jueves. 25.04.2024

Una nota sobre el déficit y la deuda pública

NUEVATRIBUNA.ES - 1.6.2010...Digo de lo racionalidad porque uno de los supuestos sobre los que se sustenta el marginalismo, tanto por el lado de la demanda como de la producción, es el del comportamiento racional en el consumo y en la producción. Es decir, el comportamiento de los mercados financieros está tirando por tierra, no sólo las concepciones neoliberales, sino los fundamentos del análisis microeconómico.
NUEVATRIBUNA.ES - 1.6.2010

...Digo de lo racionalidad porque uno de los supuestos sobre los que se sustenta el marginalismo, tanto por el lado de la demanda como de la producción, es el del comportamiento racional en el consumo y en la producción. Es decir, el comportamiento de los mercados financieros está tirando por tierra, no sólo las concepciones neoliberales, sino los fundamentos del análisis microeconómico. Sé que esto, en estas circunstancias y en estos ámbitos, carece de importancia, pero a la larga debiera suponer una revisión de todo el análisis económico que se estudia en las facultades de Economía y de todos los profesores y catedráticos que defienden o utilizan acríticamente estas teorías y estos instrumentos. Ni siquiera la teoría de los juegos puede salvar todo esto.

Quería concretar como ejemplo de lo anterior la persistencia de órganos como el FMI y el BCE en obligar a los países de la zona euro en luchar contra el déficit y contra la deuda pública, como si ambas fueran variables que representan aspectos de la realidad distintos, como si se pudiera actuar sobre uno y dejar indemne el otro a medio y largo plazo. No puede haber más ignorancia e incompetencia por parte de los burócratas que deciden en Bruselas, en el ECOFIN, en el Consejo y en la Comisión. Estos tipos no pasarían un examen de primero de Económicas. Veamos. El Déficit Público de un país es la diferencia de los Ingresos y Gastos públicos ejecutados a lo largo de un año. La Deuda Pública a una fecha determinada es el saldo vivo de los pasivos emitidos por el Estado -en concreto, el Tesoro- de un país. El déficit queda definido por la ecuación:

Déficit(t) = Gastos (t) - Ingresos(t) + r x Deuda(t-1)


Es decir, el Déficit en un año “t” es igual a la diferencia entre Gastos e Ingresos Públicos (déficit primario), más los intereses de la Deuda Pública heredada del año anterior. Esta es la primera y más básica conexión. La segunda es la siguiente:

Deuda(t) = Deuda(t-1) + Déficit(t)


Ha de suponerse que no existen o no se tienen en cuenta posibles préstamos de organismo internacionales. Como la ecuación anterior es válida para cualquier año “t”, también será válida con un año de rezago (de retraso) y nos da:

Deuda(t-1) = Deuda(t-2) + Déficit(t-1)


Y así sucesivamente para todos los años que consideremos oportuno. Si ahora vamos sustituyendo sucesivamente las ecuaciones desde la que expresa la Deuda en el último período considerado en el anterior, obtenemos una ecuación de la siguiente manera:

Deuda(t) = Déficit(t) + Déficit(t-1) + Déficit(t-2) +...+ Déficit(t-i+1) + Deuda(t-i)


Siendo el año “t-i” el último considerado. Lo notable de esto y donde se demuestra la ignorancia de los burócratas mencionados, es que esta ecuación nos dice que el saldo vivo de la Deuda en un momento del tiempo (año “t”) es la suma de los déficits del pasado más un residuo que recogería la Deuda del año del cual arrancamos (“t-i”). Es por tanto una duplicación innecesaria y puede llegar a ser contradictorio exigir -como lo hace el Pacto de Estabilidad y Crecimiento- un criterio para el Déficit y otro para la Deuda. Con un criterio para esta última sería suficiente. Veamos cómo. De las dos primeras ecuaciones se obtiene la relación siguiente (1):

Deuda(t )= (1+r)Deuda(t-1) + G(t) - I(t)


Es decir, la Deuda de un año ha de financiar la Deuda del año anterior, más los intereses de la Deuda del año anterior, más el Déficit del año en curso “G(t)-I(t)”. ¿Qué garantías ofrece un país para que esta deuda no se dispare en una espiral tipo Ponzi? Lo comparamos con el crecimiento de su Producto Interior Bruto en el año “t”, al que vamos a llamar Y(t) para simplificar. Según esto, el crecimiento del PIB del año “t” vendrá dado por la ecuación:

Y(t) = (1+g)Y(t-1)


Siendo “g” la tasa de crecimiento del PIB del año “t” sobre el año “t-1”. Si ahora dividimos miembro a miembro -como lo hacíamos en el bachillerato- la ecuación penúltima sobre la última obtenemos:

Deuda(t)/Y(t) = [(1+r)/(1+g)] x [Deuda(t-1)/Y(t-1)] + [G(t)-It)]/Y(t)


Ciertamente parece más complicada, pero no pasa de ser una ecuación de primer grado, de aquellas que se estudiaban en el bachillerato elemental (ahora la ESO). Pero lo vamos a simplificar de la siguiente manera. Vamos a suponer que son iguales las relaciones entre Deuda y PIB del años “t” y del año “t-1”, y, además, si hablamos de Déficit del año “t”, la relación “[G(t)-I(t)]/Y(t)” es positiva, por lo que se cumplirá que:

1 > (1+r)/(1+g)


De lo cual se deduce que “g > r”, es decir, que para que la Deuda no se vaya de un punto de no retorno bajo las condiciones anteriores, es condición necesaria que la tasa de crecimiento de la economía (“g”) sea mayor que los tipos de interés (“r”) aplicados a la Deuda. El Déficit ha desaparecido por estar subsumido en la Deuda. De todo esto se deriva la actuación criminal, no sólo de los fondos especulativos, de las agencias de calificación, sino de las autoridades de Bruselas, del FMI, etc., porque para saldar los Déficits y rebajar la Deuda se está exigiendo a Grecia, España, Portugal, Italia, Irlanda -luego vendrá el Reino Unido- que reduzcan los gastos públicos, cuando son estos, en las condiciones actuales de atonía del Consumo, los únicos que pueden expolear el crecimiento mediante el multiplicador keynesiano/kalecquiano. Al reducir los gastos públicos y al aumentar los tipos de interés de la Deuda (“r”), se está condenando a que la tasa de crecimiento de la economía (“g”) sea menor -y no mayor, como sería lo ideal- que los tipos de interés de las finanzas públicas, con las que se pagan o se adelantan los gastos sociales, la Sanidad Pública, La Educación Pública, las pensiones, el paro, etc. En resumen, ignorantes y criminales, porque los 3 muertos griegos son conquistas de la UE, del FMI, de la Merkel y de los fondos especulativos: ¡si al menos no pudieran dormir por las noches!

Antonio Mora Plaza - Economista

(1) La sostenibilidad de la política fiscal, Eduardo Berenguer, Universitat de Barcelona: http://www.nuevatribuna.es/media/nuevatribuna/editmaker/pdf/mora2.pdf

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