20 de septiembre de 2010, 15:54
NUEVATRIBUNA.ES - 6.10.2009
A Mariano le han venido bien los piratas somalíes para no tener que hablar de los que tiene en su propio partido. Esta oportuna evasiva ha sucedido a ese empeño por hablar de los Juegos cuando era inquirido por la trama Gürtel. Una de dos. O no tiene criterio político o tiene mal graduado el sonotone. Ahora que ya algunos, por mor de la edad, nos preparamos para el lanzamiento de prótesis de cadera para cuando lleguen las Olimpiadas a Madrid, le quedan menos coartadas para salirse por la tangente. Sin embargo, hay que reconocer su habilidad para hallar siempre algún recurso con el que eludir ese pandemonium con olor a clementina pocha que tiene en la sede de Génova.
La virulencia de Rajoy contra ZP ante el lamentable secuestro de los atuneros no evidencia su inquietud por el futuro del sector conservero español. Sólo delata que cuando llueve unos sacan el paraguas y otros se quedan en casa a esperar que escampe. El líder del PP es de los segundos ¿Para qué tomar una decisión? ¿Y si uno se equivoca? Mucho más eficaz ponerle a Zapatero un parche en el ojo, echarle la culpa del abordaje y luego, cuando capturen a los bucaneros, también responsabilizar al jefe del Ejecutivo de haber dejado en el paro a los asaltantes.
Esta encomiable capacidad de iniciativa viene muy bien para alguien que aspira a ser presidente del Gobierno. Con este bagaje, cuando haya que solucionar el desempleo él bien podrá argumentar que es mucho mejor sentarse a aguardar a que encuentren un trabajo. Dios proveerá. De hecho, hasta la fecha no se le conocen soluciones. Tan sólo problemas. Vaya en su descargo que casi mejor no decir nada. Total, para el caso que le hacen. Mientras clama en los mítines por la rebaja de impuestos, Gallardón cruje al contribuyente. Más IBI, más dinero por los vados y, ya puestos, una tasa que, por su cuantía, casi te obliga a tirar la basura con antifaz para que no sepan que es la tuya. Alguien le podría preguntar a Mariano su opinión sobre esta voracidad impositiva. De ese modo, con su previsible respuesta, podría saber qué tiempo le espera el fin de semana en Torrevieja.
Es lo bueno de esta táctica de distracción. Que adquieres unos conocimientos descomunales. Y eso que hasta don Manuel Fraga, en un ejercicio de perspicacia sin precedentes, se ha dado cuenta que en el PP de Valencia algo no funciona bien. O todo lo contrario. Eso depende de a quién le preguntes. Por ejemplo, El Bigotes, hasta el día de autos, diría que todo iba fetén y que, para celebrarlo, le iba a comprar un traje de Elvis a Paquet y un bolso de cocodrilo a Rita. Ha sido precisamente Paquet quien ha terciado para asegurar al mundo, que andaba expectante, que en el PP todos están contentos y todo es muy bonito.
Unas declaraciones que para cualquier político serían de gran calado pero que en un estadista como él tan sólo son ‘pecata minuta’. Una cita más que legar al curso de la Historia con mayúsculas. Si no fuera por esa demostrada intelectualidad se diría que este presunto gorrón de la corbata y el terno se está riendo del personal. Seguro que no pero, por si acaso, a ver si hay suerte y le devuelven la ‘gracieta’ en las urnas. Más que por alternancia de poder por higiene democrática ahora que hay que lavarse tanto las manos.
Germán Temprano es escritor y periodista
JAULA DE GRILLOS
A Mariano le han venido bien los piratas somalíes para no tener que hablar de los que tiene en su propio partido. Esta oportuna evasiva ha sucedido a ese empeño por hablar de los Juegos cuando era inquirido por la trama Gürtel. Una de dos. O no tiene criterio político o tiene mal graduado el sonotone. Ahora que ya algunos, por mor de la edad, nos preparamos para el lanzamiento de prótesis de cadera para cuando lleguen las Olimpiadas a Madrid, le quedan menos coartadas para salirse por la tangente. Sin embargo, hay que reconocer su habilidad para hallar siempre algún recurso con el que eludir ese pandemonium con olor a clementina pocha que tiene en la sede de Génova.
La virulencia de Rajoy contra ZP ante el lamentable secuestro de los atuneros no evidencia su inquietud por el futuro del sector conservero español. Sólo delata que cuando llueve unos sacan el paraguas y otros se quedan en casa a esperar que escampe. El líder del PP es de los segundos ¿Para qué tomar una decisión? ¿Y si uno se equivoca? Mucho más eficaz ponerle a Zapatero un parche en el ojo, echarle la culpa del abordaje y luego, cuando capturen a los bucaneros, también responsabilizar al jefe del Ejecutivo de haber dejado en el paro a los asaltantes.
Esta encomiable capacidad de iniciativa viene muy bien para alguien que aspira a ser presidente del Gobierno. Con este bagaje, cuando haya que solucionar el desempleo él bien podrá argumentar que es mucho mejor sentarse a aguardar a que encuentren un trabajo. Dios proveerá. De hecho, hasta la fecha no se le conocen soluciones. Tan sólo problemas. Vaya en su descargo que casi mejor no decir nada. Total, para el caso que le hacen. Mientras clama en los mítines por la rebaja de impuestos, Gallardón cruje al contribuyente. Más IBI, más dinero por los vados y, ya puestos, una tasa que, por su cuantía, casi te obliga a tirar la basura con antifaz para que no sepan que es la tuya. Alguien le podría preguntar a Mariano su opinión sobre esta voracidad impositiva. De ese modo, con su previsible respuesta, podría saber qué tiempo le espera el fin de semana en Torrevieja.
Es lo bueno de esta táctica de distracción. Que adquieres unos conocimientos descomunales. Y eso que hasta don Manuel Fraga, en un ejercicio de perspicacia sin precedentes, se ha dado cuenta que en el PP de Valencia algo no funciona bien. O todo lo contrario. Eso depende de a quién le preguntes. Por ejemplo, El Bigotes, hasta el día de autos, diría que todo iba fetén y que, para celebrarlo, le iba a comprar un traje de Elvis a Paquet y un bolso de cocodrilo a Rita. Ha sido precisamente Paquet quien ha terciado para asegurar al mundo, que andaba expectante, que en el PP todos están contentos y todo es muy bonito.
Unas declaraciones que para cualquier político serían de gran calado pero que en un estadista como él tan sólo son ‘pecata minuta’. Una cita más que legar al curso de la Historia con mayúsculas. Si no fuera por esa demostrada intelectualidad se diría que este presunto gorrón de la corbata y el terno se está riendo del personal. Seguro que no pero, por si acaso, a ver si hay suerte y le devuelven la ‘gracieta’ en las urnas. Más que por alternancia de poder por higiene democrática ahora que hay que lavarse tanto las manos.
Germán Temprano es escritor y periodista
JAULA DE GRILLOS