jueves. 25.04.2024

Vargas Llosa: "Hoy, los países pueden elegir si quieren ser prósperos o elegir ser pobres"

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Uno de mis referentes ideológicos desde hace unos años es Boaventura de Sousa Santos. Pudo conocerlo a través de la lectura de su libro de profundo calado político El Milenio Huérfano: ensayos para una nueva cultura política, de 2005, con un prólogo espléndido de Juan Carlos Monedero. Todo lo que cae en mis manos de Sousa Santos procuro leerlo, como su blog Espejos Extraños alojado en Diario Público. Además ha publicado 13 Cartas a las Izquierdas, documentos breves, pero que son todo un aviso y recomendaciones a las izquierdas, que andan en buena parte desnortadas, ante el dominio apabullante del neoliberalismo. Como botón de muestra, expongo un fragmento de su Tercera Carta de fines del 2011. Son de plena actualidad en estos momentos en España.

Cuando están en el poder, las izquierdas no tienen tiempo para reflexionar sobre las transformaciones que ocurren en la sociedad y, cuando lo hacen, siempre es como reacción a cualquier acontecimiento que perturbe el ejercicio del poder. La respuesta siempre es defensiva. Cuando no están en el poder, se dividen internamente para definir quién será el líder en las próximas elecciones, de modo que las reflexiones y los análisis están relacionados con este objetivo.

Esta indisponibilidad para la reflexión, que siempre ha sido perniciosa, hoy es suicida. Por dos razones. La derecha tiene a su disposición a todos los intelectuales orgánicos del capital financiero, de las asociaciones empresariales, de las instituciones multilaterales, de los think tanks y de los grupos de presión, que le proporcionan a diario datos e interpretaciones que no son siempre faltos de rigor y siempre interpretan la realidad llevando el agua a su molino. Por el contrario, las izquierdas no disponen de instrumentos de reflexión abiertos a los no militantes e, internamente, la reflexión sigue la línea estéril de las facciones”.

Hoy en día, circula por el mundo una ola de informaciones y análisis que podrían tener una importancia decisiva para repensar y refundar las izquierdas tras el doble colapso de la socialdemocracia y el socialismo real. El desequilibrio entre las izquierdas y la derecha en relación con el conocimiento estratégico del mundo es hoy mayor que nunca”.

Me detendré en las palabras del primer párrafo, relacionadas con el dramático e irrefrenable cainismo de las izquierdas, que tanto daño está provocando a la política española, dejando el camino expedito a la derecha. Parecen muy oportunas las palabras de Antonio Gramsci dirigiéndose a las izquierdas: "Instruíos, porque necesitamos toda nuestra inteligencia; conmoveos, porque necesitamos todo nuestro entusiasmo y organizaos, porque necesitamos toda nuestra fuerza”. No se pueden decir más cosas en menos palabras. Y que las izquierdas españolas deberían leer, reflexionar y sacar las conclusiones para su acción política. Las izquierdas actuales andan totalmente desunidas, cuando no enfrentadas. Patético. Deberían instruirse y usar toda su inteligencia para diseñar un discurso suficientemente bien trabado y atractivo para enfrentarlo al de las derechas. Deberían también estar suficientemente conmovidas y sensibilizadas ante las gravísimas secuelas de las políticas neoliberales: desigualdad, paro,  precariedad, desahucios, pobreza energética… ¿Están suficientemente sensibilizadas ante tanto sufrimiento? Si lo estuvieran, a no ser que estuvieran aquejadas de una irresponsabilidad manifiesta, es seguro que se organizarían adecuadamente y se presentarían unidas.

Y ahora quiero fijarme en el hecho, como advierte Sousa de Santos, de que la derecha dispone de los intelectuales orgánicos de las finanzas, del mundo empresarial, de las instituciones multilaterales, de los think tanks que interpretan la realidad de acuerdo con sus intereses.

Los think tanks neoliberales siempre hablan de su defensa de la libertad, de lo que no hablan es de la igualdad y la justicia social

Acaba de celebrarse el XII Foro Atlántico. Iberoamérica cara el futuro, en la Casa de América de Madrid, organizado por la Fundación Internacional para la Libertad (FIL), presidida por el Premio Nobel de Literatura D. Mario Vargas Llosa, que nació en octubre de 2002 y tiene como principales objetivos la defensa y promoción de los principios de la libertad, la democracia y el Estado de Derecho. Su constitución ha sido una iniciativa de un grupo de intelectuales y referentes de think tanks de ambos lados del Atlántico (Estado Unidos, Iberoamérica y Europa). FIL apuesta por aquellos principios cuya instauración constituyen las bases de la democracia, la libertad y la prosperidad, adoptando estrategias destinadas a combatir en el campo de las ideas aquellas que amenazan estos valores. Todos estos think tanks neoliberales siempre hablan de su defensa de la libertad, de lo que no hablan es de la igualdad y la justicia social. Pero es una visión de la libertad muy peculiar, la libertad entendida como “Déjame hacer lo que yo quiera”, que es lo que siempre defiende el neoliberalismo: yo no quiero que el Estado le prohíba a nadie dormir debajo de un puente, como si los Amancio Ortega o Carlos Slim durmiesen alguna vez debajo de un puente.

Pues, el mencionado XII Foro Atlántico. Iberoamérica cara el futuro, lo abrieron con el tema 'Un diálogo sobre los retos de España, Europa y América Latina', Mario Vargas Llosa, Felipe González y como moderador Bertin Osborne, conocido por sus posiciones políticas conservadoras y su sintonía declarada con los postulados del partido ultraderechista Vox.

El objeto real de la conversación, sin embargo, fue mucho menos vago: en pocos minutos se centró casi exclusivamente en el conflicto venezolano, y más en concreto en cómo habría que actuar para derrocar pronto a Nicolás Maduro, en lugar de emplear tiempo y energía tratando de dialogar. O como el propio González lo expresó: "actuar inteligentemente para acabar ya". Y al final, D. Mario le dedicó a Felipe González las siguientes palabras: “Si todos los dirigentes socialistas tuvieran la lucidez que tiene Felipe González y hubieran actuado como ha actuado Felipe González, de una manera tan clara, inequívoca, solidarizándose sistemáticamente con los opositores venezolanos, con los opositores que luchan para devolver la libertad, la democracia a Venezuela otra sería la situación”.

Ignoro si los ínclitos personajes conocen la situación política actual de Honduras. Por ello, les recomiendo la lectura del artículo Honduras: 10 años de golpes y de neoliberalismo del politólogo Katu Arkonada del 22 de junio en el periódico La Jornada de México. El título es suficientemente claro. Resumo lo fundamental:

Estos días son 60 mil médicos y maestros en pie de guerra contra un sistema político que busca, por imposición del FMI, la privatización de la salud y la educación. Las movilizaciones cuentan con tal grado de apoyo popular que hasta la Policía Nacional se ha sumado al paro, forzando al gobierno de Juan Orlando Hernández (JOH) a desplegar a las fuerzas armadas en tareas de represión.

Esta historia comienza hace 10 años, un 28 de junio de 2009, cuando 200 militares encapuchados entraron con nocturnidad y alevosía en la residencia presidencial de Tegucigalpa y sacaron en pijama al presidente Mel Zelaya para, tras un breve paso por una base militar, deportarlo a Costa Rica…El argumento para el golpe de Estado era que Zelaya, un terrateniente que había ganado las elecciones con el apoyo del Partido Liberal, había dado un giro a la izquierda tras conocer las penurias del pueblo hondureño, sumido en la pobreza y violencia, e incluso, con la autorización del Parlamento, había incorporado a Honduras primero a Petrocaribe, y luego al ALBA…

En 2013, Xiomara Castro fue candidata presidencial del Partido Libertad y Refundación (Libre). La inexperiencia de Libre y su desigual distribución territorial llevó a que las elecciones fueran manipuladas en beneficio de Juan Orlando Hernández (JOH). Un dato: a la misma hora en que se producía el recuento, los magistrados del Tribunal Supremo Electoral estaban reunidos con la embajadora de Estados Unidos en Honduras…

Pero fue en 2017 cuando el tercer golpe, segundo electoral, consuma lo iniciado en 2009. En unas elecciones en las que Libre y el PAC de Salvador Nasralla enfrentaban la reelección de JOH, el comunicado de la nada sospechosa Secretaría General de la OEA sobre las elecciones: Intrusiones humanas deliberadas en el sistema informático, eliminación intencional de rastros digitales, imposibilidad de conocer el número de oportunidades en que el sistema fue vulnerado, valijas de votos abiertas o sin actas, improbabilidad estadística extrema respecto a los niveles de participación dentro del mismo departamento, papeletas de voto en estado de reciente impresión e irregularidades adicionales, sumadas a la estrecha diferencia de votos entre los dos candidatos más votados, hacen imposible determinar con la necesaria certeza al ganador”.

Frente a la insistencia machacona en Venezuela, el desinterés sobre Honduras califica suficientemente a estos ínclitos personajes. Ellos sabrán sus razones. De Felipe González no quiero hablar más, ya que hemos visto cómo ha sido su evolución ideológica. Si que quiero dedicarle unas líneas D. Mario Vargas Llosa. Como muestra de servilismo, como autentico   turiferario del poder, recomiendo la lectura de su artículo Aguirre, esa Juana de Arco liberal, consultable en la red, y que dice entre otras cosas, hace falta tener cuajo, “La vamos a echar mucho de menos. Todos. Los que, como yo, la admirábamos y nos hubiera gustado verla llegar a la Presidencia del Gobierno, convencidos de que, con ella al frente, jamás se hubiera hundido España en una crisis como la que hoy padece”.

Al Premio Nobel peruano le desnuda totalmente, mostrando la insolvencia de su formación política, Atilio A. Boron en su libro, El Hechicero de la Tribu. Mario Vargas Llosa y el liberalismo en América latina. Es muy recomendable su lectura. El título de hechicero, se debe a que una de las acepciones de la palabra “hechicero” es “la persona que realiza actos de magia o hechicería para dominar la voluntad de las personas o modificar los acontecimientos, especialmente si provoca una influencia dañina o maléfica sobre las personas o sobre su destino. Sus teorías propagandísticas, defensoras de los intereses de los poderosos, por las que es generosamente recompensado, están provocando mucho daño en la mayoría de la sociedad: desigualdad, exclusión, pobreza, precariedad, paro, desahucios, etc.

Como muestra de su falta de preparación como analista político o de su mala fe, o de las dos conjuntamente, son sus palabras en una reciente entrevista concedida a un periodista del diario La Nación de Buenos Aires el pasado 25 de marzo, en ocasión de su visita a este país para participar en el VIIIº Congreso Internacional de la Lengua Española a celebrarse en Córdoba: "En este momento, la humanidad tiene un privilegio que no tuvo nunca. Los países pueden elegir si quieren ser prósperos o elegir ser pobres. Y las recetas están ahí, probadas. Los países que reforzaron la propiedad privada, la empresa privada, el libre mercado y se abrieron al mundo han avanzado".

Vargas Llosa: "Hoy, los países pueden elegir si quieren ser prósperos o elegir ser pobres"