viernes. 26.04.2024

Rajoy, el líder atávico

NUEVATRIBUNA.ES - 21.10.2009...Rajoy, más ducho en las lides parlamentarias que la representante del Gobierno, que se estrenaba en la defensa de la ley más importante del curso parlamentario, supo aprovechar con astucia las oportunidades que le brindó la falta de pericia de Salgado quien, por ejemplo, le sirvió en bandeja una de sus réplicas más celebradas por la bancada 'popular' cuando le reprochó su previsibilidad.
NUEVATRIBUNA.ES - 21.10.2009

...Rajoy, más ducho en las lides parlamentarias que la representante del Gobierno, que se estrenaba en la defensa de la ley más importante del curso parlamentario, supo aprovechar con astucia las oportunidades que le brindó la falta de pericia de Salgado quien, por ejemplo, le sirvió en bandeja una de sus réplicas más celebradas por la bancada 'popular' cuando le reprochó su previsibilidad. "Ser previsible es bueno cuando se habla de política económica", le espetó el líder del PP. Pero, en general, su línea argumental hizo aguas por la ausencia de datos y propuestas que contraponer a la detallada exposición de la vicepresidenta y, sobre todo, porque no pudo reprimir ciertos tics que le definen como lo que es, el máximo dirigente de una fuerza política que aún es incapaz de asumir con normalidad la plena igualdad entre el hombre y otros géneros, incluido el femenino.

A Rajoy le perdió su intento de ningunear a la vicepresidenta cuando se dirigió a Zapatero en lugar de responder a la persona que en nombre del Ejecutivo estaba protagonizando el debate y que no era otra que Elena Salgado. Ella misma ha puesto el dedo en la llaga cuando los periodistas le han preguntado por el "ninguneo": "Lo que sentí fue retroceder a este país en 50, 70 u 80 años. Los atavismos, entiendo que hay a quien le resulta difícil desprenderse de ellos. Pero, en fin, estas cosas pasan en la derecha".

Lo más probable es que lo que movió a Rajoy en ese momento fuera su deseo no reprimido de debatir con Zapatero. Probablemente, también se sentía incómodo frente al chorreo de carácter técnico, desnudo al carecer de armas para rebatirlo y algo acomplejado ante la superioridad intelectual, aunque fallara en lo formal, de la figura femenina que tenía delante. -Hoy por hoy, seguimos desconociendo la receta mágica del PP para hacer frente a la crisis, pese a que este partido no pierde ocasión de descalificar la política que aplica el Gobierno.- Pero lo que salió por su boca fue una frase desafortunada que colocada en el contexto de las propuestas que impulsa el PP, como la de negar a las mujeres el derecho a decidir sobre su propio cuerpo, sonó a atávica y fuera de lugar. Ese "no la responsabilizo a usted de la política económica, sino a Zapatero" ha pasado a figurar en los anales de lo que otro diputado, el portavoz de IU Gaspar Llamazares, ha rotulado como "machismo político".

Tiene mucha razón Elena Salgado al denunciar el retroceso a tiempos muy, muy lejanos. Como no somos adivinos, no podemos saber lo que pasaba por la cabeza de Rajoy cuando pronunció esas palabras. Pero sí podemos juzgar el resultado. Estuvo mal que quisiera despojar de toda autoridad en la materia a la persona que dirige el equipo económico del Ejecutivo y que, por tanto, es responsable de los Presupuestos que acaban de iniciar su tramitación parlamentaria. También lo habría estado si esa persona hubiera sido un hombre. Pero es que encima es una mujer y resulta que el PP está emperrado en recuperar el tutelaje sobre las mujeres. Eso es lo que se oculta detrás de su empeño en combatir en el escaño, en la calle y en el púlpito la reforma del aborto. Y no parece que Salgado encaje en el perfil de mujer "tutelada", Por mucho que Rajoy se obstine en rebajarla al papel de comparsa del presidente.

Rajoy, el líder atávico
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