martes. 16.04.2024

Oscuridad por doquier

Pocos, muy pocos, de los acontecimiento que se vienen dando en estos últimos días, animan a pensar que más pronto que tarde veremos la luz.

Pocos, muy pocos, de los acontecimiento que se vienen dando en estos últimos días, animan a pensar que más pronto que tarde veremos la luz. Muy al contrario, parece que incluso personas como el presidente de la CEOE, al que atribuyo talante e inteligencia suficiente, se haya contagiado del ambiente reinante, hasta terminar manifestando, que una manera de luchar contra el desempleo, pueden ser los 'minicontratos' -me niego a escribir el nombre real por el que son conocidos- ya que mediante los mismos: trabajas cuatro horas diarias y percibes un salario de cuatrocientos euros al mes. La propuesta parece venir de Alemania y se utilizó para solucionar el problema del paro, surgido a causa de la unificación. A continuación puso de manifiesto, lo que en opinión de la patronal, y después de numerosos estudios, supone un exceso de personal a cargo de las administraciones públicas, en palabras sencillas, vamos, que sobran funcionarios o empleados públicos. Supongo el temor, ante las citadas manifestaciones, de los trabajadores públicos interinos, o simplemente no fijos.

Curioso método de acabar con el desempleo, poniendo más personal en la calle.

Entretanto, y en el ánimo de aportar algo útil que mejore la situación del desempleo, principal problema de nuestro país, a juicio de la mayoría.

¿No sería mejor, desde la propia CEOE, instar a una parte del empresariado, como es la banca, a que conceda créditos y que éstos mejoren el consumo y consecuentemente animen la actividad económica? ¿No será mejor, poner a disposición del ciudadano, créditos para comprar automóviles, para comprar viviendas -ahora que están más baratas- para comprar bienes y servicios, que siempre en nuestro país se han adquirido mediante el crédito? ¿O es que los señores de la banca no son empresarios?

¿Cómo vamos a solucionar el desempleo? si le añadimos ahora más parados del sector público.

Las medidas de control del déficit son necesarias, pero la actividad económica, el crecimiento de un país, lo son más si cabe, aunque éste sea pequeño.

De poco servirá, la tan cacareada reforma laboral, que se pretende con urgencia, si el pequeño empresario o el autónomo, verdaderos dinamizadores del empleo en nuestro país, no tienen actividad, si sus negocios no funcionan, si se quedan sin actividad. ¿A quién van a contratar? ¿Para qué?

Así las cosas, parece que no quedan muchas otras posibilidades de encontrar la luz, como decía, y por contra la oscuridad se encuentra en cualquier parte.

En las opiniones, en las informaciones y tristemente, por lo que parece, también en las decisiones.

También quiero hacerme eco pues, a mi juicio, ayuda a oscurecer más el ambiente; la decisión adoptada por la Mesa del Congreso, negando a la coalición Amaiur, la posibilidad de contar con grupo parlamentario propio. Simplemente lo considero un error que no sé a quién favorece realmente, pero seguro estoy que no ayudará en absoluto a que la vida parlamentaria discurra de manera fluida, sino todo lo contrario.

Y difícilmente ayude a una legislatura que debe estar dedicada, sobre todo y fundamentalmente, a tratar de superar la crisis.

Haciendo un somero repaso a la situación, pocos muy pocos, se salvan de la oscuridad, hasta la Casa Real, anda en tinieblas. Y por ende las ocurrencias, del tipo que sean, parecen encontrar lugar incluso en Instituciones que, por su importancia en la vertebración de una sociedad como la nuestra, debería evitarlas.

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