jueves. 28.03.2024

Moratinos y Del Bosque, el triunfo del buen sentido

NUEVATRIBUNA.ES - 8.7.2010PARA FUNDACIÓN SISTEMA...y huyen de las declaraciones triunfalistas y grandilocuentes.
NUEVATRIBUNA.ES - 8.7.2010

PARA FUNDACIÓN SISTEMA

...y huyen de las declaraciones triunfalistas y grandilocuentes. De la victoria de “La Roja” ante Alemania no cabe hacer ningún panegírico nuevo, pero si recordar-porque viene a cuento-el aprovechamiento político que hizo la caverna de la derrota ante Suiza: Zapatero, “ministro de deportes” tenía que dimitir, también por eso. Tan ridículo como sumar al haber del presidente del gobierno el testarazo de Puyol. Otra cosa sería valorar el fenómeno de cambio en el conjunto del deporte español, capaz de competir al máximo nivel en disciplinas deportivas antes vedadas a nuestros representantes.

Catorce millones de españoles siguieron el partido por televisión. Incontables millones en todo el mundo, y entre ellos, en La Habana, Raúl Castro y Miguel Ángel Moratinos. Tal vez estuviera también ante el televisor el cardenal Ortega. Los tres si aparecen fotografiados en la portada de “Granma”, formalmente un periódico, junto a una escueta nota en la que se habla, genéricamente, de “un encuentro sobre temas de interés común” Para saber algo sobre el fondo de lo tratado, el órgano oficial remite a una nota del Arzobispado de La Habana. Si menciono estas circunstancias informativas es porque revelan la natural incomodidad del régimen cubano ante la necesidad de transigir con las demandas planteadas por una buena parte de la sociedad cubana, imposibles ya de silenciar, y articuladas por la Iglesia isleña y la diplomacia española con encomiable tacto.

El ministro español de Asuntos Exteriores es un especialista en conflictos difíciles, un profesional curtido, paciente y, en todo caso, un hombre de buena voluntad. Quien conozca los meandros de la política cubana con el cuño de los hermanos Castro, sabe lo importante que resulta interpretar los gestos desde la convicción de que nada resulta casual o improvisado. Por eso, aunque el propio Moratinos, más preocupado por conseguir la liberación de los presos políticos que por hacerse una foto de oportunidad o colgarse una medalla, haya hecho esfuerzos por ponerse de perfil, nadie ignora ya el papel determinante que ha jugado y su apuesta porque la Unión Europea disponga de argumentos morales para construir una nueva estrategia común en relación a Cuba. Castro negociaba con el Cardenal, pero quería que nadie ignorara que el ministro del Reino de España estaba allí. Por volver a la referencia futbolística, Moratinos ha conseguido marcar un gol “de vaselina” en la prórroga de la presidencia española.

A Del Bosque y a Moratinos le falta todavía conquistar los máximos objetivos: Ganar la final y proclamarnos campeones -el seleccionador- y pilotar la diplomacia europea -el ministro- con grandeza de miras, para ayudar al imperioso cambio del régimen cubano hacia un futuro democrático en el que no haya que negociar la libertad de presos políticos, porque no existan. Confiemos en ambos: por de pronto han dejado en ridículo a los agoreros de la España negra.

Eduardo Sotillos es periodista y, actualmente, secretario de Comunicación y Estrategia del PSM

Moratinos y Del Bosque, el triunfo del buen sentido
Comentarios