25 de octubre de 2010, 16:18
NUEVATRIBUNA.ES - 6.4.2010
Reivindico un rotundo “sí a la vida”. Reivindico el derecho de las mujeres a decidir libremente su maternidad. A una vida digna, con derecho a la salud, aún antes del nacimiento.
Reivindico el derecho de las trabajadoras a una gestación, a un embarazo con salud y saludables. Reivindico el derecho a la lactancia materna, libre de toda sustancia tóxica.
Saludo el trabajo que ha realizado Carmen Mancheño, especialista en Medicina del Trabajo, y trabajadora de Comisiones Obreras, al analizar la situación de 82 empresas madrileñas, donde con datos objetivos evidencia que en más del 80% de las empresas visitadas existe riesgos para la reproducción, el embarazo y la lactancia.
Un riesgo provocado por la existencia de productos químicos, de exposición a vibraciones, a tóxicos, a radiaciones, de sedentarismo, de frío o de calor, con los que conviven las trabajadoras durante su periodo de gestación.
Son riesgos que casi ninguna empresa tiene en cuenta, porque ante una trabajadora embaraza las empresas no suelen evaluar la idoneidad del puesto de trabajo, del riesgo que comporta el contacto con determinados productos. No se ve, ni se quiere ver, ningún riesgo hasta que es demasiado tarde y aparecen malformaciones o abortos.
Este es el “sí a la vida” que reivindico. Donde las mujeres embrazadas estén protegidas en el puesto de trabajo. No es aceptable que el trabajo suponga riesgo para la mujer, y tenga consecuencias trágicas para sus hijos o hijas.
Amalia Álvarez - Escritora.
Reivindico un rotundo “sí a la vida”. Reivindico el derecho de las mujeres a decidir libremente su maternidad. A una vida digna, con derecho a la salud, aún antes del nacimiento.
Reivindico el derecho de las trabajadoras a una gestación, a un embarazo con salud y saludables. Reivindico el derecho a la lactancia materna, libre de toda sustancia tóxica.
Saludo el trabajo que ha realizado Carmen Mancheño, especialista en Medicina del Trabajo, y trabajadora de Comisiones Obreras, al analizar la situación de 82 empresas madrileñas, donde con datos objetivos evidencia que en más del 80% de las empresas visitadas existe riesgos para la reproducción, el embarazo y la lactancia.
Un riesgo provocado por la existencia de productos químicos, de exposición a vibraciones, a tóxicos, a radiaciones, de sedentarismo, de frío o de calor, con los que conviven las trabajadoras durante su periodo de gestación.
Son riesgos que casi ninguna empresa tiene en cuenta, porque ante una trabajadora embaraza las empresas no suelen evaluar la idoneidad del puesto de trabajo, del riesgo que comporta el contacto con determinados productos. No se ve, ni se quiere ver, ningún riesgo hasta que es demasiado tarde y aparecen malformaciones o abortos.
Este es el “sí a la vida” que reivindico. Donde las mujeres embrazadas estén protegidas en el puesto de trabajo. No es aceptable que el trabajo suponga riesgo para la mujer, y tenga consecuencias trágicas para sus hijos o hijas.
Amalia Álvarez - Escritora.