viernes. 29.03.2024

Ministros, mentiras y otras obscenidades

“Background”, término utilizado por el Ministro de Educación, Cultura y Deportes en una comparecencia parlamentaria, tiene diversas acepciones en nuestro rico idioma castellano, por destacar alguna, las más significativas son: acervo, experiencia, antecedentes.

“Background”, término utilizado por el Ministro de Educación, Cultura y Deportes en una comparecencia parlamentaria, tiene diversas acepciones en nuestro rico idioma castellano, por destacar alguna, las más significativas son: acervo, experiencia, antecedentes.

Idioma castellano, del cual el Gobierno del Partido Popular ha hecho arma arrojadiza en una España plural y multilingüe, reclamando la “defensa” de su uso como idioma vehicular en “oposición” perversa a nuestras otras lenguas oficiales.

Este innecesario anglicismo, que lo vamos a dejar en anécdota, se convierte en categoría cuando lo que pone de relieve son dos falsedades, que vamos a explicar.

La primera, cuando se habla de los malos datos educativos de Ceuta y Melilla (gestionados  por el Gobierno Central) justificando que se deben al diferente origen o el diferente acervo o la diferente experiencia o los diferentes antecedentes, culturales de la población escolarizada en Ceuta y Melilla. La segunda, cuando se habla de la “avalancha marroquí” que se dirige a esas ciudades para beneficiarse de la enseñanza.

Es evidente que el Ministro “desconoce” o evita introducir algunos elementos importantes en este debate, como son, la normativa vigente tanto en el ámbito educativo como en el de extranjería establece que solamente se puede acceder al sistema público educativo en cualquier ámbito geográfico o territorial del Estado si estas empadronado. “Desconoce” el Sr. Ministro, asimismo, que la media de población extranjera empadronada en España es del 12´2 % y en Melilla dicho dato es similar (12´8 %) muy inferior por ejemplo a Baleares (21´8%), Comunidad Valenciana (17´2 %) o Madrid (16´4%), mientras que en Ceuta la población extranjera es el 5´8% de la población, esto es, menos de la mitad de la media española, según los datos del INE de 2011. El tercer elemento que “desconoce”, son los datos de su propio Ministerio, y es lo relativo a las tasas nacionales de escolarización de niños extranjeros en España cuya media es del 9´6 %, por cierto en Ceuta y Melilla rondan el 2´5 %.

No existe avalancha de niños marroquíes en Ceuta y Melilla ni tampoco de niños extranjeros en el resto de España salvo en la concepción dogmática -ya ha quedado demostrado con la pobre argumentación exhibida para suprimir la asignatura de ciudadanía-  de alguien que ante un debate social y las movilizaciones surgidas por los recortes sufridos en las Comunidades Autónomas gobernadas por el Partido Popular, sobre calidad, recursos humanos, financiación, transferencia de capital público a privado, etc., de la escuela pública en España, agita de manera simplista, demagógica y malintencionada el espantajo de los extranjeros como chivo expiatorio habitual y tosco de la derecha más extrema.

Quizás fue un lapsus, lo que sería mucho peor, dado que el Ministro al hablar de los diferentes antecedentes culturales de los niños de Ceuta y Melilla, diera por hecho que los niños musulmanes que viven en Ceuta y Melilla no son españoles o al menos no tan españoles como otros, blancos y católicos.

Pero además, y ya absolutamente perplejos, al día siguiente, escuchamos a este mismo Ministro, decir que los problemas de “empleabilidad” de nuestros jóvenes son del sistema educativo, porque es ineficaz y conlleva al fracaso escolar.

Pero nuevamente, y son muchas veces ya, falta a la verdad, exponiendo que los jóvenes españoles han abandonado, -abandonado que no fracasado-, el sistema educativo para incorporarse a un modelo productivo que necesitaba abundante mano de obra sin requisitos de formación. Soslaya además, que nuestro sistema de Formación Profesional, recientemente modificado, obtiene magníficos resultados del alumnado que elige esta opción, por su vinculación con el empleo, y evita decir que los problemas son básicamente, la escasa oferta educativa que brindan los Gobiernos Autonómicos a este sistema y la falta de compromiso del empresariado español, en contraposición a otro tejido empresarial europeo, de contratar a jóvenes a través de un sistema de alternancia de formación y empleo.

En temas tan graves, no se deben buscar  argumentaciones más propias de un tertuliano que de un Ministro, tratando de justificar una nueva reforma del sistema educativo, en vez de potenciar una reforma auténticamente necesaria para España: el profundo cambio del modelo productivo que nunca se aborda, así nuestros jóvenes no tendrán problemas de “empleabilidad”.

“El buque insignia de la acción cultural y lingüística del castellano es el Instituto Cervantes”, oído lo oído, menos mal que depende del Ministerio de Exteriores….

Artículo firmado por Paloma López y José Antonio Moreno

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