7 de noviembre de 2010, 11:47
NUEVATRIBUNA.ES - 7.9.2010
Tras la turbulenta trayectoria de Jesús Neira al frente del Observatorio contra la Violencia de Género y su condena judicial por un delito contra la seguridad vial, irrumpe en escena Esperanza Aguirre de la forma a la que nos tiene acostumbrados. Desmantela el Observatorio sin más explicación que la necesidad de ahorrarle unos euros a nuestra Comunidad.
Esta forma de proceder desde el inicio con el caso Neira pone de manifiesto, y de forma ejemplar, su disposición al oportunismo político, su aversión por asumir responsabilidades ante los errores y, sobre todo, el personalismo cesarista que exhibe sin pudor en su gestión al frente del Gobierno regional.
A fuerza de desparpajo, nos quiere confundir a los madrileños con su tóxica medicina política. Pretende, de forma contumaz, aplicárnosla con el Gürtel, los espionajes, el desmantelamiento sistemático de la sanidad pública, el boicot a la Ley de Dependencia, la infamia informativa de Telemadrid, el despilfarro y la irresponsabilidad, etc. y ahora esto...
Fue Paracelso el que ya nos informaba de que no existen venenos sino dosis. Del mismo modo, las decisiones de la Presidenta, por su reiteración, resultan tóxicas para los madrileños. Se equivocó al poner a Neira al frente del observatorio por aprovecharse del impacto mediático, y ha tenido tiempo y ocasiones variadas para comprobarlo.
El último episodio, con detención policial incluida, exigía rectificar y como mínimo la destitución de Neira. Pero todo lo que pueda molestar a Esperanza Aguirre es borrado de la escena y así, hace desaparecer un organismo entero. Se trata del Observatorio que, no olvidemos, es Contra la Violencia de Género, una lacra que produce tanto dolor en la sociedad que jamás debería ser objeto de decisiones impulsivas y arrebatadas como las que toma la Presidenta.
Yo no sé si le dará tiempo a Esperanza Aguirre a “borrarnos” antes de las elecciones, a borrar a todos aquellos madrileños a los que nos sientan fatal sus recetas. Cada vez somos más los que pensamos que el marasmo, la inanidad política y la ausencia de mínimos éticos que nos ofrece necesitan un buen antídoto. Las primarias del PSM están elaborando uno excelente y estoy segura de que será el que nos devuelva la salud democrática en esta Comunidad.
Paz Martín Lozano - Portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Móstoles
Tras la turbulenta trayectoria de Jesús Neira al frente del Observatorio contra la Violencia de Género y su condena judicial por un delito contra la seguridad vial, irrumpe en escena Esperanza Aguirre de la forma a la que nos tiene acostumbrados. Desmantela el Observatorio sin más explicación que la necesidad de ahorrarle unos euros a nuestra Comunidad.
Esta forma de proceder desde el inicio con el caso Neira pone de manifiesto, y de forma ejemplar, su disposición al oportunismo político, su aversión por asumir responsabilidades ante los errores y, sobre todo, el personalismo cesarista que exhibe sin pudor en su gestión al frente del Gobierno regional.
A fuerza de desparpajo, nos quiere confundir a los madrileños con su tóxica medicina política. Pretende, de forma contumaz, aplicárnosla con el Gürtel, los espionajes, el desmantelamiento sistemático de la sanidad pública, el boicot a la Ley de Dependencia, la infamia informativa de Telemadrid, el despilfarro y la irresponsabilidad, etc. y ahora esto...
Fue Paracelso el que ya nos informaba de que no existen venenos sino dosis. Del mismo modo, las decisiones de la Presidenta, por su reiteración, resultan tóxicas para los madrileños. Se equivocó al poner a Neira al frente del observatorio por aprovecharse del impacto mediático, y ha tenido tiempo y ocasiones variadas para comprobarlo.
El último episodio, con detención policial incluida, exigía rectificar y como mínimo la destitución de Neira. Pero todo lo que pueda molestar a Esperanza Aguirre es borrado de la escena y así, hace desaparecer un organismo entero. Se trata del Observatorio que, no olvidemos, es Contra la Violencia de Género, una lacra que produce tanto dolor en la sociedad que jamás debería ser objeto de decisiones impulsivas y arrebatadas como las que toma la Presidenta.
Yo no sé si le dará tiempo a Esperanza Aguirre a “borrarnos” antes de las elecciones, a borrar a todos aquellos madrileños a los que nos sientan fatal sus recetas. Cada vez somos más los que pensamos que el marasmo, la inanidad política y la ausencia de mínimos éticos que nos ofrece necesitan un buen antídoto. Las primarias del PSM están elaborando uno excelente y estoy segura de que será el que nos devuelva la salud democrática en esta Comunidad.
Paz Martín Lozano - Portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Móstoles