jueves. 25.04.2024

¡Bienvenidos a tiempos políticos muy interesantes!

Estamos viviendo unos tiempos políticamente muy interesantes. El bipartidismo está tocado. Y parece que irrumpe el cuatripartidismo.

Estamos viviendo unos tiempos políticamente muy interesantes. El bipartidismo está tocado. Y parece que irrumpe el cuatripartidismo.

En cuanto al PP acosado por los costos de la corrupción hasta las mismas entrañas, los recortes brutales del Estado de bienestar, la falta de liderazgo,  así como por su falta de credibilidad, cabe esperar que la sociedad española, si todavía circula por sus venas algo de sensatez y de dignidad, le imponga un durísimo castigo electoral; ya que el discurso de la salida de la crisis, ya no vende.

En cuanto al PSOE su falta de liderazgo es evidente. No remonta. Pedro Sánchez debería desprenderse cuanto antes mejor de la influencia de Felipe González, ya que este hoy en lugar de suponer una ayuda política supone una rémora. El expresidente por sus comportamientos personales cercanos a los grandes poderes económicos hace mucho daño al socialismo español; y mucho más su defensa de la gran coalición PP-PSOE, que de producirse convertirá en el medio plazo al PSOE en un futuro PASOK.  Por otra parte, los cuchillos dentro del socialismo de momento están enterrados, véase en la Federación Madrileña del PSOE, pero en cualquier momento pueden irrumpir. Cierto avezado comentarista político decía recientemente que a la cúpula del PSOE no le interesa el triunfo electoral de Carmona en las elecciones municipales de Madrid, ya que de producirse este accedería la presidencia de la Federación Madrileña del PSOE. Realmente perverso. Mas tampoco esta circunstancia es una novedad. Conozco casos de dirigentes de este partido que han disfrutado con el fracaso electoral de algún compañero.

Quiero referirme con más amplitud a los dos nuevos partidos emergentes. Es un hecho incuestionable  el proceso de desactivación de Podemos, que ha generado tantas expectativas en una gran parte de la sociedad española, por parte de los grandes poderes fácticos, tanto económicos, políticos y mediáticos, que han urdido una campaña de descrédito de sus principales dirigentes. Para ello, han puesto a trabajar una máquina perfectamente engrasada para rastrear cualquier huella del pasado personal o profesional que a los Monedero, Errejón o Iglesias les pudiera poner en aprietos políticos.  Una vez conseguida la pieza, había que manipularla y retorcerla con fines espurios, tarea a la que se han prestado servilmente los grandes medios de comunicación. Especialmente la actuación de un periódico vinculado con la llegada de la democracia ha sido realmente vergonzosa. ¡Qué nivel de degradación ha alcanzado!  Y la conclusión está ahí: la beca de Errejón o el trabajo de asesoramiento o el currículo de Monedero son hechos tan graves o más que el caso Bárcenas o el de Bankia. Mucha gente ha picado el anzuelo: “Todos son iguales”. Y lo digo con conocimiento de causa. Tal expresión la he oído en numerosas ocasiones en la barra del bar, o esperando en la panadería.  Por supuesto, todo ello aderezado con una expansión de un miedo aterrador a la  posible llegada al poder de Iglesias, con la acusación de populistas o bolivarianos; y por sus vínculos con el régimen de Venezuela.  ¿Muchos que les acusan con tales epítetos saben realmente cuál es su significado?  ¿Conocen realmente lo que está ocurriendo en Venezuela?  Mas da igual, han picado el anzuelo.

Mas esos poderes fácticos todavía no tienen bastante en este proceso de desactivación de Podemos. Quieren más. Para ello los medios  de propaganda habituales –desde El País hasta Libertad Digital, pasando por El Mundo, ABC, COPE, Cadena Ser y todas las cadenas de televisión— se han puesto ya manos a la obra para desinflar a Podemos, y para ello han creado artificialmente a nivel del Estado el partido de Ciudadanos. Albert Rivera es presentado como un político capaz de regenerar a España. Un auténtico mirlo blanco. Encuesta tras encuesta, cabe pensar que adecuadamente cocinadas, elevan el protagonismo de Ciudadanos.  Mas para tener una idea de su ideario en el ámbito económico, me parece muy pertinente la lectura del libro El dilema de España de Luis Garicano, que como sabemos ha sido unos de los autores de su programa económico. Es neoliberalismo puro y duro, y con grandes dosis de demagogia, para captar a electores desprevenidos y despistados. Con toda esta estrategia  están consiguiendo en buena parte su objetivo: desactivar a Podemos. Y si lo están consiguiendo se debe a la poca capacidad de reacción de los dirigentes de Podemos, que han pecado de ingenuidad, en parte justificada por su juventud. A los Errejón, Monedero e Iglesias nadie niega su extraordinaria formación como politólogos. Pero una cosa es ser politólogos y otra cosa muy diferente es el barro de la política. Aquí el fin justifica los medios.  ¿Es que no eran conscientes de que los ataques les iban a llegar de todos los frentes, y en consecuencia, debían estar preparados para responder contra ellos? Esperar un mes para explicar el cobro de  los 400.000 euros por parte del Monedero no es de recibo.  Era muy fácil la respuesta: sí, hemos recibido tal cantidad de un gobierno sudamericano para financiar el programa de La Tuerka. Y punto. ¿Es que no han recibido financiación foránea los partidos sistémicos españoles? El PSOE recibió el apoyo económico y logístico del SPD en tiempos de la Transición a través de la Fundación Friedrich Ebert. ¿No recibe financiación foránea el PP desde grandes poderes financieros?

Por otra parte,  el retroceso  de Podemos en relación a las grandes expectativas de hace unos meses se explica por determinados comportamientos de sus dirigentes. Su excesiva prepotencia y su desprecio hacia otras fuerzas de la izquierda es lógico que provoquen rechazo.   En una entrevista realizada en el pasado septiembre en este mismo periódico por Orencio Osuna a Pablo Iglesias, este respondió: “Parece que algunos están más contentos adorando a sus santos,  cuando en el fondo, en la intimidad  saben que no pueden ganar. Eso le ha ocurrido a una izquierda española que, aunque nunca se ha atrevido a decirlo públicamente, sabía que con su identidad y su discurso aspiraba, como mucho, a gobernar en minoría con el PSOE. Lo sabían, no querían ganar, incluso en un momento de crisis que abría muchas opciones, no querían ganar. Preferían vivir en la comodidad del 8% o del 12% de los votos, antes que asumir que hay que soltar lastres y que hay que hacer cosas difíciles para cambiar tu país. A determinadas izquierdas, a algunas las conozco muy bien, les entusiasma y les hace muy feliz ser una minoría, antes que afrontar contradicciones políticas, rodeado de mis símbolos, de mi gente, de un discurso fácil que lo critica absolutamente todo, sabiendo que jamás me voy a tener que manchar las manos y asumir que el cambio político implica jugar en un terreno que no es el nuestro.”

Pablo Iglesias en una Intervención en el conversatorio “Alternativas políticas para la crisis global”, desarrollado en la ciudad de La Paz en el Auditorio del Banco Central de Bolivia (BCB), el 25 de septiembre de 2014; junto al vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia Álvaro García Linera: “Corría el mes de febrero del año 2014 y me habían invitado a dar una conferencia con un compañero de Izquierda Unida (IU), que se llama Alberto Garzón, que es un gran compañero y él hablaba, fundamentalmente de economía, porque él es economista, yo hablaba de política; y en un momento determinado de la charla, cuando el público empezó a hacer preguntas, alguien dijo: ¿cuál es la clave que les diferencia a ustedes, pues ustedes van a competir en las elecciones europeas con fuerzas políticas distintas? Y, yo ahí me la jugué y fui muy arrogante, dije: la diferencia fundamental es que nosotros sabemos cómo ganar”.

Con la finalidad de captar votos transversalmente parece que temieran  declararse de izquierdas, además de ocultar que sus referentes políticos están en la Sudamérica de los Evo Morales o Rafael Correa… Y son de izquierdas como también miran hacia Sudamérica, si nos fijamos por sus discursos en determinados ambientes políticos. Del mismo discurso de Pablo Iglesias realizado en La Paz son estas palabras: La izquierda está en nuestro ADN político, yo me considero marxista, soy nieto de un combatiente de la guerra civil española, represaliado, condenado a muerte, con una pena conmutada a 30 años de prisión, varios años en la cárcel; mi padre estuvo en la cárcel, siempre ha militado en la izquierda y la izquierda forma parte de mi ADN y del ADN de los principales compañeros que sacamos adelante este proyecto”.

Tampoco les beneficia a sus dirigentes su injerencia excesiva, por no llamarla poco democrática, a la hora de confeccionar determinadas listas electorales municipales y autonómicas en determinados territorios del Estado español. Por último, la misma juventud con la consiguiente dosis de inexperiencia, puede ser un hándicap para encauzar todo el profundo malestar de una parte importante de la sociedad española. Da la impresión de que no están suficientemente preparados para asumir esa enorme responsabilidad, como si tal protagonismo les hubiera cogido de sorpresa.

¡Bienvenidos a tiempos políticos muy interesantes!