viernes. 29.03.2024

Mujeres y coraje

El 8 de Marzo es una buena excusa para hablar de las mujeres. Mujeres jóvenes, mujeres mayores, mujeres maduras. Cada una con sus retos, cada una con sus triunfos.

El 8 de Marzo es una buena excusa para hablar de las mujeres. Mujeres jóvenes, mujeres mayores, mujeres maduras. Cada una con sus retos, cada una con sus triunfos. Las mujeres maduras, las que hace décadas se han, nos hemos incorporado al mercado de trabajo, las que han luchado por compaginar su vida personal y profesional, las reivindicativas, las de la doble jornada, las que más han avanzado en la historia de este país, las que han dado un paso de gigantes respecto a sus madres y sus abuelas.

Nuestras madres y nuestras abuelas, aquellas heroicas mujeres de la post guerra, aquellas mujeres que multiplicaban el pan y la sal, aquellas mujeres que han llevado calor y ternura a nuestros hogares, aquellas mujeres capaces de sacar fuerzas de flaqueza, capaces de vivir de pie en un país arrodillado; aquellas mujeres que contemplaban maravilladas la incorporación de las jóvenes al mundo universitario y a la vida laboral; aquellas mujeres que nos ayudaban y nos apoyaban incondicionalmente; aquellas mujeres que pensaban y sentían que habían nacido demasiado pronto. No sabían conducir un automóvil, pero si supieron ayudarnos a conducir por una senda de progreso nuestra vida; no sabían escribir a maquina, pero nos ayudaron a escribir las paginas más brillantes y liberadoras de nuestra historia. Unas páginas hoy amenazadas por la crisis y la involución.

Una involución que esta condenando a nuestras jóvenes mujeres, a la generación mejor preparada de nuestra historia al paro, y a la imposibilidad de conciliar vida personal y profesional. Porque la ausencia de trabajo les esta dificultando planificar su vida. Pero estas jóvenes son mujeres, sabrán multiplicar el pan y la sal, sabrán escribir su historia, sabrán renacer de la crisis. Ellas sabrán enfrentarse a estos tiempos difíciles, y volverán a  sacar el coraje de sus abuelas y a escribir la historia, su propia historia. Este es el reto. Tienen que enfrentarse a la selva de la desregulación, de la especulación, de la falta de oportunidades, de empleo, de igualdad de oportunidades, pero hay un camino iniciado, y ellas, se crecerán en la adversidad y darán un paso más en el camino de la liberación y la emancipación de la mujer. Lo harán porque son mujeres, son jóvenes y están preparadas.

Mujeres y coraje
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