Los próximos días 1 y 2 de diciembre, y bajo el lema “Hay Alternativa”, se celebrará la IX Asamblea Regional de Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid. Una asamblea que se detendrá en el análisis, la propuesta y la elección de una dirección para IUCM orientada a relanzar un discurso político, comprometido en la respuesta a los problemas de la ciudadanía madrileña, a reforzar la organización y a estrechar los vínculos con los sectores más dinámicos y progresistas de la sociedad civil.
La economía española, y también la madrileña, está sufriendo la crisis más severa de la reciente historia democrática que tiene consecuencias especialmente dramáticas para millones de personas de nuestro país por la pervivencia de un modelo productivo excesivamente dependiente de la construcción y los servicios y por unas políticas más preocupadas por los números que por las personas. Y lo que es peor, la crisis está siendo utilizada por el Gobierno del PP para asestar un duro golpe al Estado de bienestar, a los servicios públicos, a los derechos de los trabajadores y a la propia democracia. Una agresión al derecho del trabajo y a los derechos civiles que ha provocado una intensa y sostenida movilización social y sindical, como la huelga general del 14N.
La izquierda debe situar en su agenda la derrota política e institucional del PP y de sus políticas empobrecedoras. Trabajar con ese horizonte en nuestra comunidad es la prioridad de la próxima asamblea, que deberá enviar una clara y fuerte señal de que es posible otra política y otras mayorías que la sustenten.
Para enfrentar esta situación necesitamos tejer una amplia red política y social capaz de responder a las políticas de recorte del Gobierno, pero fundamentalmente necesitamos disponer de formaciones políticas y sociales sólidas, fuertes, abiertas y unitarias. Este es el principal reto de IU en la Comunidad de Madrid y en todo el país, en un tiempo de creciente descrédito de las fuerzas políticas animado, en muchas ocasiones, por ideas y campañas de perfil diverso, pero también por la propia esclerotización de los partidos. No somos una excepción.
Más política, más organización
Con la convocatoria de la IX Asamblea Regional nos proponemos disponer de un discurso político nítido, rotundo y certero para ofrecer desde la izquierda un proyecto alternativo a la feroz contrarreforma de la derecha española empeñada en demoler el estado social y de paso, subvertir los valores democráticos. Una contrarreforma que no repara en medios, si se trata de dar protagonismo al aparato coercitivo del Estado para neutralizar la movilización y criminalizar al activismo social y sindical.
Pero además nos proponemos evitar que el proceso de debate interno no se prolongue por más tiempo del necesario y tenga a la organización despistada de la actualidad de la acción política. Con esta asamblea pretendemos agilizar el debate y detenernos en la capacidad de intervención de IUCM en la sociedad ante el cambio radical de la situación política por el que atravesamos.
Somos conscientes de que una asamblea regional no es la panacea para superar esta situación. Pero es nuestro máximo órgano de dirección, y la herramienta más poderosa para cambiar el rumbo de la organización y avanzar en el desarrollo de un discurso político pegado a las principales demandas de la sociedad madrileña. Un discurso político más apremiante si cabe, en una comunidad maltratada por la obsesión ultraliberal del PP, firmemente comprometido con el desmantelamiento de toda actividad pública. Es urgente disponer, por tanto, de un programa de izquierdas solvente y creíble frente a la deriva antisocial de la derecha y la errática trayectoria de un PSOE, hasta anteayer implicado en los recortes y entregado al liberalismo económico, y hoy atenazado por la “estabilidad presupuestaria” y una crisis del sistema financiero a la que contribuyó durante su último mandato al frente del gobierno.
Es nuestro propósito, celebrar una asamblea regional con la máxima participación en el debate, centrada en resolver nuestra capacidad de intervención política, y en disponer de una organización, una dirección y un programa de acción que garantice la presencia de IUCM en el debate político y social, y se presente como una herramienta útil para canalizar las demandas de la sociedad madrileña, especialmente las de los sectores más desfavorecidos.