jueves. 25.04.2024

Nuestros jóvenes

NUEVATRIBUNA.ES - 20.4.2010Nuestros jóvenes no son como nos cuentan los medios de comunicación. Nuestros jóvenes han sufrido y soportado el 79% del trabajo que se ha destruido en el país en los dos últimos años.Nuestros jóvenes sufren una siniestralidad laboral insoportable. Una de cada tres víctimas de accidentes laborales tiene menos de 30 años.
NUEVATRIBUNA.ES - 20.4.2010

Nuestros jóvenes no son como nos cuentan los medios de comunicación. Nuestros jóvenes han sufrido y soportado el 79% del trabajo que se ha destruido en el país en los dos últimos años.

Nuestros jóvenes sufren una siniestralidad laboral insoportable. Una de cada tres víctimas de accidentes laborales tiene menos de 30 años. Los accidentes laborales se ceban en varones entre 16 y 24 años, recién incorporados a empresas de menos de 50 trabajadores. Y cuando el joven es inmigrante tiene 4 veces más riesgo de ser una víctima.

Nuestros jóvenes, la generación mejor formada que jamás tuvimos, sufren una tasa de desempleo del 30%, que llega hasta el 58% entre los menores de 20 años. Los que trabajan sufren una temporalidad del 45% y unos salarios que en ningún caso les permiten plantearse seriamente ninguna emancipación.

No es justo ni real hablar de ellos como una generación improductiva, apática y desorientada, que ni estudia ni trabaja. Eso es lo que reflejan distintos estudios de Comisiones Obreras que dicen que nuestros jóvenes son activos, buscan trabajo y casi nunca 'no' lo encuentran.

Dicen que nuestros jóvenes son muy vulnerables porque su incorporación al mundo laboral es precaria, muy precaria. Dicen que merecen una oportunidad, para salir de la inactividad laboral y piden medios para que los jóvenes encuentren empleo y no caigan en la exclusión. Y también dicen que una sociedad que condena al paro a su juventud es una sociedad que se está condenando a sí misma y negando su propio futuro.

La generación mejor preparada que nunca tuvo este país va a vivir peor que sus padres y, si no se toman medidas importantes para incorporarles con dignidad al mercado laboral, podemos sacrificar a casi todos nuestros jóvenes, podemos estar ante una generación perdida.

Amalia Álvarez - Escritora.

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