martes. 16.04.2024

Todos con el régimen, la revolución controlada

Frente a las tendencias de cambio, el objetivo principal del régimen ha sido mantener a la población controlada...

Las últimas encuestas para las próximas elecciones al Parlamento Europeo han puesto de relieve una tendencia que se repite irremediablemente de forma cíclica. Los tiempos de crisis radicalizan la ideología de la población, llevándola hasta polos opuestos de la defendida por el régimen establecido. Y es precisamente en situaciones de carencia económica como la actual, cuando los ciudadanos empiezan a cuestionarse si el sistema en el que viven es capaz de garantizarles un mínimo de bienestar.

El auge de partidos hasta hacía relativamente poco minoritarios o inexistentes, unido a las distintas movilizaciones contra los recortes impuestos por Bruselas, el desvío de dinero público al sector privado y el progresivo desmantelamiento y venta servicios púbicos, han creado una tendencia de cambio que no hace más que reforzar la tesis inicial. El régimen liberal sometido a intereses privados en el que se había instalado la política española, cuenta con cada vez menos seguidores; llegando incluso a erosionar el llamado ''voto cautivo'' de los dos grandes partidos que sustentan al régimen.

Propaganda y represión

Frente a las tendencias de cambio, el objetivo principal del régimen y de sus beneficiarios ha sido en todo momento mantener a la población controlada. La criminalización de toda protesta contra las bases del régimen forma parte del día a día en los medios, que persiguen asociar la protesta con una imagen de violencia, inculcando así el miedo a las mismas. Todo régimen necesita un buen corpus propagandístico para sustentar actuaciones no justificables a ojos de la población. En el caso de España, el corpus propagandístico corre a cargo de los grandes medios de comunicación, que reciben millonarias subvenciones del Estado en función de su capacidad de doblegarse a los intereses del régimen y de las grandes corporaciones que lo controlan.

Pero hay veces que la propaganda no es suficiente. Las últimas movilizaciones estudiantiles y de trabajadores se podían silenciar con propaganda, pero no controlarlas ni mucho menos eliminarlas. Es por esto que el régimen se ve obligado a combinar la propaganda con un recrudecimiento de sus medidas represivas; buena prueba de ello son las últimas leyes de Seguridad Privada y de Seguridad Ciudadana, esta última frenada por el máximo órgano judicial español (CGPJ) al tener varios artículos considerados como inconstitucionales.

Operaciones de bandera falsa, la ''Revolución Controlada''

El principal problema al que se enfrenta ahora el régimen español es el descontento popular, fruto de unas políticas económicas que han dejado a un millón y medio de familias en situación de exclusión social, según el último informe de Cáritas. Un descontento popular que ya no es manejable con propaganda y que se recrudece ante medidas represivas. El objetivo del régimen será ahora canalizar todo ese descontento hacia la crítica controlada desde el propio régimen, el instrumento elegido para este fin serán los medios de críticos del régimen, que pertenecen a los mismos dueños que los medios propagandísticos y que promueven una crítica pacífica y nunca contra el propio sistema.

Se trata por tanto de crear una verdadera revolución controlada desde el mismo régimen, que proteste contra injusticias concretas, pero nunca contra el régimen que provoca esas injusticias. Una falsa revolución que podría ser la única esperanza para un sistema continuamente cuestionado. A menudo, crear una opción ''B'' controlada desde el poder, suele ser lo más efectivo para evitar opciones ''C'' descontroladas, es una variante de lo que comúnmente se conoce como operaciones de bandera falsa. Bien manipulando para desviar la atención o bien ridiculizando cualquier crítica que exceda la permitida por el régimen. Así por ejemplo se critica el aumento de la pobreza y la desnutrición en España, pero nunca el sistema que provoca y permite esa misma pobreza y desnutrición.

Todos con el régimen

El resultado natural de una revolución controlada por el propio régimen es un ejército de personas sin capacidad crítica, que ya han asumido todo lo que dicen los medios críticos, obviando que los medios críticos pertenecen a los mismos dueños que los medios propagandísticos, y obviamente difunden el mismo mensaje. Un mensaje de crítica pacífica y jamás contra las bases del sistema.

En conclusión, todas de aquellas personas que critican las injusticias del sistema pero se niegan a cambiar el sistema, que creen que es necesario criticar las bases del poder establecido, pero de forma pacífica, sin molestar al propio poder establecido, ya forman parte de la revolución controlada desde el propio sistema. Si todas estas personas se niegan a criticar las bases del régimen, es porque ya forman parte del régimen.

Todos con el régimen, la revolución controlada