viernes. 19.04.2024

Un milagro minusvalorado

NUEVATRIBUNA.ES - 13.9.2010Desde la multiplicación de los panes y los peces o, en fechas más recientes, el nombramiento de Montoro como ministro, no se acreditaba un proceso tan enigmático.
NUEVATRIBUNA.ES - 13.9.2010

Desde la multiplicación de los panes y los peces o, en fechas más recientes, el nombramiento de Montoro como ministro, no se acreditaba un proceso tan enigmático. Que esta revelación no alcance la categoría de milagro sólo puede obedecer o a la venganza debida por parte del Vaticano en respuesta a la ley de matrimonios homosexuales y del aborto o a que, en vez de hacerla delante de un micrófono en la radio, se debió realizar en Fátima delante de unos pastorcillos. De otro modo no se entiende tan bárbaro agravio. Zapatero es capaz de recortar salarios, congelar pensiones, abaratar los despidos y suprimir ayudas a los parados sin por ello traicionar el ideario socialista. Y todo ello, pese a que no lo diga por modestia, sin descuidar el riego de las petunias de los jardines de Moncloa. Aunque se antoje prodigioso, no lo es tanto para alguien que apuesta por una candidata en Madrid pero si gana su adversario también sale él mismo vencedor de las primarias. Es más, estas cosas son tan ordinarias para él como las medias de punto de garbanzo para Norma Duval.

Es posible que se entienda menos que un monólogo de Fraga pero, a estas alturas y con lo que ha caído, uno llega a la conclusión de que la visión de estado del presidente excede la capacidad intelectual de aquellos que creíamos que la crisis, como el infierno de Sartre, eran los otros. En nuestra infinita candidez rumiábamos que, acaso, al calor del desastre financiero generado por esas legiones de trincones y especuladores, un gobierno de izquierdas les haría pagar los platos rotos. En ello anda. Mientras muchos trabajadores y pensionistas se han tenido que llevar a la playa las ‘findus’ en el tuper para no derrochar en el chiringuito, la ministra del ramo todavía se piensa si cobrar más impuestos a aquellos que ganan cien o ciento cincuenta mil euros al año. Todo sea por preservar algún ideario aunque sea el de Botín.

Estas cosas que tanto escuecen ni siquiera están sujetas a las opiniones. La contumacia de los hechos suele ser más eficaz que la prédica de un discurso obrerista en sede sindical que se olvida cuando lo que hay que defender, más que los intereses electorales propios, debería ser los intereses generales de la mayoría. Por eso irrita tanto o más que esta política antisocial que, encima, quienes la defienden sigan empecinados en que la izquierda y el progresismo también es sinónimo de responsabilidad y que, por tanto, no había otra salida.

Simplemente es una mentira que, por mucho que se repita, ni adquiere veracidad ni restituye las mordidas sociales que han padecido los ciudadanos más desprotegidos. Si el presidente quiere, le podemos decir que su partido es de izquierdas pero que su política no lo es sin que por ello tampoco se traicionen unos principios que, en lo posible, no se han movido más allá de distinguir lo que es justo de lo que no lo es. Que el mismo gobernante que dijera que abaratar el despido perjudicaba al empleo apenas tres cuartos de hora antes de ponerlo a precio de saldo ahora venga a recordar a los sindicatos que España tiene una tasa de paro que duplica a la europea tiene de todo menos guasa. Tiene más desempleo, más precariedad y ahora un despido más barato. Eso sí, todo sin alterar los principios del presidente. Hasta ahí podíamos llegar. Por lo menos que duerma tranquilo.

Germán Temprano es escritor y periodista

Blog: JAULA DE GRILLOS

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