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nuevatribuna.es | 20.12.2010Ya le ocurrió en las primarias y ese prodigio de la metamorfosis ha vuelto a acontecer con la pensiones como excusa. Ahora resulta que el candidato socialista apoya en todo al Gobierno de Zapatero pero, a la vez, es capaz de hablar en nombre de la izquierda lo que ya traspasa los límites de la comedia del director neoyorkino para adentrarse en el género de la ciencia ficción.

nuevatribuna.es | 20.12.2010

Ya le ocurrió en las primarias y ese prodigio de la metamorfosis ha vuelto a acontecer con la pensiones como excusa. Ahora resulta que el candidato socialista apoya en todo al Gobierno de Zapatero pero, a la vez, es capaz de hablar en nombre de la izquierda lo que ya traspasa los límites de la comedia del director neoyorkino para adentrarse en el género de la ciencia ficción. Al parecer, según clama en el fragor del mitin, eso de consentir a los mercados financieros o dejar en bandeja a los bancos la tajada de los planes privados de pensiones tiene de socialdemócrata lo que Rajoy de estajanovista.

Se ve que todos los demás recortes sociales decretados desde Moncloa son de un revolucionario izquierdismo que asusta no sólo a los embajadores norteamericanos. Los gobiernos, dice don Tomás, están para domeñar a los mercados ¿Y esto, exactamente, a quién se lo cuenta? ¿A las gentes de izquierda sin complejos o a quien se pone el traje ideológico en función del cóctel al que estén invitados? No deja de ser un alivio que sea candidato a una región sin litoral marítimo porque vocación de capitán no se le ve a don Tomás. Lo digo por eso de abandonar el último el barco antes de que se hunda.

Más bien al contrario. Los codazos en proa o popa para ser el primero en intentar salvarse de la quema electoral son tan notorios o más que esos elogios que no hace mucho tiempo se vertían sobre ese mismo líder de quien ahora se cuestiona hasta el color de las corbatas con el fin de maquillar el previsible desastre en las urnas. Al fin y al cabo el oportunismo no deja de ser una corriente de pensamiento vigente a través de los tiempos con independencia del fondo de armario de las ideas por muy veletas que éstas sean.

Y lo son mucho. Sólo gracias a esas corrientes de aire se entiende que el mismo político que ha sido mudo y cómplice en los recortes de salarios de los trabajadores, en la congelación de las pensiones, en el abaratamiento del despido, en la supresión de ayudas a los parados o el mismo que se erigió en paladín de la eliminación del impuesto de patrimonio en competencia directa con Esperanza Aguirre se suba ahora al púlpito a impartir lecciones sobre lo que es de derechas o es de izquierdas. Como mucho se le concede el magisterio para, llegado el caso, gobernar como la derecha diciendo que uno es de izquierdas. De ese modo jamás podrá uno huir del modelo neoliberal como no es posible que nadie se escape de su propia sombra.

Germán Temprano | Escritor y periodista | www.germantemprano.es

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