20 de septiembre de 2010, 15:14
NUEVATRIBUNA.ES - 30.8.2009
A partir del 31 de agosto el clima mundial tiene una nueva cita. Desde ese día y hasta el cuatro de septiembre, se celebra en Ginebra la Tercera Conferencia Mundial sobre el Clima (WCC-3), organizada por la Organización Meteorólógica Mundial (OMM)[1]. No estamos ante una cita cualquiera, pues bajo la apariencia de una reunión muy técnica, con la participación de los científicos más destacados en el tema, se trata de poner a punto los mecanismos que permitan conocer cada vez mejor los mecanismos globales del clima, sus cambios debidos a la acción humana y poder actuar en consecuencia. El lema de la reunión: La previsión y la información climatológicas al servicio de la toma de decisiones, pone claramente de manifiesto la intención de los organizadores de llevar el conocimiento científico en esta materia al terreno de la toma de decisiones, lo que se debería de concretar en la próxima Conferencia sobre el Cambio Climático de Copenhague en diciembre de este mismo año.
No es tampoco una conferencia nueva en el ámbito climatológico mundial, la primera, de 1979, tuvo una gran importancia y sus propuestas dieron origen, en años sucesivos, a los programas e instituciones destinados a la investigación del clima global, entre los que destacan el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, más conocido por sus siglas en inglés IPCC[2], autor de los informes que han ido sacando a la luz las evidencias de este fenómeno, que en 2007 recibió el Premio Nobel de la Paz y que en este mismo encuentro conmemorará oficialmente su vigésimo aniversario. Fue la segunda Conferencia celebada en 1990 la que advirtió de lo que se nos venía encima y la que sirvió, con su llamamiento, de precedente a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 1992[3]. Además, en la práctica, el éxito de la OMM en la puesta en marcha de sistemas de predicción y preparación de la población ante fenómenos meteorológicos extremos, como los ciclones tropicales, se mide en cientos de miles de vidas salvadas en las últimas décadas.
Hoy, las ciencias que estudian los fenómenos del clima y su influencia en los ecosistemas y en las poblaciones humanas, cuentan con una red de información permanentemente alimentada por los datos que los diferentes centros de observación e investigación van suministrando de manera continua, lo que hace posible a las instituciones internacionales y a los diferentes Estados, disponer del conocimiento de los riesgos consiguientes a los cambios que se están produciendo y que solamente se pueden afrontar mediante la cooperación mundial. Riesgos que ya se han convertido en realidades catastróficas, como la marea de incendios que asolan el sur de Europa, las inundaciones en niveles desconocidos en Asia, la sequía que está transformando el paisaje del África Subsahariana, generando hambrunas masivas y forzando movimientos migratorios, la extensión de enfermedades epidémicas por nuevos espacios geográficos o la constatada fusión rápida de los glaciares en zonas montañosas y de los hielos polares. Por ello, la Conferencia de Ginebra de los próximos días, hará hincapié en la puesta a punto de los servicios meteorológicos para prevención de riesgos y en la necesidad de una estrategia común internacional, al tiempo que se espera que sirva para avanzar en las modelizaciones sobre los efectos del cambio climático y poder, en consecuencia, combatirlos y adaptarnos a ellos. Es pues una cita clave en el camino hacia un nuevo acuerdo mundial, más allá del Protocolo de Kioto (2005 a 2012), que permita hacer frente al principal reto de la humanidad en el siglo XXI.
Pedro Díez Olazábal participó en la fundación del Sindicato de Enseñanza de CC.OO y ha estado siempre vinculado a los movimientos sociales. Ha desempeñado los cargos de Alcalde de Arganda del Rey, diputado de la Asamblea de Madrid y Vicepresidente Tercero, portavoz en la Comisión de Medio Ambiente y Presidente de la Asamblea de Madrid.
[1] La OMM es un organismo especializado de las Naciones Unidas, creada en 1950.
[2] IPCC: Intergovernmental Panel on Climate Change, creado por la OMM y el PNUMA (ONU).
[3] Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, adoptada en Nueva York el 9 de mayo de 1992, entró en vigor el 21 de marzo de 1994.
A partir del 31 de agosto el clima mundial tiene una nueva cita. Desde ese día y hasta el cuatro de septiembre, se celebra en Ginebra la Tercera Conferencia Mundial sobre el Clima (WCC-3), organizada por la Organización Meteorólógica Mundial (OMM)[1]. No estamos ante una cita cualquiera, pues bajo la apariencia de una reunión muy técnica, con la participación de los científicos más destacados en el tema, se trata de poner a punto los mecanismos que permitan conocer cada vez mejor los mecanismos globales del clima, sus cambios debidos a la acción humana y poder actuar en consecuencia. El lema de la reunión: La previsión y la información climatológicas al servicio de la toma de decisiones, pone claramente de manifiesto la intención de los organizadores de llevar el conocimiento científico en esta materia al terreno de la toma de decisiones, lo que se debería de concretar en la próxima Conferencia sobre el Cambio Climático de Copenhague en diciembre de este mismo año.
No es tampoco una conferencia nueva en el ámbito climatológico mundial, la primera, de 1979, tuvo una gran importancia y sus propuestas dieron origen, en años sucesivos, a los programas e instituciones destinados a la investigación del clima global, entre los que destacan el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, más conocido por sus siglas en inglés IPCC[2], autor de los informes que han ido sacando a la luz las evidencias de este fenómeno, que en 2007 recibió el Premio Nobel de la Paz y que en este mismo encuentro conmemorará oficialmente su vigésimo aniversario. Fue la segunda Conferencia celebada en 1990 la que advirtió de lo que se nos venía encima y la que sirvió, con su llamamiento, de precedente a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 1992[3]. Además, en la práctica, el éxito de la OMM en la puesta en marcha de sistemas de predicción y preparación de la población ante fenómenos meteorológicos extremos, como los ciclones tropicales, se mide en cientos de miles de vidas salvadas en las últimas décadas.
Hoy, las ciencias que estudian los fenómenos del clima y su influencia en los ecosistemas y en las poblaciones humanas, cuentan con una red de información permanentemente alimentada por los datos que los diferentes centros de observación e investigación van suministrando de manera continua, lo que hace posible a las instituciones internacionales y a los diferentes Estados, disponer del conocimiento de los riesgos consiguientes a los cambios que se están produciendo y que solamente se pueden afrontar mediante la cooperación mundial. Riesgos que ya se han convertido en realidades catastróficas, como la marea de incendios que asolan el sur de Europa, las inundaciones en niveles desconocidos en Asia, la sequía que está transformando el paisaje del África Subsahariana, generando hambrunas masivas y forzando movimientos migratorios, la extensión de enfermedades epidémicas por nuevos espacios geográficos o la constatada fusión rápida de los glaciares en zonas montañosas y de los hielos polares. Por ello, la Conferencia de Ginebra de los próximos días, hará hincapié en la puesta a punto de los servicios meteorológicos para prevención de riesgos y en la necesidad de una estrategia común internacional, al tiempo que se espera que sirva para avanzar en las modelizaciones sobre los efectos del cambio climático y poder, en consecuencia, combatirlos y adaptarnos a ellos. Es pues una cita clave en el camino hacia un nuevo acuerdo mundial, más allá del Protocolo de Kioto (2005 a 2012), que permita hacer frente al principal reto de la humanidad en el siglo XXI.
Pedro Díez Olazábal participó en la fundación del Sindicato de Enseñanza de CC.OO y ha estado siempre vinculado a los movimientos sociales. Ha desempeñado los cargos de Alcalde de Arganda del Rey, diputado de la Asamblea de Madrid y Vicepresidente Tercero, portavoz en la Comisión de Medio Ambiente y Presidente de la Asamblea de Madrid.
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[1] La OMM es un organismo especializado de las Naciones Unidas, creada en 1950.
[2] IPCC: Intergovernmental Panel on Climate Change, creado por la OMM y el PNUMA (ONU).
[3] Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, adoptada en Nueva York el 9 de mayo de 1992, entró en vigor el 21 de marzo de 1994.