jueves. 25.04.2024

La riqueza de las naciones. El caso de Navarra

El Gobierno de Navarra afronta un nuevo ciclo donde deberá pensar en las claves de futuro para el desarrollo de Navarra.

Adam Smith hace más de doscientos años escribió esa importante obra. Aunque algunos han definido al autor como el padre del liberalismo salvaje, el bueno de Adam apostaba por la descargaprosperidad de la nación y se interesaba por el Bien Común. Afirmaba que la prosperidad de una nación no sólo dependía de sus recursos naturales sino también de un contexto propiciatorio promovido por los gobiernos.

En estos momentos, el Gobierno de Navarra afronta un nuevo ciclo donde deberá pensar en las claves de futuro para el desarrollo de Navarra. Deberá planificarar un contexto propiciatorio. Cualquier gobierno más allá de resover el día a día, debe mirar estratégicamente, a largo. Tener un horizonte a dónde ir. El encargado de la cuestión en el Gobierno de Navarra, Manu Ayerdi, recientemente declaró que trabajarán  desde las bases del Plan Moderna para repensar un nuevo modelo de desarrollo. No es mala idea tener en cuenta trabajos anteriores, no desperdiciar lo hecho, al margen de quien lo ha hecho.

El Plan Moderna se diseñó como un plan estratégico a medio y largo plazo para impulsar un cambio de modelo de desarrollo. Crear más prosperidad; situar Navarra entre las diez primeras regiones europeas en el Indicador de Desarrollo Humano y conseguir una mayor sostenibilidad medioambiental, situando a Navarra entre las veinte primeras regiones europeas eran sus tres ejes principales.

Ahora, a este Gobierno le corresponde diseñar un nuevo modelo social y económico validando o no, el anterior. El conocimiento es, hoy en día, el valor competitivo, más definitorio en la nueva economía. Una nueva economía donde la necesidad de producir da paso a la necesidad de atender. Y donde envejecimiento poblacional es el mayor reto social.

Junto con ello, el agua está en el centro del desarrollo sostenible. El acceso a los recursos hídricos implica crecimiento económico y sostenibilidad ambiental, seguridad en la alimentación, energía, salud humana y medio ambiente (Día Mundial del Agua-2015). También las comunicaciones (de mercancías, de personas, de conocimiento) son herramientas  básicas para el desarrollo. Por ello,  es preciso contar con las  infraestructuras terrestres y digitales  necesarias. El desarrollo pasa por la apertura al exterior, donde el inglés es el latín  de nuestra época. Su  conocimiento no puede ser un factor de desigualdad de oportunidades.  Y sobre todo, hay que contar con  la inteligencia colectiva de la sociedad, de sus organizaciones sociales; desde el Diálogo y la Concertación Social tal como establece la Estrategía Europea.

En definitiva, el nuevo gobierno está legitimado y civicamente obligado a ofrecernos un modelo de desarrollo y prosperidad para Navarra. Hay que darle tiempo para que estudie, reflexione, dialogue. Ahora bien, en ese “mientras tanto”, debe tener en cuenta que ya hay un trabajo realizado. Que nada parte de la nada. Que no se puede tirar por la borda reflexiones y consensos de hace mucho tiempo. Existe una centralidad básica sobre cómo entender la prosperidad de Navarra inserta en estrategias europeas. Por ello, no hagamos adanismo. Partamos de lo realmente existente como la mejor forma de empezar.

La riqueza de las naciones. El caso de Navarra