jueves. 28.03.2024

Rubalcaba for president y Rajoy de cacique

Ya el mismo día en que Rodríguez Zapatero anunció lo previsto, que no se presentará como candidato a La Moncloa en las elecciones de 2012, la ultraderecha cerril que se nutre de los medios afines al Partido Popular prorrumpió en la calle con las pancartas y gritería del 18 de julio, esto es Zapatero al paredón y Rubalcaba asesino. El lenguaje de la ira y el resentimiento los maniata a las más negras consignas del odio.

Ya el mismo día en que Rodríguez Zapatero anunció lo previsto, que no se presentará como candidato a La Moncloa en las elecciones de 2012, la ultraderecha cerril que se nutre de los medios afines al Partido Popular prorrumpió en la calle con las pancartas y gritería del 18 de julio, esto es Zapatero al paredón y Rubalcaba asesino. El lenguaje de la ira y el resentimiento los maniata a las más negras consignas del odio.

De aquí, por lo tanto, a los próximos comicios generales -algo más de año y medio si todo discurre con normalidad-, nos quedan muchos meses de reencendida crispación por parte de la caverna mediática, dado que todo hace prever que será Pérez Rubalcaba el adversario de Rajoy para competir por la Presidencia del Gobierno.

Es tal el temor del Partido Popular a que las encuestas -ahora tan favorables- se le vuelvan en contra a última hora, que sus más airados voceros no van a reparar en potenciar todo tipo de insidiosas campañas con tal de contrarrestar un posible repunte de la economía, el efecto de una probable disolución de la organización terrorista ETA y la personalidad y probada buena gestión como ministro del Interior de Pérez Rubalcaba, como ya queda apuntado con el llamado caso Faisán.

Estoy convencido de que contra el buen nombre, la eficiencia y hasta la honra de don Alfredo se van a dirigir en lo sucesivo los más mefíticos venablos. En este sentido no me puedo imaginar la que se armaría entre los columnistas y contertulios ultramontanos si, en plena carrera hacia La Moncloa, alguien fotografiase a don Alfredo en el barco de un narcotraficante, como le sucedió a don Mariano en su Galicia natal.

Aunque solo sea por inteligencia, estoy seguro de que Rubalcaba no cometería tamaño error, mientras que Rajoy, además de cometerlo, ha actuado al más depurado estilo caciquil, según he podido leer en Galicia Confidencial. Tras montar en cólera, llamó por teléfono al editor propietario de Xornal de Galicia -el medio que difundió la fotografía-, el cual cesó de inmediato al director del rotativo.

Como me gusta mucho el gallego como parla sonora y musical, no me resisto a transcribir lo que don Mariano insinuó a Jacinto Rey, constructor y propietario del citado diario, a cambio de la cabeza del periodista: Rajoy insinuou que será o presidente do Goberno en breve, o que implica ter o poder de continuar adxudicando, ou non, obras públicas ás grandes empresas españolas, entre elas, por suposto, á Constructora San José. Un aviso que Rey captou de inmediato.

Creo que el libro de Joaquín Costa Oligarquía y caciquismo se publicó en 1901. Don Mariano, aspirante a la jefatura del Gobierno, acaba de demostrar con su proceder la vigencia de ese título en Galicia en pleno siglo XXI.

web autor |  www.diariodelaire.com

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