jueves. 25.04.2024

Y sin Embargo……….se Mueve

NUEVATRIBUNA.ES - 1.10.2010La Huelga general ha supuesto el paro real de 10 millones de trabajadores y trabajadoras y la participación activa de muchos más, en una clara demostración de la asunción de la consigna más generalizada “así no”.
NUEVATRIBUNA.ES - 1.10.2010

La Huelga general ha supuesto el paro real de 10 millones de trabajadores y trabajadoras y la participación activa de muchos más, en una clara demostración de la asunción de la consigna más generalizada “así no”.

A mayores, la movilización social alrededor de la convocatoria de la Huelga y de su ejecución ha sido la más alta producida en los últimos años en este país, en el más amplio sentido, tanto en los sectores que la han apoyado -y a las reivindicaciones sindicales- como a los sectores contrarios partidarios de la desregulación económica, del debilitamiento de los sindicatos, y de cualquier estructuración democrática de la sociedad, que se han movilizado como nunca lo habían hecho desde la transición.

Movilización social que sitúa el futuro en unas coordenadas muy diferentes a las de la anterior etapa que nos ha llevado hasta la huelga general. En primer lugar conviene resaltar que esos sectores opuestos a la huelga y al sindicalismo son los que más credibilidad han perdido: ni la debilidad de los sindicatos ni la no participación de los trabajadores, ni la violencia generalizada, ni el hundimiento del movimiento sindical, ninguno de los agoreros deseos que han formulado intentando hacerlos pasar por verdades inmutables se ha cumplido.

La gran participación en las manifestaciones del día 29, especialmente en Madrid y Barcelona, (adonde acuden miles de trabajadores que no han podido parar por amenazas de los empresarios y miedo justificado a perder su puesto de trabajo por ejercer un derecho democrático y constitucional) también contribuye a desarmar sus falacias. Se ha acabado la verborrea repleta de adjetivos, descalificaciones, contradicciones clamorosas,-como la de pedir y condenar a un tiempo la huelga general- sin contrastarlas nunca con los números, los datos reales, el análisis riguroso. La gente ha estado en la movilización, nadie tiene que contárselo, y más allá de las criticas a los sindicatos, de la desconfianza en los partidos políticos, del desengaño con el sistema, lo que ha desaparecido es toda credibilidad de la pléyade de opinadores profesionales que pase lo que pase, y aunque no pase nada, mantienen sus tesis estratificadas y remitidas a un pasado idílico que nunca existió, sin organizaciones democráticas que cuestionen a los poderes económicos.

La derecha política ha ejercido de Tartufo, salvo algunos extremistas como la Presidenta de Madrid que en el fondo dispara hacia sus propias filas, esperando sacar réditos sea cual sea el resultado del proceso, pero se le ha visto el plumero y todo el mundo sabe que sus medidas serian aún más lesivas para los trabajadores y su incapacidad para una salida de la crisis mayor. Y, aunque no lo crean, la movilización de la huelga general en la medida que exige cambios positivos para los trabajadores también va en su contra.

Se impone ahora que los agentes implicados en el conflicto y la movilización, fundamentalmente el gobierno y los sindicatos, (la patronal está en otra onda y ni aporta ni va a aportar nada, sólo maniobrar para intentar sacar los mayores beneficios posibles) trabajen por una salida positiva de la situación que sólo se resuelve en la negociación..

Es la hora del permanente binomio sindical, movilización-negociación, dialéctica que expresa que para alcanzar buenos resultados en una negociación es necesario movilizarse previamente y que la negociación desmovilizada tiene muy difícil alcanzar sus objetivos. De tal forma que -como ahora ha ocurrido- el fracaso de la negociación ha conllevado la gran movilización del 29 de Septiembre, cuyo objetivo no es otro que conseguir modificar las posiciones del interlocutor, en este caso el gobierno, con el objetivo de conseguir negociar los temas que han sido objeto de la protesta.

Más allá de sus palabras y de la retórica propia del día siguiente a la huelga general, el Gobierno tiene los datos. Conoce perfectamente la magnitud de la gran respuesta de los trabajadores y de muchos ciudadanos en la Huelga general y está obligado a modificar sus posiciones, convocar seriamente a los sindicatos y negociar sobre la reforma laboral, las pensiones y todas aquellas materias referidas al estado del bienestar y al aumento del empleo y los derechos de los trabajadores.

A pesar de los intentos de ocultación, de la tergiversación de los objetivos y de la propia ejecución de la huelga, algo muy importante se ha movido el día 29. Y a pesar también de la ignorancia objetiva o voluntaria sobre los hechos, ya ha modificado la situación previamente existente y se va a seguir moviendo. Con ello ha de contar necesariamente cualquier organización o institución que quiera abordar con seriedad el futuro de este país.

Javier Fernández - Sindicalista






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