viernes. 29.03.2024

Sortu/Bildu

La decisión del Tribunal Constitucional de legalizar a Bildu ha sido un alivio para todos los demócratas que seguimos, con esperanza y también con cautelas más que justificadas, el proceso abierto en la izquierda abertzale.

La decisión del Tribunal Constitucional de legalizar a Bildu ha sido un alivio para todos los demócratas que seguimos, con esperanza y también con cautelas más que justificadas, el proceso abierto en la izquierda abertzale. Todo indica que se está dando en el mundo abertzale un sincero e irreversible proceso de rechazo de la violencia y subordinación al juego democrático de sectores que históricamente habían dado apoyo al terrorismo de ETA. Creo que con esta sentencia se ha dado un paso importante para avanzar en la plena normalización de la vida política en Euzkadi y para la definitiva desaparición del terrorismo. Solo la extrema derecha dentro y fuera del PP se ha mostrado contraria a la sentencia del Constitucional. La importancia y complejidad del proceso convida a hacer una serie de reflexiones;

¿Sortu+ Bildu= ETA, como afirman las pancartas peperas? Creo que no. No sé si en el diseño de esta estrategia está ETA o sectores de la misma, lo que si sé es que el proceso primero con Sortu y después con la alianza con EA y Alternatiba para crear Bildu, es contradictorio con la permanencia de ETA e invalida la violencia.

¿Es un proceso sincero e irreversible? Creo que sí. Con todas las precauciones y sin bajar la guardia vistos anteriores precedentes, considero que lo que caracteriza el actual proceso dentro de la izquierda abertzale y explica la tregua de ETA, es el convencimiento de la inutilidad de la lucha armada al que han llegado los ciudadanos y ciudadanas que en el pasado apoyaban, por activa o por pasiva, a ETA y Batasuna. Esta nueva actitud de estos espacios sociales identificados con el abertzalismo, ha forzado el debate en ETA y entre los miembros de la antigua Batasuna sobre la utilidad del terrorismo y la conveniencia de aceptar el marco y las reglas democráticas. El resultado es; una Sortu que en sus estatutos rechaza la violencia con mención expresa a ETA. El pacto de Gernika en el que una serie de partidos de irreprochable tradición democrática -Aralar, EA, Alternatiba- se comprometen en el proceso marcando condiciones claras. Y la última, la creación de la coalición electoral Bildu.

Puede causar desazón a los demócratas quienes son los protagonistas, sus lógicas, argumentos y su sensibilidad en este proceso. Valga como ejemplo la foto de Ander Errandonea, puesto en libertad después de cumplir 25 años de prisión, pidiendo el voto para Bildu. Lo podemos vivir con un resignado más de lo mismo o como la expresión de un derecho democrático que tiene todo ciudadano libre de pedir el voto para quien crea oportuno, por mucho que este gesto sea una gran torpeza política.

Los protagonistas de esta singladura serán, y no puede ser de otra manera, los abertzales. Y lo harán motivados por sus propias razones políticas. No debemos esperar ni arrepentimientos ni una revisión crítica de tantos años de violencia y sufrimiento. Ni creo que a corto plazo sean capaces de interrogarse sobre si valió la pena, si sirvió de algo la lucha armada. Hoy lo fundamental es consolidar el proceso y conseguir el fin definitivo del terrorismo.

El estado de derecho tiene los suficientes instrumentos para ir metabolizando el proceso de la izquierda abertzale si hay voluntad política. Si fue posible en Irlanda del Norte, lo puede ser en España. La cuestión de los presos, desarme y su verificación son viables. ¿Por qué no aprovechar la experiencia y la ayuda de los intermediarios internacionales? No es necesario conculcar la legalidad vigente para llevar a buen puerto todo este proceso.

Con el fin del terrorismo puede irrumpir un espacio político independentista en Euzkadi muy fuerte, mayor aún de lo que en su momento fue Batasuna. Un independentismo pacífico y democrático que puede generar una dinámica nueva en las relaciones con el estado de mayor tensión. El debate territorial cogerá un nuevo vuelo que exigirá a todas las partes pasos ambiciosos en la reforma del modelo de estado.

Desde ICV hemos seguido paso a paso este proceso con la esperanza que permita el fin definitivo de la violencia. Hoy por hoy tiene nuestro apoyo.

Sortu/Bildu
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