viernes. 29.03.2024

Rajoy cierra puertas

Yo creía que el banco malo era un banco de nueva creación más cruel que los demás, porque los que hay actualmente tienen poco de “buenos”, pero no, resulta que el banco malo es una parida de Rajoy que vez de reinstaurar la banca pública para a través de la misma conceder créditos, préstamos e hipotecas a los empresarios, a los autónomos, a los emprendedores y a las familias para poder seguir funcionando los negocios

Yo creía que el banco malo era un banco de nueva creación más cruel que los demás, porque los que hay actualmente tienen poco de “buenos”, pero no, resulta que el banco malo es una parida de Rajoy que vez de reinstaurar la banca pública para a través de la misma conceder créditos, préstamos e hipotecas a los empresarios, a los autónomos, a los emprendedores y a las familias para poder seguir funcionando los negocios de los tres primeros y comprando vivienda los últimos, en lugar de eso va a poner en marcha un banco malo de titularidad pública para sacarles las castañas del fuego a los bancos “buenos” comprándoles con dinero público todos los ladrillos que tienen en propiedad, en definitiva se trata de quitarles de encima los llamados “activos tóxicos”. La cosa es que el banco malo le compra a los bancos “buenos” las viviendas, locales y plazas de aparcamiento que se han tenido que “tragar” por la nefasta gestión de sus dirigentes, ya sea directamente de los promotores o de las hipotecas ejecutadas, a precio de “pre burbuja inmobiliaria” es decir antes de que se produjera el “desmadre” que supuso los precios tan desorbitados que los promotores aplicaron a estos inmuebles.

Tanto la vicepresidenta como el ministro de Economía han querido dejar muy claro, para mí sin conseguirlo, que esto no les costará a los contribuyentes ni un solo euro. Eso el tiempo lo dirá, hasta ahora el socorrer a los bancos “buenos” nos está costando dinero a los ciudadanos.

En un plazo de entre 10 y 15 años el banco malo hará “desaparecer”, vender, esos “activos tóxicos”, pero aquí está la pregunta del millón: ¿A qué precio los va a vender y quien los financiaría? Porque no creo que pretenda enajenarlos cobrándolos al contado, si así fuera esto vendría a confirmar que no iban a ser las familias las que se pueden “aprovechar” sino, como siempre, los especuladores que disponen de dinero contante y sonante.

Esto del banco malo sin duda alguna va a ocasionar unos “daños colaterales”, ahora se llaman “daños colaterales”, antes “jodidos de rebote”, muy lesivos para todos aquellos ciudadanos que por circunstancias diversas estén al algún “apuro económico”, hoy la mayoría de ellos, y que para “salir del bache” aunque sea de forma un tanto traumática, decidan vender algún otro inmueble, el que disponga de más de uno, como puede ser otra vivienda, un apartamento en la playa, un local o una plaza de aparcamiento, se van a encontrar con un fuerte competidor, con el banco malo, que sin duda alguna va a ofertar a precios muy baratos y muy posiblemente ofrezca financiación al comprador, sabido es que hoy los bancos “buenos” no están concediendo préstamos ni hipotecas para que el que lo desee y lo necesite se pueda comprar una vivienda, pero si lo conceden cuando el inmueble es propiedad del banco “bueno”, con el banco malo puede ocurrir lo mismo.

Lo cierto y verdad es que estamos atrapados y Rajoy con esto del banco malo ha cerrado todas las puertas a aquellos que se vean en la necesidad, como antes he dicho, de tener que vender un inmueble. Puesto a joder, Rajoy ha demostrado que sabe joder a los demás más que nadie. Alegrías pocas, penas las que hagan falta. Con esto del banco malo estamos asistiendo, una vez más, a la salvación de la banca y de los banqueros, de aquellos que con su mala gestión nos han hundido en la miseria. Como se suele decir “todos los pillos tienen suerte”, pero esa suerte se la ha proporcionado y servido el Gobierno en bandeja de plata.

Rajoy cierra puertas
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