sábado. 20.04.2024

Perder el miedo al miedo

nuevatribuna.es | 26.12.2010“Las fuerzas económicas, psicológicas e ideológicas operan en el proceso social de este modo: el hombre reacciona frente a los cambios externos transformándose él mismo; a su vez, los factores psicológicos contribuyen a moldear el proceso económico y social”Uno de los libros de cabecera del pensamiento crítico del siglo pasado fue el de Erich Fromm titulado “Miedo a la

nuevatribuna.es | 26.12.2010

“Las fuerzas económicas, psicológicas e ideológicas operan en el proceso social de este modo: el hombre reacciona frente a los cambios externos transformándose él mismo; a su vez, los factores psicológicos contribuyen a moldear el proceso económico y social”

Uno de los libros de cabecera del pensamiento crítico del siglo pasado fue el de Erich Fromm titulado “Miedo a la Libertad”. Editado por vez primera en 1941, en pleno período de postguerra. Fue una valiosa aportación, desde la psicología social, el psicoanálisis y el marxismo. La expresión política del miedo a la libertad se sustanciaba en el fascismo. El miedo se contraponía con la capacidad de autogobierno por parte de los ciudadanos; de su actitud para asumir decisiones.

Este adorno intelectual viene a cuento de lo mucho que me he acordado de ese libro en estos momentos de crisis. Incluso, la periodista Naomi Klein ha editado otro y una película, “La Doctrina del Shock”, que muy gráfica y visualmente desarrolla, con ejemplos prácticos, la teoría de Fromm. Y es que la crisis puede que genere oportunidades para algunos pero para la mayoría de la ciudadanía le genera temor. Le invade el miedo, le paraliza iniciativas. Existe un componente sicológico de la crisis que fomenta el miedo y lleva a una crisis profunda de nuestra civilización. Algunos teóricos hablan ya de la Economía del Miedo. Miedo a perder el trabajo, miedo a perder la vivienda, miedo a perder la pensión… Lo que concita, a su vez, una anemia de crecimiento derivado del bajo consumo y del alto ahorro.

Pero lo más perverso no se desarrolla en términos económicos, sino en términos políticos. El miedo puede llevarnos al triunfo del populismo y del autoritarismo. El clima y terreno del miedo son muy fértiles para ello. Basta contemplar el paisaje europeo. En este verdadero shock colectivo producido por la crisis las medidas de recortes en los derechos sociales se pueden llevar a cabo con más facilidad y tolerancia social. También la deslegitimación de actores sociales, instituciones, sindicatos…

Sin embargo, la crisis actual y el estado anímico que depara no es un destino inexorable. Frente al miedo que campa a sus anchas hay que anteponer la confianza. La liberación de las potencialidades del individuo colectivo. Pero para ello hay que construir de nuevo la narrativa de lo colectivo, el discurso del interés general, la apuesta por la cohesión frente a la exclusión. En definitiva, en palabras de un clásico, fortalecer la mano izquierda del Estado que es la que ampara, frente a la derecha que es la que castiga.

La confianza es algo que cada día se valora más en la economía por parte de esos dioses llamados mercados. Por qué no, también valorar la confianza en nuestro ámbito privado y colectivo. Confianza como autonomía de nuestras ideas y fortaleza de nuestros pensamientos colectivos. Ese debe ser uno de los retos. En todos los ámbitos, tanto locales como globales. Y en todos los planos, tanto electorales como sociales. Por eso, espero que el año 2011 nos traiga confianza frente al miedo. Es la mejor manera de afrontar el futuro.

Félix Taberna | Sociólogo.

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