jueves. 28.03.2024

Unos presupuestos no creíbles, tramposos e injustos

El Gobierno del PP ha presentado los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el 2012. Hoy se ha hecho evidente que el Gobierno parece no haber entendido el mensaje que le envió la ciudadanía con las movilizaciones sociales del 29 de marzo. El Gobierno del PP contesta a la exigencia social de otra política y las llamadas al dialogo con medidas que son una provocación.

El Gobierno del PP ha presentado los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el 2012. Hoy se ha hecho evidente que el Gobierno parece no haber entendido el mensaje que le envió la ciudadanía con las movilizaciones sociales del 29 de marzo. El Gobierno del PP contesta a la exigencia social de otra política y las llamadas al dialogo con medidas que son una provocación.

Parece que de lo único que es consciente el Gobierno y lo único que le preocupa con los PGE es no repetir la mala experiencia “comunicativa” de la Reforma Laboral. El PP parece ser consciente que la batalla de la huelga general la comenzó a perder, cuando no consiguió “vender” la reforma laboral como creadora de empleo. Y no ha conseguido evitar que el marco del debate social haya girado alrededor de la idea de una Reforma Laboral para el despido.

Posiblemente por eso la explicación de los PGE del 2012 has sido más modesta en las formas, pero igual de tramposa en su exposición.

La Vicepresidenta del gobierno ha explicado los PGE recordando a los ciudadanos todas las desgracias que la ciudadanía podía esperar de la desastrosa situación económica que sufrimos, pero que el Gobierno le ha ahorrado.

En palabras de la Vicepresidenta del Gobierno podían haber bajado las pensiones y no lo han hecho –dicen-, obviando que en términos reales los pensionistas tienen en 2012 menos poder adquisitivo por la combinación de subida nominal del 1% y subida del IRPF muy superior. Podían bajar las prestaciones por desempleo y no lo han hecho, obviando que hay 1.500.00 personas paradas sin prestación alguna y que la mayor parte de los parados cobran solo el subsidio de desempleo o una prestación asistencial. Podían haber bajado el sueldo a los empleados públicos y en cambio solo se lo han congelado, ignorando que los ajustes de salarios públicos de los últimos años han supuesto una reducción de un 20% de media en términos reales. Podían subir el IVA y no lo han hecho. Aunque falta por ver si, a pesar de no explicarlo, existe algún cambio en el tipo aplicable a algunos productos. No seria la primera vez que el Gobierno se “olvida” de explicar en la rueda del Consejo de Ministros algunos aspectos importantes de las decisiones adoptadas. Podían haber subido las tarifas de la electricidad un 40% -en palabras literales del Ministro Soria- y la subida en la Tarifa de Último Recurso –la que se aplica a la mayoría de las familias- solo ha sido del 7%.

En resumen, nos podían haber matado a golpes de ajuste y nos perdonan la vida y por ello se supone que hay que valorar positivamente los PGE 2012. Es eso lo que les ha permitido al Vicepresidenta y al Ministro de Hacienda, con el desparpajo que les caracteriza, calificar los PGE para 2012 de austeros, equitativos, equilibrados y por si fuera poco de inteligentes. Asistimos a un nuevo capitulo de las maniobras de la manipulación comunicativa, que ya están repitiendo machaconamente los miembros de la Acorazada Brunete de la Comunicación.

Por ello, si queremos comenzar a ganar la batalla de la movilización contra los PGE 2012 como hemos hecho con la reforma laboral a las organizaciones sociales, sindicatos, partidos políticos nos corresponde explicar bien los contenidos de los PGE y desmontar esta nueva manipulación comunicativa. Pidiendo la colaboración de los profesionales de la comunicación conscientes de su función crítica en el cometido de explicar sus contenidos reales, más allá de la propaganda

Comenzando por explicar de nuevo que, siendo importante la reducción del déficit público, ello no solo depende de los ajustes en el gasto, ni de un incremento injusto de los impuestos. Y sobre todo insistiendo que no hay nada que justifique, salvo la obsesión teológica de los gobernantes europeos, que ese ajuste del déficit del 8,3% al 3,5% deba hacerse en solo dos ejercicios.

Los PGE que hoy hemos conocido deben de calificarse de “no creíbles”, justificados con “falsedades”, llenos de “trampas” en la explicación de su contenido, Ineficientes económicamente en el reparto por áreas de los ajustes y profundamente “injustos” en el reparto de los costes.

Son “no creíbles”, ni en lo que se refiere a los ingresos, ni en los gastos. Y mucho menos en la consecución del objetivo final del déficit. No es creíble el incremento previsto de los ingresos, dado que la mayor presión sobre salarios del IRPF va a ser descompensada por la caída de la base tributaria fruto del desempleo y de la reducción de salarios. No es creíble que la Seguridad Social vaya a cerrar el ejercicio del 2012 con equilibrio presupuestario. La Seguridad Social no tiene ningún problema estructural de estabilidad presupuestaria, pero la reforma laboral y sus efectos en el empleo va a provocar una reducción de los ingresos, por la vía de menos cotizantes y por la vía de perores bases de cotización, fruto de salarios más bajos.

Son unos presupuestos explicados de nuevo con falsedades. Como la que de nuevo hoy ha vertido la Vicepresidente, cuando ha dicho que el país no se puede permitir el lujo de continuar gastando más de 90.000 millones de lo que ingresa. Este es sin duda el engaño que más se repite por parte del Gobierno, hacer crear a la ciudadanía que el problema deriva de un incremento descontrolado de los gastos, cuando 2/3 parte del déficit se debe a la caída de los ingresos, en parte por la crisis, en parte por la obsesiva política de ajustes drásticos. De la misma manera que es falso que la subida de las tarifas eléctricas venga obligada por un auto del Tribunal Supremo. Eso es radicalmente falso. El problema del déficit tarifario proviene de una deficiente regulación de la tarifa y de pagos sobredimensionados a las eléctricas. Se ha perdido una gran oportunidad para aprobar un impuesto sobre la energía nuclear que permitiría recaudar ingresos y hacer corresponsables a las empresas que gestionan las nucleares de una parte de los costes ocultos que hoy genera la energía nuclear. Una oportunidad perdida también la semana pasada cuando se rechazo una Proposición No de Ley presentada en el Congreso de Diputados por el Grupo de la Izquierda Plural (IU, ICV-EUIA, CHA)

De nuevo se utilizan las trampas para explicar una medida de los presupuestos, Se justifica la reducción de las partidas de políticas para incentivar el empleo, con el argumento de que son programas ineficientes. Si eso es así lo que debería hacerse es aprobar otros programas de políticas activas y no reducir hasta mínimos las políticas de incentivo del empleo.

Son también unos PGE ineficientes en términos económicos y con el objetivo de salida de la crisis. No solo porque se reducen las partidas para políticas activas, sino porque uno de los departamentos más afectados por el ajuste es el de Educación. Obviando así la Declaración del último Consejo Europeo que llamaba a los gobiernos europeos a salvar del ajuste fiscal los gastos en Educación, Investigación y Desarrollo. El Gobierno español utiliza la coartada de la UE para lo que le interesa y obvia todo aquello que no coincide con sus concepciones políticas.

Y por último son unos PGE profundamente injustos en el reparto de los costes. Sube un 7% la tarifa de último recurso de la electricidad, un 5% la del gas. Se aprueban nuevas tasas para el acceso de los ciudadanos a la Justicia. Se reducen las partidas para las prestaciones de dependencia. Se congela de nuevo el sueldo de los empleados públicos. Y en paralelo se acuerda una amnistía fiscal, bajo la denominación de regularización que permite a los evasores fiscales eludir sus responsabilidades fiscales pagando solo el 10% de los capitales que hagan emerger. Eso sí, afirmando, como cada vez que se ha tirado mano de la amnistía fiscal a los evasores que esta es la última vez, pero sin que se aporten datos de como avanzar en la lucha contra la evasión fiscal de capitales. Todo ello, mientras se atrasa “sine die” la Reforma Fiscal prometida. La única de las reformas estructurales que parece no ser urgente para el Sr Rajoy.

Deberemos estar atentos a la reforma el Impuesto de Sociedades anunciada y a su letra pequeña para ver si es cierto que supone un cambio de alguna significación. La experiencia de la última reforma en este sentido aprobada el 2006 a iniciativa del PSOE, con los votos de CIU y el aval del PP nos permite dudar de las afirmaciones realizadas. Ya entonces se dijo que la reforma era para beneficiar a las PIMES y los grandes beneficiarios han sido grandes empresas y a los bancos.

Tendremos oportunidad de profundizar en el análisis en detalle de los PGE 2012 cuando entren en Congreso de Diputados. Pero de esta primera lectura de los datos presentados por el Gobierno podemos afirmar que son toda una provocación social. Una provocación que, no por anunciada, es menos graves y que sin duda justifica aún más la huelga general del 29 de marzo y la continuidad de las movilizaciones sociales.

Unos presupuestos no creíbles, tramposos e injustos
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