jueves. 18.04.2024

La irrupción de Podemos, no es casual

En estas elecciones al Parlamento europeo los efectos más llamativos han sido: crisis del bipartidismo, crecimiento...

En estas elecciones al Parlamento europeo los efectos más llamativos han sido: crisis del bipartidismo, crecimiento de UPyD e IU, aunque esperaban mucho más, por lo que sus deseos se han frustrado debido a la irrupción en el panorama político de Podemos, a modo de un relámpago, es deseable que su permanencia sea más duradera.

En anterior artículo he señalado el papel protagonista en esta nueva fuerza política de Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero. Es de valorar el que hayan tenido el suficiente coraje para arrojarse a la arena política. Otros muchos prefieren quedarse en los cuarteles de invierno, sin comprometerse. Tienen formación académica y política, y sobre todo, un proyecto político que no está en esta Europa de la UE, muy al contrario en la Sudamérica actual: en la Bolivia de Evo Morales, el Ecuador de Rafael Correa, y la Venezuela de Chaves y Maduro. Su gran referente ideológico es el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos. Buena parte  del programa de Podemos está en los diferentes documentos de Sousa, titulados Cartas a las Izquierdas, de momento van once. Textos impresionantes y de gran calado político.

No voy a detenerme en el programa de Podemos, aunque si citaré algunas partes claves para salir de este auténtico suicidio colectivo, al que nos está sometiendo la Troika: auditoría de la deuda pública, renta básica universal, modificación los estatutos del BCE con el objetivo de crear empleo decente y evitar los ataques especulativos; crear una agencia pública europea de “rating” y una entidad pública bancaria, recuperar el control público de sectores estratégicos como la energía o las telecomunicaciones; persecución del fraude y paraísos fiscales; incrementar los referéndums; potenciación de los servicios públicos, etc. Evidentemente es un programa ambicioso, y que asumiría una parte importante de la ciudadanía,  y que desde las élites económicas, políticas y mediáticas ha sido calificado de populista e irreal. Evidentemente mientras el control político esté en manos de los dos grandes partidos políticos, naturalmente que este programa es irrealizable. Mas todo puede cambiar. De momento, en 4 meses de campaña han sido capaces de obtener la confianza de 1.245.948 españoles. Las expectativas son inmensas, y más teniendo en cuenta la irresponsabilidad política de los actuales dirigentes del PSOE, que van a dejar abandonados en la cuneta a muchos de sus antiguos votantes. Si no reaccionan con prontitud con un viraje ideológico hacia la izquierda, la evolución del PSOE será la del Pasok griego. Allá ellos.

Retornando a Podemos, el que haya alcanzado resultados tan positivos tiene una explicación multicausal. El programa comentado anteriormente es muy importante. Pero hay otras razones, que explica muy bien Enrique Muriel en un artículo Cinco claves del éxito de la campaña electoral de Podemos. En la campaña se ha puesto en funcionamiento una estrategia de comunicación política que llevan ensayando años. Entre los factores principales del están los siguientes:

1- La elaboración de un discurso sencillo y que apela a la emoción. Según  Iglesias la izquierda ha estado demasiado centrada en llegar a la intelectualidad y encerrada en sí misma, alejada de la cultura de masas. Hay que llegar a las masas. Se ha elaborado un mensaje para llegar a la gente normal.

2- El uso del lenguaje audiovisual. Han tenido claro que hay que tener presencia en la televisión, al ser el medio de comunicación de más audiencia. Según Iglesias: “En el año 2012, el 90% de un discurso político es un dispositivo audiovisual, el 95% de un liderazgo es un dispositivo audiovisual, el 95% de una campaña electoral o política es un dispositivo audiovisual, el 95% de lo que puede decir una organización política es un dispositivo audiovisual. El saldo de la creación audiovisual de Podemos ha sido muy alto: 86 vídeos subidos al canal en Youtube desde la presentación de la candidatura, más los subidos por los canales de La Tuerka o Fort Apache.

3- La construcción del liderazgo. Un buen líder, lo es Pablo Iglesias, sería aquel que tiene el papel de “transmitir ideas no solamente a los militantes, que también, sino a otra gente, alguien que habla con la gente que es destinataria de nuestros mensajes y de alguna forma le entiende, le escucha, le gusta lo que dice”.

4- La conquista del espacio en las televisiones generalistas. Una vez quedaba claro que el lenguaje audiovisual era el camino y el líder (o varios líderes) el que tenía que recorrerlo, el siguiente paso era entrar allí donde pueden verte más allá de unos pocos miles de militantes o simpatizantes. Los debates en Intereconomía, con una audiencia importante proporcionaron el medio ideal a Iglesias para “teatralizar el antagonismo”. Luego Iglesias ha participado en Las Mañanas de Cuatro, como tertuliano habitual.

5- Uso de los modos del 15-M. Nada de lo anterior habría dado tantos réditos electorales si antes no se hubiera desarrollado una ola de indignación. Podemos ha incorporado muchas de las demandas que pululaban por el movimiento de los indignados, como es el fin de los altos sueldos de los políticos las primarias abiertas, o los círculos, asambleas en las que se han propuesto a los candidatos y movilizado a los seguidores.

Carlos Gutiérrez en su artículo Podemos ¿una victoria de Gramsci en España?, incorpora aspectos interesantes a la hora de explicar los buenos resultados electorales de Podemos. Su principal acierto viene marcado por la comprensión del análisis gramsciano de las sociedades de los países desarrollados, y no se ha quedado solo en el análisis, sino que a partir de ahí ha llegado a la conclusión de que era necesario penetrar en el instrumento más potente de construcción de la hegemonía del sistema: los medios de comunicación. La izquierda había abandonado demasiados campos de batalla sin siquiera oponer resistencia, ya es hora de ir ocupando espacios y planteando debates en profundidad. También forma parte de nuestra tradición la actuación en los medios de nuestros “rivales” para desmontar sus argumentos y para hacer llegar a los ciudadanos nuestras propuestas. En ese campo tengo que decir que el diseño de la campaña de Podemos me ha parecido perfecto.

Podemos, volviendo a Gramsci, ha comprendido que estamos en una fase de guerra de posiciones, y que mientras no se vislumbra una posibilidad de cambiar el Sistema sí se puede ir avanzando y trabajando por cambiar el sentido común de una parte importante de la población. Ese trabajo previo de influencia en el sentido común de las mayorías sociales lo han hecho penetrando por pequeños orificios en el mayor aparato de generación de consensos y de creación de tendencias: la televisión. Los resultados cantan, que esa estrategia ha sido todo un éxito. Tal vez llevamos demasiado tiempo protestando por la omnipotente influencia de los medios de comunicación y sobre como sirven a los intereses de los poderosos y no hemos hecho nada por tratar de “asaltarlos”.  Es lo que ha hecho Podemos.

La irrupción de Podemos, no es casual