miércoles. 24.04.2024

Yo, mi, me, conmigo (1)

Paso la noche pensando en mí, en mi cama, con mis sueños, nadie tiene problemas, sólo yo, nadie virtudes, sólo yo. Despierto, voy al baño, enciendo la luz, me miro en el espejo. No le hablo, no sé quien es, sin embargo me mira, me imita, se burla de mí, un día verá. Se va a enterar. Estoy lleno de sueño, agua a la cara, me afeito. Desayuno.

Paso la noche pensando en mí, en mi cama, con mis sueños, nadie tiene problemas, sólo yo, nadie virtudes, sólo yo. Despierto, voy al baño, enciendo la luz, me miro en el espejo. No le hablo, no sé quien es, sin embargo me mira, me imita, se burla de mí, un día verá. Se va a enterar. Estoy lleno de sueño, agua a la cara, me afeito. Desayuno. ¿Hoy yo estoy bien, hoy yo estoy mal? No sé, tiempo tendré de saber, por falta de preguntas no va a ser. Me voy al PC, hace años eso era otra cosa, como del revés. Al lado la radio me cuenta historias que no están nada bien. Pienso en apagarla, pero he de saber, tengo que saber, he de conocer.

El barco está varado, me dicen que se hundió: Yo navego, para eso está el ordenador. No tengo que viajar, ni esperar en aeropuertos, no me atasco, mi coche no se rompe, atropello, corro y bebo, sin guardias, no tengo que moverme ni repostar, sólo acelerar, pulsar, cliquear: Es la felicidad. Sentado, pegado al monitor, veo el mundo, todo a mí alrededor. Ballenas en Cabo de Hornos, hornos para ballenas, hombres en la luna, la luna en los hombres, hablo con un turco, con un maorí, igual que con Maripí, la vecina del sextoí; compro libros, compro aparatos, compro alimentos, compruebo mis facturas, mando mucho imeil, el modelo exclusivo es para mí. Mujeres, todas, a mi disposición, altas, dotadas, cariñosas, sensibles, rabiosas, rubias, morenas, no se me resisten, jamás la calle me ofreció tanto. Pulso una tecla, música, libros, diarios, películas, ¿por el morro?, sí, la vida es así.

Y, encima tengo un blog, un blog donde escribo lo que pienso aunque no piense lo que escribo, y cometan en mi blog mi palabra sagrada, soy un gurú con mesa de camilla, el mundo alrededor, mi ego, y yo. Y arreglo al mismo tiempo roto y descosido, según mi percepción, esperando que me digan lo bien que lo hago yo, lo listo que soy, lo mucho que sé, la envidia que doy. ¿Y qués eso de un blog? Vaya tontorrón, para que te enteres mi sitio en el escalafón. Todo sin moverme, desde mi sillón.

Y tengo una casa, diseñada por mí, donde sólo entra gente, la gente como yo. En ella hay un perro, nada de pipí, nada de cacá, ni sale de mañana ni sale por la noche, sale todo el día por el monitor. Qué linda mi casa, que lindo mi perro, que buenos mis amigos, que gran televisor.

¿La calle? ¿Qué calle? Que se calle. Son como hormigas, ¿no? Bastante tengo con mi monitor, mi puerto uesebé y el twiter de usted, que me admira, me adora y bebe los vientos por mi reflexión. De todas maneras hay que salir, montar en autobús, en tren o en avión, siempre sentado, sin acompañante. Me molesta, me obnubila tu conversación, tu aproximación. Y ando, camino y paseo por obligación, mis gafas negras, mi capuchón, mi emepetres, ¿que más puedo pedir yo? Merodeo ajeno a la luz, al verde, al piar de los pájaros, al mendigo, a la destrucción, a la manifestación y a cualquier asociación, todo lo que quiero está en mi ordenador.

Y, tú, sorprendido, ¿te crees mejor que yo? ¿Cuántas horas pasas con el televisor, oyendo el sermón, bailando su canción? ¿Es que no te enteras que el tiempo se movió, que la vida está ahora en mi monitor? ¿Por quién haces algo, pedazo de mamón si pasas todo el día también en un sillón? ¿No te duele el alma de tanta genuflexión? ¿Acaso te crees un ser superior, porque vives en urba, juegas al golf, comes en adriá, vives como Dios y pasas de todo lo que ocurre a quienes no son de tu condición? Real es mi vida virtual, virtual es tu vida real, los dos atrapados en el mundo neocon.



(1) Léase, si se quiere y es posible, a ritmo de rap.

Yo, mi, me, conmigo (1)