estado presentes en la defensa de los derechos de la mayoría social desechando falsos cantos de regeneración de algunos que con caras nuevas intentar perpetuar políticas neoliberales importadas de Escuelas y Universidades extranjeras y que bajo un incompleto barniz moderno centroeuropeo quieren seguir manteniendo salarios bajos mediante contratos únicos con despido libre. Recordemos también a quienes siguen sin entender que la salud , su protección y la asistencia sanitaria en todas sus variantes son un derecho de las personas al margen de su situación administrativa. Veamos también quienes siguen sin entender que para conseguir la igualdad hombre-mujer es preciso primero eliminar la enorme desigualdad de partida que existe mediante medidas sociales jurídicas y penales de discriminación positiva. Tengamos memoria y hagamos posible que el 20D se produzca esa insurrección ética  que España necesita.  Ganará España, ganaremos los españoles.

20D: Retorno a la decencia e igualdad