“Claro que existe la lucha de clase, la hemos iniciado nosotros y por de pronto la vamos ganando por goleada” (Buffett)
Parrafada dicha por un señor adinerado que refleja a las mil maravillas la situación que estamos, no viviendo, sino padeciendo los trabajadores y trabajadoras y las clases más desfavorecidas de este país, y desde luego que refleja fielmente la política que viene desarrollando el señor Rajoy y su Gobierno de ataque a los derechos de la clase trabajadora, ya sea del sector privado, público, autónomos, pequeño comercio o pequeño empresario, nadie se salva de las agresiones de este gobierno.
Un señor Rajoy y el gobierno que él preside que dicen que todo es para salvar a España, así en abstracto, pero para salvar a España se hunde en la miseria a la mayoría de sus ciudadanos y ciudadanas, es decir, a la mayoría de los españoles y españolas, que es la verdadera España.
Y así, para luchar contra el paro en favor de las personas desempleadas y sacarlas del desempleo, se toman medidas que no hacen más que sumar todos los días a miles de nuevas personas sin empleo.
Para salvar el estado del bienestar se atacan los elementos esenciales de este y se va desmantelando cada día un poco más, se agrede a la sanidad, se establece el repago en farmacia, se le retira la atención medica a los inmigrantes y al que pierde el empleo o no ha podido cotizar, es decir, se vuelve al sistema de aseguramiento en perjuicio del sistema de sanidad pública y universal que habíamos conquistado.
Lo mismo pasa con la educación pública, despidiendo profesores interinos, subiendo la ratio de alumnos por aulas, incrementando las tasas universitarias para volver al sistema de una universidad para ricos.
Se recorta el dinero para el sistema de ayuda a las personas dependiente hasta límites que en la práctica supone la derogación de esta ley, que es el cuarto pilar del sistema de bienestar que con tanto sudor y persistencia se había logrado.
Para ayudar a sobrevivir a las personas y familias que padecen la lacra del paro se les recorta la prestación por desempleo y/o el subsidio o las ayudas con las que malamente están intentando salir adelante cada día.
Para ayudarnos a salir de la crisis se protege a los bancos y se consiente y ampara que estos les roben el dinero a los pequeños ahorradores, por lo general trabajadores y trabajadoras, que engañados de una manera canallesca vienen a perder sus ahorros que con tanto trabajo y sacrificio lograron juntar, ¿o que son las Preferentes?, un robo en toda regla que el gobierno, no solo, no debería de amparar, sino encarcelar a más de un responsable.
Para proteger el derecho a la vivienda se quitan todas las ayudas, se retira la deducción en el IRPF y se sube el IVA del 4 al 10% en la vivienda protegida, con lo que deja de ser protegida y se obstaculiza de manera determinante a millones de trabajadores el acceso a una vivienda digna, que es un derecho amparado por la Constitución y que el gobierno debería de garantizar en vez de obstruir.
Para ayudar a las Comunidades Autónomas se les asfixia económicamente, como están haciendo con Andalucía una vez más, castigando la rebeldía de estos andaluces y andaluzas que no se dejan dominar por esa derecha recalcitrante que gobierna España.
Para salvar a esa España abstracta se castiga, se ahoga, se asfixia, se empobrece hasta límites insospechados a la mayoría de la ciudadanía, que es la verdadera España.
A que España se refiere el señor Rajoy que dice querer salvar? España no es una abstracción, ni una marca, ni un slogan. España es su gente, sus trabajadores y trabajadoras, que es su mayor y mejor riqueza, y a estos no se les está salvando sino empobreciendo, hundiendo en la mayor de las miserias, de tal manera que ya nuestros hijos comienzan a vivir peor que nosotros, es decir, que las generaciones posteriores a la nuestra viven y vivirán bastante peor. En siete meses de gobierno este salvador de patria ha provocado ya un retroceso de decenas de años.
Señor Rajoy, deje de salvarnos, váyase con la tranquilidad de que la gente de este país no necesita salvadores, que cada vez que alguien ha querido salvarnos no ha hecho más que hundirnos, provocar tragedias y generar dramas personales y familiares como los que Vd. está provocando a millones de personas y familias. Deje ya de salvarnos para no ahogarnos, señor Rajoy.