8 de junio de 2009, 7:55
NUEVATRIBUNA.ES - 11.5.2009
...Desde ese mito de la literatura epistolar que fue ‘Cartas a un joven español’ nos hemos tenido que conformar con sus chascarrillos verbales. Sin duda, apenas unas gotas de agua en un torrente de sabiduría. Ahora, por fin, entre abdominal y abdominal, ha alumbrado sus recetas contra la crisis. Es decir, que lo mismo te soluciona el tiempo de fritura de un torrezno que las estrecheces por el pago de la hipoteca. Él es así. Sencillo y multidisciplinar. Si no han visto la portada no se la pierdan. De lo más natural. Le han pillado en la foto totalmente desprevenido.
A Mariano, que, por lo visto, tampoco aspira a la medalla al mérito en el trabajo, le ha venido de cine. En vísperas del Debate sobre el Estado de la Nación alivia una barbaridad saber que, para prepararlo, te basta con mandar al bedel cinco minutos antes a hacer unas fotocopias de la magna obra. Claro que Aznar, en un ejemplo más de conmovedora humildad, ya ha dicho que él sí sabe cómo salir de la recesión. De Mariano no ha dicho nada. Le ha dado, eso sí, alguna pista. Por ejemplo, que los sociatas nos llevan a la pobreza extrema. Que tomen ejemplo de él que, por el contrario, llevó a su amigo Villalonga a la riqueza más absoluta. Por alguien se empieza. Qué diferencias tan abismales. Sin duda, habla por resentimiento biográfico. Al parecer le han rebajado el caché mil euros por conferencia. Sólo cobrará algo más de treinta mil. Lo que se dice la pura indigencia.
He de admitir que desconocía la erudición económica de Jose. Él también pero todo lo compensa mordisqueando la patilla de las gafas ¿Qué sería de un intelectual con lentillas? Diserta con tanta propiedad de la crisis financiera, del gasto público, de la política impositiva y del sano crecimiento de sus nietos que se diría que hasta sabe un rato o acaso se le pegara de don Rodrigo idem. Sepa o no, que a menudo es lo de menos en el mundo editorial, el libro ya está en las estanterías. No sé a qué espera usted.
Desde las confesiones de Juliancito Contreras sobre mamá Carmina no se recuerda un texto de tanto nivel ni tan esperado. Yo no lo compré porque me pillaba camino de la playa y esa lectura es incompatible con la ingesta de ensaladilla. Dos intoxicaciones a la vez hubiera sido demasiado. Más o menos sale a reflexión por renglón y eso no hay cristiano que lo aguante con lo que distraen los tangas. A la vuelta me empaparé de esas páginas si antes la brillantez dialéctica y la enjundia de sus postulados no me genera algún vahído como dicen que pasaba en La Alhambra ante tanta belleza. Más aún cuando sé que lo ha presentado junto a Mayor Oreja y Manuel Pizarro.
La ocasión lo merecía. Admiro el riesgo del autor a llevarse a don Jaime. Si no los duerme con sus soflamas malo será que al menos no vendas y dediques un par de ejemplares. Lo de Pizarro es más bien una labor social. A don Manuel el Chispas, a quien Mariano fichó para ministro de Economía, ya no le dejan ni echar la cuenta a escote de los cafés. Por eso, para lo que hace en el Congreso, por lo menos que salga y se entretenga. Es como ver obras pero con amigos influyentes.
Germán Temprano es escritor y periodista
JAULA DE GRILLOS
...Desde ese mito de la literatura epistolar que fue ‘Cartas a un joven español’ nos hemos tenido que conformar con sus chascarrillos verbales. Sin duda, apenas unas gotas de agua en un torrente de sabiduría. Ahora, por fin, entre abdominal y abdominal, ha alumbrado sus recetas contra la crisis. Es decir, que lo mismo te soluciona el tiempo de fritura de un torrezno que las estrecheces por el pago de la hipoteca. Él es así. Sencillo y multidisciplinar. Si no han visto la portada no se la pierdan. De lo más natural. Le han pillado en la foto totalmente desprevenido.
A Mariano, que, por lo visto, tampoco aspira a la medalla al mérito en el trabajo, le ha venido de cine. En vísperas del Debate sobre el Estado de la Nación alivia una barbaridad saber que, para prepararlo, te basta con mandar al bedel cinco minutos antes a hacer unas fotocopias de la magna obra. Claro que Aznar, en un ejemplo más de conmovedora humildad, ya ha dicho que él sí sabe cómo salir de la recesión. De Mariano no ha dicho nada. Le ha dado, eso sí, alguna pista. Por ejemplo, que los sociatas nos llevan a la pobreza extrema. Que tomen ejemplo de él que, por el contrario, llevó a su amigo Villalonga a la riqueza más absoluta. Por alguien se empieza. Qué diferencias tan abismales. Sin duda, habla por resentimiento biográfico. Al parecer le han rebajado el caché mil euros por conferencia. Sólo cobrará algo más de treinta mil. Lo que se dice la pura indigencia.
He de admitir que desconocía la erudición económica de Jose. Él también pero todo lo compensa mordisqueando la patilla de las gafas ¿Qué sería de un intelectual con lentillas? Diserta con tanta propiedad de la crisis financiera, del gasto público, de la política impositiva y del sano crecimiento de sus nietos que se diría que hasta sabe un rato o acaso se le pegara de don Rodrigo idem. Sepa o no, que a menudo es lo de menos en el mundo editorial, el libro ya está en las estanterías. No sé a qué espera usted.
Desde las confesiones de Juliancito Contreras sobre mamá Carmina no se recuerda un texto de tanto nivel ni tan esperado. Yo no lo compré porque me pillaba camino de la playa y esa lectura es incompatible con la ingesta de ensaladilla. Dos intoxicaciones a la vez hubiera sido demasiado. Más o menos sale a reflexión por renglón y eso no hay cristiano que lo aguante con lo que distraen los tangas. A la vuelta me empaparé de esas páginas si antes la brillantez dialéctica y la enjundia de sus postulados no me genera algún vahído como dicen que pasaba en La Alhambra ante tanta belleza. Más aún cuando sé que lo ha presentado junto a Mayor Oreja y Manuel Pizarro.
La ocasión lo merecía. Admiro el riesgo del autor a llevarse a don Jaime. Si no los duerme con sus soflamas malo será que al menos no vendas y dediques un par de ejemplares. Lo de Pizarro es más bien una labor social. A don Manuel el Chispas, a quien Mariano fichó para ministro de Economía, ya no le dejan ni echar la cuenta a escote de los cafés. Por eso, para lo que hace en el Congreso, por lo menos que salga y se entretenga. Es como ver obras pero con amigos influyentes.
Germán Temprano es escritor y periodista
JAULA DE GRILLOS