jueves. 25.04.2024

Política y crisis financiera

Existe un amplio grado de coincidencia en torno al hecho de que estamos asistiendo a la primera gran crisis del modelo de globalización neoliberal.La Confederación Europea de Sindicatos, en una reciente Declaración sobre la crisis financiera y la recesión económica, manifiesta que estamos ante un punto de inflexión para el capitalismo de casino.Para el sindicalismo europeo es absolutamente necesario revertir el estado de las cosas.
Existe un amplio grado de coincidencia en torno al hecho de que estamos asistiendo a la primera gran crisis del modelo de globalización neoliberal.

La Confederación Europea de Sindicatos, en una reciente Declaración sobre la crisis financiera y la recesión económica, manifiesta que estamos ante un punto de inflexión para el capitalismo de casino.

Para el sindicalismo europeo es absolutamente necesario revertir el estado de las cosas. Los gobiernos no pueden contentarse con socorrer los mercados financieros sin avanzar en el incremento del grado de influencia pública, de modo que se asegure que esto no volverá a ocurrir, por lo que hace falta una respuesta política para poner fin a la irracionalidad y voracidad de los mercados financieros, para poner fin a su preeminencia sobre la economía real, a la que, como en esta coyuntura, está lastrando profunda y muy gravemente con repercusiones muy negativas para el empleo y la estabilidad laboral.

En esta dirección, Josep Ramoneda, en un interesante y reciente artículo ha expresado esa necesidad de cambio de las cosas. No es posible, ha reflejado en el artículo al que hago referencia, que el poder económico siga ejerciendo la función normativa, como ha venido ocurriendo hasta ahora, y el poder político se limite a ir a remolque.

Es prioritario, por tanto, además de absolutamente necesario, recuperar la política para darle hegemonía a la democracia frente al mercado, corrigiendo con ello situaciones de anteriores crisis, aunque ciertamente no tan graves y profundas como la que estamos viviendo en estos momentos, y de las que se ha venido saliendo no con más regulaciones y cambios en el orden económico, sino con más debilidad de la política para enfrentarse a estos procesos.

Y es que, lo que es incuestionable, es que el mercado a secas no tiene racionalidad, es ciego.

Hay que abrir paso a la política con mayúsculas. El dinero está globalizado y el poder político y las normas jurídicas no lo están. Hay que crear una arquitectura de gobernanza de la globalización. Lo existente, que tampoco tienen la gobernanza como objetivo, el G8 y el G20, no son sino un mal parche que intenta cubrir el vacío generado por el desmantelamiento de las instituciones económicas internacionales: Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio, entre otras, que hay que reformar en profundidad.

Y ello exige dar pasos, y además con urgencia, también en Europa, en la que hay que abrir una profunda y autocrítica reflexión sobre las debilidades de su proceso de construcción política, sobre el futuro de la Constitución Europea.

Es preciso y urgente impulsar la dimensión política, y por tanto social, de la Unión Europea, cerrando la puerta a un modelo de Unión, el actual, sustentado exclusivamente en la moneda y el mercado.

Y es que, efectivamente, como también comenta Ramoneda, las operaciones rescate, la compra de activos financieros por parte de los Estados, los avales públicos para operaciones financieras, los procesos de nacionalización de entidades fianacieras, deben suponer que la política pase a primer plano, ya que después de estas operaciones es muy difícil que los gobiernos desoigan y no den respuesta a las necesidades de la sociedad.

Y es hoy y no mañana, cuando estas respuestas se tienen que dar para abordar con ello el incremento del desempleo, la estabilidad laboral y la protección social.

Rodolfo Benito Valenciano
Presidente de la Fundación Sindical de Estudios y miembro de la Comisión Ejecutiva Confederal de CCOO

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