jueves. 25.04.2024

Rajoy da la cara

Rajoy desmiente a 'sus' mujeres en cuanto a aparecer en público, aunque haya sido una entrevista concedida a Alex Grijelmo, presidente de la Agencia Efe. Y Rajoy, por fin, se desmiente a sí mismo respecto a las contradicciones entre sus promesas y sus hechos; contradicciones cuya avanzadilla tuvieron que dar sus lacayos, Soraya, Guindos, Montoro y después Cospedal, para preparar el 'aterrizaje' del gran jefe.

Rajoy desmiente a 'sus' mujeres en cuanto a aparecer en público, aunque haya sido una entrevista concedida a Alex Grijelmo, presidente de la Agencia Efe. Y Rajoy, por fin, se desmiente a sí mismo respecto a las contradicciones entre sus promesas y sus hechos; contradicciones cuya avanzadilla tuvieron que dar sus lacayos, Soraya, Guindos, Montoro y después Cospedal, para preparar el 'aterrizaje' del gran jefe.

Rajoy dio su palabra de que no iba a echar la culpa al Gobierno anterior sobre las medidas que su Gobierno tomase. Hoy se ha desdicho, y su 'rectificación' se basa en la mentira. "Se ha gastado más de la cuenta" es la excusa dada; pero ¿quién ha gastado más de lo que tenía? No es cierto que Rajoy no supiera el estado económico de 'sus' autonomías, y de manera especial de la Comunidad Valenciana.

En la Comunidad Valenciana el dinero público, nuestro dinero, ha sido dilapidado de manera incalificable. Por las ventanas, por los tejados, por las alcantarillas...se ha tirado a sacas demasiado alegremente. Y no sabemos cómo, pero la 'magia' lo ha trasvasado de nuestros bolsillos a los de otros, y también misteriosamente ha ido a parar a unos lugares conocidos como "paraísos fiscales", tan habituales para algunos y tan desconocidos para los más.

La desvergüenza y el 'choriceo' nos ha sumido a los valencianos en una situación económica absolutamente desfavorable. Somos más pobres que la media nacional. Las gracias hay que dárselas a los des-gobiernos del PP. La memoria sigue firme en aquello de "estamos en política para forrarnos". Esa afirmación, de manera distinta según quiénes, ha sido el principio por el que se han guiado sus gerifaltes y aledaños. Enumerar nuevamente eventos, aeropuertos sin aviones pero que han costado miles de euros, basuras que han arropado engaños y corrupciones, 'amiguitos del alma a los que se les quiere un huevo' y que han sentado -¡por fin!- a Camps en el banquillo...resulta inoperante por repetitivo. Pero nada de todo esto es nuevo para Rajoy. El ahora presidente del gobierno lo sabía y calló porque le convenía y necesitaba los apoyos del PP valenciano. Cualquier otra evasiva es pura mentira, y es tomarnos a los valencianos y a todos los españoles por imbéciles. Y ya está bien de aguantar impertinencias y soportar que nos 'soplen' los ingresos que honestamente ganamos con nuestro trabajo.

Y ahora Rajoy anuncia desde su trono que el 'ajuste' será de 40.000 millones, bastante más del doble de lo que dijo en su toma de posesión. El interés prioritario de este señor es el déficit, no los ciudadanos. Y quede claro que la subida del IVA es segura; tan segura como 'improbable' iba a ser la subida de los primeros impuestos, el IRPF. Y tan cierta como irónica fue la subida de las pensiones ‘para que los jubilados no perdiesen poder adquisitivo'. Y ahí está el 1%. Como aquello de ponerse 'generoso' a la hora de invitar a cenar: 'un huevo frito y una gaseosa para los cinco'.

¡Cuántas burlas y cinismos sarcásticos! Y menos mal que estos iban a resolver el problema de la crisis y acabar con el paro. 'Con el gobierno del PP, empleo para todos'. ¡Cuántos de sus votantes, engañados o convencidos, no estarán atarugados de grima a estas horas!

Y Rajoy ha seguido pontificando con osadía acerca de lo que queda por aplicar 'con mano firme'. Esperando está el acuerdo de Sindicatos y Patronal para la dichos Reforma laboral, pero desde su poderío inmenso, ya ha afirmado que, si no se llega a un acuerdo en consonancia con los deseos gubernamentales, él obrará en consecuencia.

Mal harán los sindicatos en firmar nada. Lo que ofrece la patronal es impresentable. En ese juego no se debería entrar. No se puede ser cómplice de tales despropósitos para con los trabajadores. Si los sindicatos son conscientes de cuál es su misión, deben abandonar este juego. Que impongan ellos, Gobierno y patronal. Su deber, el de los sindicatos, es ganarse la confianza del trabajador y luchar a su lado, no 'vender' sus derechos y su salario.

Rajoy da la cara ante los de fuera y ante los de dentro, ha dicho. Si Rajoy ha hablado a la Agencia Efe es porque está esperando la visita de Sarkozy a Madrid, y queda demasiado feo que se le vuelva a ver con extraños (ya se mostró de pasada el día de la celebración de la pascua militar) y oculto para los españoles, a quienes al fin y al cabo debe lo poco que tiene: ser presidente del Gobierno. Si esa es la meta de su vida, ¡pobre hombre!

Rajoy da la cara
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